Amor Robado. Saga Salamina Nº 3

Capítulo 22

Rosa conducía en un mar de lágrimas, lloraba porque todos sus planes con Julio habían fracasado, todo se perdió por su proceder.

Aunque la verdad era otra, era que todo estaba perdido desde hacía mucho tiempo atrás, ella pudo percatarse del interés de él por ella, las veces que explotaba por los maltratos de ella y de su madre la hacía a Azucena, se ponía furioso cada vez que ella le decía que Azucena y Jeison tenían amoríos, inventaba cualquier cosa con tal de desilusionarlo, pero siempre hacia el efecto contrario de lo que ella y su madre deseaban alcanzar. Sus  mentiras en vez de alejarlo, lo acercaba cada vez más a ella.

Limpio sus lágrimas con rabia y mucho dolor, para su mala suerte ella se enamoró de un hombre que nunca la había amado, él sintió atracción por ella, pero apenas conoció a su hermana, quedo deslumbrado, y solo pensaba y hablada de ella.

Todo lo confirmo cuando en la fiesta de graduación, ella trato por todos los medios de llamar su atención, pero no consiguió nada, él solo se limitaba a observar a Azucena, por eso recurrió a provocarle celos, con un amigo que estaba en la fiesta y cuando él la vio solo se limitó a irse dentro de la gran casona donde se llevaba la fiesta lo vio marchar furioso, pero no con ella si no con Azucena, y así que decidió buscarlos rato después al no verlos en la fiesta y así fue cuando los vio haciéndose el amor.

Él estaba diciéndole palabras de amor a ella "Te amo Azucena" alcanzo a escucharlo cuando dijo esas palabras con tal emoción, que fue como un cuchillo que corto su corazón en dos partes. Dolida y traicionada por los dos decidió guardar silencio e inventar una barrera entre los dos, y así lo hizo, pero al final siempre perdió, al hombre que tanto amaba. Otra vez quedaba destrozada y sola.

Llego a la pequeña casa del invernadero, donde estaban viviendo en compañía de su madre, desde la muerte de su padre, porque por órdenes del fallecido fueron desalojadas de las propiedades hasta la lectura del testamento.

_ Mamá _ la llamo pero no la encontró y sin más se acostó boca abajo y dio rienda suelta a todo su dolor y amargura_ Oh, Julio porque no te enamoraste de mí, porque te fijaste en ella_ lloraba con el corazón desgarrado por el dolor.

La oficina del abogado estaba concurrida, en ella se encontraba la viuda que estaba ataviada con un vestido negro y un sombrero con velillo, se mostraba elegante y erguida en su silla, quería demostrar su status social a todos los presentes. También se encontraban  Margarita que estaba muy seria, Rosa la cual tenía unas grandes ojeras y los ojos irritados por el llanto también vestida de negro al igual que su madre y hermana.

El abogado estaba sentado y releía los documentos y hablando con los testigos.

_ Bueno señoras y señorita _ inició el letrado con aire pesado e incómodo _ si la señorita Azucena y el señor Julio Villalobos no están presente, lamento decirles que no podré leer el testamento, son órdenes del señor Kremer.

_ Pero, no es justo, si ella no aparece, entonces que vamos hacer _ dijo Margarita estaba ya cansada con todo ese correr y venir de un lado a otro _ No podemos hacerlo sin ella presente al fin y al cabo hay testigos, para verificar que se cumpla la voluntad de mi padre.

_ Lo siento mucho, señora....pero las instrucciones especifican que es necesario la presencia de.....

Las palabras del abogado quedan interrumpidas al abrirse la puerta y entrar Julio y él inmediatamente se quita el sombrero y saluda al abogado con la mano.

_ Lamento mucho la demora _ se disculpó con un brillo en los ojos. La demora fue porque se detuvo en la carretera en un paraje solitario y de manera rápida le hizo el amor a su esposa_ se nos presentó un imprevisto en el camino _ sonrió muy complacido.

Él se giró y su cara automáticamente cambio de sonrisa a seriedad y amargura al ver a Marisol y a Rosa.

_ Señora Marisol, ¿Cómo está? _ le estrechó  la mano y se dirigió a Margarita _ ¿Cómo estás?

_ Oh, Julito_ comenzó la melosa voz de Marisol_ que bien que hayas venido, tu mejor sabes lo mucho que te apreciaba Leonel, mi amado _ se pavoneaba sin vergüenza, cuando era bien sabido la falta de amor y respeto de ella por el difunto.

_ ¡Mamá! _ Margarita la interrumpió molesta, era ridículo el papelón que estaba haciendo _ Hola Julio, pudiste encontrarte con Azucena _ preguntó la hermana al verlo entrar solo.

_ ¿Cómo? Rosa no les dijo que ella está en el Rancho _ arqueó una ceja y miro con furia y desagrado a Rosa y a Marisol.

Marisol y Rosa sabían que Azucena estaba en el rancho, porque ellas escucharon una conversación de unos trabajadores del rancho, de que Azucena estaba en el rancho y que había llegado con una niña y que esta era muy linda y risueña y que además era la adoración del pastor y su esposa, pero a ciencia cierta no sabían nada en concreto, por eso envió Marisol a Rosa para que averiguara y así estar preparada para cualquier evento.

_ No, no le he podido contar nada _ bajo la mirada avergonzada _ No nos hemos visto en el resto del día.

_ Hum, que pena _ dijo Julio con un brillo misterioso en los ojos _ Bueno ella si vino, de mala gana pero vino_ se dirigió al abogado, solo dele unos minutos que fue al baño_ él rio para sus adentros, ella se fue a limpiar el desastre de él.




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