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Renzo volvió a su oficina sintiéndose enormemente ofuscado, decepcionado y con ganas de matar a alguien, ya no sabía que mas hacer, en lo que suena su teléfono.
- Hola cariño, ¿cómo has estado? Pregunta una mujer al otro lado de la línea.
- ¿Qué quieres AGATHA?
- Pues a ti, ¿que mas?
- Ya te había dicho muy claro que no quería nada contigo, ¿que no te quedo claro?
- Pues veras, he visto en las redes que todavía estas insistiendo en esa muchachita y la verdad no puedo creer que el todo poderoso Renzo Castello ande de boca en boca por algo tan insignificante. Así que pensé en ofrecerte mi compañía para ver si se te pasa tanta estupidez.
- Renzo se quedo callado un momento y lo pensó, tenía algún tiempo desde la última vez que había estado con una mujer y Agatha no era una mala opción, además eso le serviría para tratar de sacarse a Nara de la cabeza. Así que tomando una resolución le dijo. Está bien, entonces nos vemos esta noche en el restaurante de siempre a las 8 en punto.
Ambos se presentaron puntuales a su cita, y obviamente había algunas personas tomando fotos y haciendo videos de cada detalle del encuentro.
- Hola corazón dijo una muy coqueta Agatha y estampo un sonoro beso en la boca de Renzo.
- Este no la rechazo, la saludo con un simple hola Y la invito a sentarse.
Pasaron el rato hablando animadamente y luego que cenaron salieron tomados del brazo. Agatha estaba más que satisfecha con la situación, ella había hecho un esfuerzo especial en encontrar a alguien que se dedicara a documentar todo el encuentro para que lo subiera a las redes. En el vehículo Renzo pregunto:
- ¿Y ahora que te provoca hacer?
- Lo que tu desees- respondió toda coqueta
- ¿Vamos al hotel de siempre?, pregunto Renzo
- Por supuesto príncipe, es lo que he estado esperando todo este tiempo.
Así se encaminaron al hotel, al cabo de unas horas salieron y Renzo la dejo en su departamento y se fue al suyo. Ya en su casa, en su cama, dispuesto a dormirse, pensó:
- ¡Demonios!, soy un verdadero idiota, no pensé que esto podría salir en los medios, ¿ahora que se supone que voy a hacer?, así Nara nuca me pondrá atención, por el contrario, creo que le he dado la excusa perfecta para terminar de rechazarme, ¡demonios, demonios, demonios!, lo mas triste es que ni siquiera fue algo que realmente valiera la pena, solo podía pensar en la enana fantasmita, quería que fuera ella quien estuviera junto a mí en ese momento. ¡DEMOOONIIIOOOS!
Con esos pensamientos se paso la noche revolcándose en su miseria, bebiendo y tratando de pensar cómo solucionar ese problema, hasta que la borrachera lo venció. Al día siguiente, por supuesto la noticia no se hizo esperar, Agatha no iba a permitir que se pasara por alto. Los titulares decían:
- Renzo Castello vuelve al ruedo
- Renzo y Agatha la nueva pareja del momento.
- De una cenicienta a una princesa ¿con quien se quedara?
Y cosas por el estilo se podían leer en todos los medios de información, a todos los niveles, Carlos, lila y Gregorio se enteraron y fueron con Nara para ver como se encontraba…como ya no tenían que ir a la universidad Nara se encontraba en su casa descansando antes de su trabajo y aun no se había enterado, cuando el trío llego a su casa se sorprendieron de verla tan tranquila…
- Princesa, preciosa, mi cielito, mi sol, como te sientes, cuéntanos le dijo Gregorio
- Amiga no estés triste, tenias razón, es un maldito, ve que salir con esa y encima todo lo que hicieron, y dejar que todo el mundo los viera. Dijo una muy molesta lila
- Y pensar que por un momento me engaño y pensé que su declaración fue sincera, dijo Carlos.
Nara los miro y se sonrió, no se preocupen por mi chicos, eso no me importa en lo absoluto, aunque no se qué noticias son esas, yo no tengo ningún interés en ese hombre en particular, de hecho yo le aconseje que se buscara a alguien a su altura.
Todos la miraron incrédulos, pero un segundo después, al verla tan tranquila ellos también se tranquilizaron y ya dejaron el tema, ni siquiera le insistieron ver las noticias, y pasaron el rato juntos hasta que era hora de que Nara se preparara para irse a su trabajo.
En su trabajo a Nara la esperaba otra sorpresita, Agatha fue a su encuentro
- Buenas tardes, que puedo servirle
- Jajaja, eso es correcto, tú tienes que servirme, dijo Agatha cuando escucho a Nara atendiéndola.
- ¿DISCULPE?, dijo Nara sin entender que se traía esa mujer.
- Que tienes que servirme, simple, espero que tengas muy presente tu lugar en este mundo y que no pienses en acercarte a Renzo Castello nunca más, el es mío me entiendes mocosa. Dijo Agatha sintiéndose triunfadora.
- Perdóneme señora, le dijo Nara, yo no sé quién es usted, ni me interesa, tampoco me interesa Renzo Castello, por mi puede quedárselo, es más, se lo agradeceré infinitamente pues así deja de perseguirme todo el tiempo.