Acordes del Corazón (libro 10. Тишина)

Cap. 51 El gran día

 

Aunque Charlie no era su hermano y Giuliana aun evitaba a Giovanni, se anotó en el clan de los Aliano para la organización de la boda, algo que no tenía especialmente contento a Zabrit, pues le restaba tiempo para estar con ella, y en su opinión, en realidad no había mucho qué hacer debido a que, hasta donde había entendido, ya los hermanos de Charlie se estaban ocupando. Si bien lo anterior era básicamente cierto, Giuliana no cedió ni un milímetro en el asunto del traje de novia de Amanda, y aunque Kerim y Dàmir pensaron que aquella era una mala idea, pues conocían los gustos de Giuliana, tendrían que tragarse sus comentarios, aunque por fortuna, o instinto de conservación, no se los habían hecho a ella.

 

Como Amanda no tenía una familia, Jesse y con su anarquismo característico, decidió que el día de la despedida de soltero de Charlie, Amanda pasara la noche en su casa, algo con lo que la chica no estuvo de acuerdo, pero como Charlie conocía mejor a Jesse, decidió no meterse en aquel lío, aunque sí se sorprendería mucho.

  • Isabella, es de mala suerte que el novio vea a la novia el día de la boda antes de ésta
  • Eso es estúpido, pero cada quien puede creer lo que le parezca. En cualquier caso, no va a verte, porque no va a estar aquí
  • ¿Ah no? – preguntaron ambos, aunque quien se ganó el porrazo fue él
  • Seguro que no, porque esa noche dormirás en la casa de tu hermano
  • No lo puedo creer, después de tanto perseguirme cada vez que no venía a dormir, ahora…
  • Cierra la boca, necio. Además, ahora no lo harás más

En este punto fue que Charlie se sorprendió, porque a pesar de que ciertamente tenía una casa donde pretendía vivir, aquella era una conversación que había estado evitando, pues no había olvidado lo mucho que había tenido que esforzarse Nick para convencer a su recalcitrante hermana para que aceptase que Donatello estaba en su perfecto derecho a pasar las fiestas con los Dorel, y que ella les había advertido a ellos dos, es decir, a Nick y a él, que no sería tan comprensiva con ellos.

Lo que Charlie no sabía por haber estado concentrado en el asunto del padre de Amanda, era que Nick había emprendido una firme campaña con ayuda de Ivy y Lisa, para que Jesse entendiese que era natural que una vez que Charlie y Amanda se casasen, él se fuese a vivir con su esposa. No había sido para nada fácil, y hubo gritos, golpes y hasta algo tan insólito como las lágrimas, haciendo que Jeff y Nathan tuvieran que intervenir para evitar que Dèjan intentase golpear a Nick.

  • ¿En verdad dijiste lo que creo que dijiste? – preguntó Charlie y Jesse se frotó la nariz, con lo que les quedó clara su incomodidad
  • Aja
  • Isabella…

Amanda no estaba entendiendo nada, pues Charlie no le había hablado de aquello para no preocuparla, mientras que Nick, Jeff, Dèjan y Paulo, que eran los que estaban presentes, se mantenían alertas. No obstante, independientemente de lo que Charlie pensara decir, lo que no pudo fue hacerlo, porque un segundo después, Jesse había corrido hacia él abrazándolo. Muy posiblemente en otras circunstancias, Charlie habría dicho algún disparate para molestarla, pues si había algo infrecuente en el mundo, eran las expresiones físicas de afecto de Jesse, sin embargo, o bien se lo pensó mejor, o simplemente no pudo y, en realidad, ninguno de los dos dijo nada más, pues después de eso, Jesse abandonó el salón a todo correr con Dèjan haciéndolo tras ella, y Paulo salió más atrás meneando la cabeza.

  • Gracias – le dijo Charlie a Nick y éste elevó una ceja
  • ¿Por?
  • No soy estúpido, Nick, y el único que podía conseguir este milagro eras tú
  • ¿De qué están hablando? – preguntó Amanda
  • Jeff, necesito hablar contigo un momento – dijo Nick y ambos abandonaron el salón

Una vez solos, fue que Charlie le contó a Amanda lo que no le había dicho hasta ese momento, y aunque ella no entendió muy bien, ya tendría tiempo después de explicarle con más detalle cómo había sido y cómo era la relación de ellos con Jesse.

 

Lógicamente Jennifer ya conocía a Jesse, pero si esta no le parecía especialmente simpática, pues en las ocasiones en las que se habían visto, Jesse se había peleado con sus cuñados, a Giuliana casi le tenía miedo y estaba segura que ésta golpearía a quien se le opusiera en cualquier cosa. A pesar de lo anterior, el día de la boda se armó de valor y partió a la casa de los Zazvic, ya que le había prometido a Amanda que estaría con ella hasta la hora de la boda.

Aunque todos los que la conocían sabían que Giuliana era una buena persona, de lo que también estaban al tanto era de lo intimidante que podía resultar, de modo que cuando Jesse y Victoria entraron a la habitación de Charlie, que era donde se había quedado Amanda, y al ver las expresiones de Amanda y Jennifer, soltaron una carcajada.

  • ¿Se tragaron unos payasos ustedes dos? – preguntó Giuliana
  • No fastidies, Liana, y quita esa cara de juez, porque las estás asustando – dijo Jesse en tono burlón
  • Ustedes no se angustien tanto – intervino Victoria – tía Liana parece que fuese a comerse a la gente, pero, en realidad, es un amor




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