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• En el despacho los tres hombres tenían una discusión un poco diferente, los dos mayores hablaban como si Renzo no estuviera ahí, no querían tomar en cuenta sus opiniones y eso lo tenía sumamente molesto, se sentía como un adolescente al que le están riñendo por una metida de pata monumental sin tomar en cuenta sus sentimientos. Dando un golpe al escritorio se levanto y dijo:
• eso no lo acepto, no, no, no, y mil veces no, dijo al grito, --afortunadamente los sonidos no salían de la habitación o las damas se hubieran alarmado terriblemente.- bajo ningún concepto dejare que Nara se aleje de mi lado, no señor y mucho menos ahora que lleva consigo a mi hijo. Resoplo mientras miraba enojado a su padre, este le hablo con seriedad y le dijo:
• un momentico, aquí quien menos tiene derecho a decir nada eres tú, te recuerdo que esto que has hecho es un delito y uno muy grave, agradece que este señor no se pudo oponer  a ti en su debió momento, pero yo soy otra historia, lo que él no pudo hacer yo tranquilamente puedo lograrlo. y ahí me dirás quien tiene más que perder. Muestra un poco de respeto a tus mayores, no recuerdo haberte enseñado de esta manera Renzo, por favor recapacita, esa niña no es un mueble o una muñeca que puedes mantener a tu lado simplemente porque si, es una persona por amor a dios, tiene sentimientos, piensa, respira y vive, y tú la estas matando, eso es lo que quieres ha, contéstame… Renzo cayó de rodillas al suelo y comenzó a llorar como un niño pequeño.
• Papá –dijo Renzo entre sollozos – es que yo la amo tanto, porque no lo entiendes, no puedo vivir sin ella, la necesito cerca, si se va me volveré loco, no puedo soportar siquiera la idea de pensar que no pueda verla, nunca pensé que me sucedería esto, yo no quiero lastimarla pero es que amarla duele tanto, más aun sabiendo que ella no me ama…

Los mayores se miraron a la cara sin saber que decir… al final el señor Leonel dijo:

• Muchacho, creo que te entiendo, pero entiende tu, la última palabra en todo esto la tiene Nara, ella es quien sobre lleva la mayor carga en todo este asunto, es a ella a quien debes convencer, enamorar, adorar, atesorar, y solo podrás  demostrárselo dejándola libre, sin presiones, yo lo único que te puedo asegurar es que ella cuidara bien de ese bebe que lleva dentro porque al final de cuentas es completamente inocente de todo este loco embrollo.

Las conversaciones cesaron a cada lado… al final todos deben esperar la decisión de Nara, pero antes Renzo y ella deben tener una conversación seria al respecto y es lo que sucedería a continuación, pero antes…

• Papito podemos hablar por favor, pregunto Nara cuando los vio salir del despacho… Renzo palideció y su corazón latía a mil, sabía que el momento se acercaba, estaba aterrado, le dirigió una mirada suplicante al señor Leonel, este solo le dio un apretón en el hombro y salió con Nara al jardín lejos de los ojos y oídos de los demás. Entre tanto su madre le hablo.
• Renzo hijo, ven y siéntate aquí conmigo un momento… -este cabizbajo obedeció- he hablado con ella y he tratado de explicarle las cosas desde otro punto de vista, hablamos de mujer a mujer, cosa que creo que le hacía bastante falta, pero lo más importante es que tú debes entender que no puedes forzarla más, si lo haces se romperá y la perderás para siempre, - Renzo la miro alarmado – no me pongas esa cara, se que la amas y sufres con todo esto, pero ya eres un hombre adulto, eres incluso mayor que ella y te comportas como un completo lunático, necesito que te centres en su salud y la del bebe, y que pienses en eso cuando hables con ella, no te alteres y le vayas a gritar o amenazar, yo pude ver que ya tomo una decisión, solo que no se cual será, espero que todo se resuelva este día, y sea lo que sea que ella decida, lo respetes- nuevas lagrimas se escaparon de los ojos de Renzo sin poder evitarlo, su madre lo abrazo con dulzura mientras sobaba su espalda- cuando hables con ella, dile como te sientes, porque la amas, pide perdón de ser posible de rodillas, y se paciente, tal vez eso les consiga por lo menos la amnistía mientras nace el bebe, tal vez logres convencerla, quien sabe que pasa por la cabeza de esa niña en estos momentos…
• En el jardín Nara y su padre hablaban… hijita, que sucede, has logrado decidir algo con respecto a tu futuro y el de ese bebe?

• Si papito, pero necesito saber que hablaron con Renzo allá adentro.
• Ese muchacho esta hecho un manojo de nervios esperando tu decisión, ha demostrado que en realidad te ama y ama a ese bebe más que a su vida, y aunque costó un poco, creo que logró entender la situación general y que debe respetar tú decisión sea cual sea.
• Está bien papito gracias. Solo espero que esto se pueda resolver hoy mismo, por la paz… estoy tan cansada de llorar y sufrir… ya solo quiero descansar.
• Y así será mi cielo, así será.