Dani se encontraba con la mirada vacía mirando aparentemente a través de una ventana, y digo aparentemente, pues ella estaba ensimismada en sus propios pensamientos, pensamientos que la acompañaron desde que salió de aquella oficina. Ella, aún no podía asimilar todo lo que había vivido hace algunas horas en aquella oficina, aún no podía creer en que el destino se hubiera empeñado en que se volviera a encontrar con su pasado, con aquel pasado que tanto dolor le causo, con ese pasado que trato de olvidar, pero que al verlo una vez más frente a ella, pudo notar que no fue así.
Ensimismada en sus pensamientos caminó hacia la cama que había en la pequeña habitación del departamento que había alquilado, al tiempo que recuerdos vividos hace algunas horas aparecían en su mente generando confusión y dolor, si dolor, aunque le costara reconocerlo estaba sintiendo dolor, jamás pensó que me dolería tanto su indiferencia, además no comprendía su actitud, quién debería estar molesta debería ser ella, no él, pues él la lastimo, él jugo con sus sentimientos.
—No lo comprendo, es un idiota — dijo Dani llena de dolor, al tiempo que el rostro de él lleno de molestia aparecía en su mente sacándola de sus pensamientos.
Ring ring ring
Sin pensarlo mucho tomo el mismo sin mirar siquiera quien la llamaba, a los pocos segundos escucho una voz.
—Señorita Dani, le hablo de parte de la producción del programa, le llamo para decirle que mañana a las 9 de la mañana se estará empezando la grabación del promocional, tiene que estar puntual, en la oficina de producción — escucho.
—Bien — respondió ella como autónoma, pues en ese momento no tenía cabeza para pensar en nada más que en su propia mala suerte.
Con pesadez soltó el celular en la cama, dejo caer su cuerpo sobre la misma y cerró sus ojos, tal vez tratando de encontrar calma para ella en ese momento, para su suerte a los pocos segundos se quedó dormida.
No supo cuánto tiempo paso, solo supo que el sonido de un despertador la sacó de su profundo sueño, en ese momento.
—Ahhhhhh, no puedo creerlo, me quedé bien dormida, ya van hacer las ocho, ¿Qué las ocho?, pero si debí poner el despertador para las seis, sin duda estuve muy conmocionada ayer — decía alarmada Dani, mientras se bajaba de la cama, tras apagar su despertador.
Dani camino presurosa hacia la pequeña ducha de la habitación. Luego de algunos minutos salió de esta envuelta en una toalla, mientras pensaba — «¿Qué debería ponerme hoy?, eso es lo de menos»—se dijo para sí, al tiempo que tomaba una de las prendas de su maleta.
Mientras Dani se preparaba para ir a la televisora, en esta un par de apuestos jóvenes platicaban en uno de los ambientes de la misma.
—¿Qué te sucede Mati?, pensé que Dani nunca significo nada para ti, por ello…— decía Roby, siendo interrumpido por su primo.
—Fuimos amigos, muy aparte de los problemas que hallamos tenidos fuimos durante muchos años amigos, no la comprendo — respondió Mati.
—Yo sí, creo que ella sigue dolida contigo, además que, tú para ella fuiste más que un amigo y lo sabes, aunado a ello creo que ella no esperaba volver a verte después de tanto tiempo — dijo Roby.
—Yo tampoco pensé ello — contestó Mati.
—Por el bien de todo el equipo, tienen que sobrellevarse — acotó Roby.
—Lo sé, aunque no sé cómo vaya a reaccionar al saber que estará bajo mi mando — agregó Mati.
—Yo tampoco —dijo Roby, sonriendo, haciendo una pausa para acotar —Vamos a la oficina, ya no debe tardar en llegar.
—Sí — respondió Roby.
El par de jóvenes fueron a la oficina, al llegar a la misma pudieron notar que ella aún no había llegado. Mientras Mati y Roby platicaban en esta, fuera del lugar Dani bajo presurosa de un auto, para luego caminar a paso rápido hacia el lugar que le habían indicado y en el cuál la estaba esperando quien era la persona encargada de la producción del programa.
—«Creo que aquí es» — pensó Dani, antes de tocar la puerta, de la oficina.
—Adelante — escuchó.
Dani entro a paso firme, llevando una gran sonrisa en su rostro, al tiempo que decía — Disculpe el retraso, es que aún no me acostumbro al tráfico de la capital.
—Pues debería irse acostumbrando, es su segunda tardanza en solo dos días, una tercera tardanza y sus honorarios se verán afectados, en el mundo de la televisión cada minuto es oro — decía con firmeza Mati posando su mirada en Dani.
—¡Tú! — dijo Dani, mientras su rostro cambiaba de expresión.
—¡Hola Dani! ¡Qué bueno que ya estés aquí! Mati es nuestro jefe — pronunció Roby con la mayor calma posible para liberar la tensión, mientras se acercaba a la joven.
—«¿Jefe?, no puedo hacer oído bien ¿o sí?» — pensaba Dani.