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Nara estaba acostada en la bañera y junto a ella había una botella de licor, tenía una mano en su vientre y otra fuera de la bañera, parecía dormida pero algo no estaba bien… el señor Leonel también había llegado y cuando vio tal escena y la botella vacía a un lado dio un grito ahogado y se arrodillo llorando junto a Nara.

• No, no, no, mi cielito no, por qué hiciste esto, como me abandonas así, porque no me dijiste nada, tal vez abríamos encontrado una solución a los problemas, porque, por que, por que, decía una y otra vez el señor Leonel.

 Renzo estaba de piedra ante este cuadro, al inicio pensó que solo estaba dormida porque se había embriagado, pero cuando escucho al señor Leonel, sintió como si un rayo le hubiera atravesado la cabeza y en el proceso hubiera destruido su cerebro junto con su corazón, las fuerzas lo abandonaron y se desmayo, su padre por otro lado busco señales de vida en el cuerpo de Nara pero no encontró nada… estaba… muerta. Con manos temblorosas, como pudo llamo a la policía y un forense amigo suyo para que levantaran el cadáver de Nara y su bebe, ambos habían fallecido.

• Cuando la policía llego y pregunto qué sucedió nadie supo que decir, a la llegada del forense este reviso y determino que Nara había fallecido por un paro respiratorio pero habría que hacerle una autopsia para ver las causas reales del deceso. A lo que el señor Leonel respondió
• Yo se la causa, fue esa botella y señalo el suelo.
• Todos lo vieron extrañados entonces el explico
• Mi Nara tenía una rara alergia al alcohol, ella no podía beber alcohol por que le produciría edema de glotis. La primera vez que le ocurrió casi muere, afortunadamente pudimos ayudarla a tiempo, para la segunda vez ya estábamos más preparados y no pasó a mayores pero desde entonces ella sabía que no podía beber alcohol o moriría si no recibía atención inmediata. Creo que por eso había venido aquí, sabía que había alcohol y no habría nadie que la ayudara…y lloró… mi hija sabía muy bien lo que hacía.
• Renzo se puso furioso y quiso golpearlo, porque demonios nunca me dijeron algo tan importante, si lo hubiera sabido no habría dejado tanto licor a su alcance maldición, dijo entre gritos y llanto, ahora la perdí, los perdí, perdí a mi familia, como pudo hacerme esto, decía golpeando al piso mientras estaba allí de rodillas.

Su padre no sabía que decir ante este cuadro tan desgarrador, su hijo estaba sufriendo, su nuera y su nieto habían muerto, todo por un malentendido.

• El señor Leonel alcanzó a decir: ella te dio una oportunidad, trató de ser feliz, pero en realidad no lo era, yo siempre lo supe, aunque nunca me lo haya dicho de frente lo podía ver en su mirada, y tú ¿qué hiciste?, permitiste que se quebrara, ya lo habías visto antes, sabias que ella era frágil, te lo había advertido, pero no, se te olvido en cuanto tú fuiste feliz, olvidándote de nuevo de sus sentimientos, esto es tu retribución por todo lo que le hiciste, espero que hayas disfrutado de tu falsa dicha y que de ahora en adelante seas realmente feliz…. Diciendo esto se marchó.

Después del funeral de Nara y su bebe, Renzo se encerró en la casita y no salió por un buen tiempo, sus padres sufrían al verlo tan destrozado pero no podían ayudarlo, ellos también entendían su pesar, el padre de Nara enfermo y después de un mes también murió de un paro cardiaco pero cuando lo encontraron tenía una sonrisa en su rostro, Gregorio comento que era porque se volvería a encontrar con su familia, y tal vez era cierto, allí estaban su esposa, su hija y su nieto, como no iba a estar feliz.

Al final la vida continuó su paso lento, cada quien se dedico a sus cosas, sólo Renzo se quedo perdido en el tiempo, recordando lo que pudo ser y no fue, lo que tuvo y perdió tan miserablemente, lo que no volvería a encontrar nunca más, solo podía pensar al final… amar lastima.