"¿Quieres aprender a perderme?
Adelante, te enseño cómo:
1. Subestimame.
Literal, no existe nada que no me atreva a aprender. Todo depende de cómo me retes.
2. Minimiza, ataca, critica o cuestiona mis pasiones.
Sí, AMO EL ARTE, ¡¿Y qué?!
3. Ignora o búrlate de mis emociones.
Soy llorona, ¡¿Y?!
4. Quéjate de mi carácter.
No, no soy enojona, pero sí te pongo en tu lugar cuando es necesario.
5. Amenaza mi libertad.
Ya ha sido muy difícil sacar mis temores como para que intentes arrebatar la libertad que ya conquisté.
6. Impon tus prejuicios sin argumentos en una discusión.
Todo lo que sea debatible, argumento con toda la artillería.
7. Actúa como patán, altanero o traicionero.
Reiré más al final cuando te humilles por ignorante.
8. Juega conmigo.
Soy FUEGO, Y CONMIGO NADIE JUEGA SIN SALIR QUEMADO.
¿Tomaste apuntes?
Si aplicas dos o más, podrás olvidarme."
Anda, te lo dejo con amor, así ni tú ni yo, la pasamos mal.
Considero que es importante recalcar el hecho de que me conozco lo suficiente para reconocer qué es lo que tolero y hasta dónde, y justamente por ello soy como el viento, vengo y voy en completa libertad, además, claro que al tomar una decisión, NO HAY RETORNO.
Dato curioso: a pesar de que no creo en la astrología por la educación que recibí, sí llego a coincidir con ciertos rasgos del signo zodiacal que clasifica mi fecha de nacimiento, es decir, sagitario.