Catalina
-¿Qué has podido averiguar?- pregunto entre susurros.
-No mucho- responde tomando de su batido -Nana y la Abuela Clarissa lo único que hacen en hablar de una tal Mi-Suk y un Señor Park-
-Mmm, pero ¿no han comentado algo interesante?- insisto.
-Uff si- abro los ojos prestando más atención -resulta que Mi-Suk, por fin recordó que Dak-Ho es su crush de la infancia, ese que la salvo del auto, Ahh- ruedo los ojos ante su exagerado suspiro -y le dejo en el escritorio la cinta roja que él le regalo-
-¿En serio?- pregunto irónica.
-Siiii, es un amorrrr-
-¡Por Dios Dory!.... extraño Raty y a Maggie; ya en esta casa nadie sabe nada-
-¡Oye!- reclama empujándome el hombro -me ofendes, pero para ser sincera es cierto, mmm, yo también las extraño-
-¡Aishh! te falta entrenamiento, si eso es… cuando las chicas estén de vacaciones, pídele que te den un intensivo o algo-
-Pero sola, sin más nadie, mis hermanos no puedo con ellos uno esta todo el día destruyendo oídos con el cello y el otro creo que esta creando una secta de mafiosos juveniles-
-No exageres, el hecho que Sebas…- me quedo pensando los acontecimientos de los últimos meses -no, no creo que sea eso, en fin, tengo que saber que esta pasando con papá, Lana sólo dice que esta todo bien, pero no sé hay algo que no me…-
-¿Qué le pasa al abuelito?- murmura Becky halándome del pantalón.
La tomo entre mis brazos besando su cuello, lo que le causa risa instantánea, su lenguaje a mejorado mucho, así que cada vez que lo hace la lleno de besos.
-¿Dónde está el abuelito?- pregunta en lenguaje de señas al no poder gesticular por la risa.
-Tu abuelito Adrián llega hoy, pero ha estado triste y no sabemos por qué-
-Yo puedo- levanta su mano derecha -yo quiero ayudar-
-Mmm, ¿me quieres ayudar a saber por qué el abuelito Adrián esta triste?- afirma con su cabeza recostándose en mi hombro -¿Maggie te ha enseñado?- afirma nuevamente.
-A ver mocosa, ¿cómo piensas hacerlo?- Dory enarca una ceja señalando a Becky con su batido.
Iba a llamarle la atención, por decirle así, pero ambas nos quedamos sin palabras al ver su mirada brillosa, esos grandes ojos mirándola fijamente, parece un cachorrito con hambre, solo en medio de un callejón oscuro lloviendo, que ha perdido a su mamá.
-¡Wow!- exclamamos al unísono.
-¿Pero qué le pasa a la nena?- abuela llega levantando su bastón amenazante -dime ¿quién te puso esa carita? y le reiniciamos el sistema-
-Abuelo- giramos a verla sorprendidas -extraño al abuelito-
-¡Contratada!- exclamo besando su cuello.
-Voy a llamar por esas clases intensivas- veo como se aleja con el teléfono en la mano.
-¿Esta fingiendo?- mi abuela me mira con la boca abierta.
-Ahh Clarissa y eso que no la ha visto cuando pide galletas y helado- Doña Nana niega con la cabeza -esa mirada es capaz de provocar la tercera guerra mundial, todavía recuerdo cuando la Niña Maggie le enseñaba mirándose al espejo-
Becky sonríe levantando la cabeza y sonriéndole a ambas mujeres.
-Impresionante y yo que pensaba buscar Adrián donde estuviese y arrastrarlo-
-Abuelito-
-¿Si lo extrañas?, ¡Ahh Señor dame paciencia!, Jorgeeeeee, pero ¿dónde está metido este viejo?- camina llevándose a Doña Nana con ella, en dirección al jardín -Jorgeeeeee llama Adrián, la nena lo extraña, Jorgeeeeee…-
-Mmm a ver mi niña- le pido al quedarnos solas -agacha un poco la cabeza… ahora un poco a la derecha… levanta los ojos… así, si eso… con esa mirada tu abuelito por fin hablara-
-Mmm, yo ayudo mami-
-¡Awww muero de amor con locura!- la lleno de besos y su risa invade toda la estancia.
-Siempre se mete una basurita en el ojo en estas ocasiones- nos interrumpe una voz temblorosa.
-Osito es que eres muy sentimental o estas en tus días, ¡Hola Cata!, ¡Hola hermosa!-.
-Hieres mis sentimiento Manda, soy un hombre seguro de mi mismo, capaz de demostrar sus sentimientos, sin pensar en prejuicios sociales absurdos-
-Y por eso te amo tanto osito- Amanda se acerca a besar a Paulin.
-Cucaracha- Becky señala detrás de él, por donde viene caminando Don Bip.
-Uff gracias- Paulin le entrega un billete, robándole un beso rápido a Amanda y huyendo como siempre.
-¿Ahora eres alarma?- pregunto a la pequeña que guarda el billete en el bolsillo delantero de su vestido.
-No soy alarma soy faro, Tío Paulin me contrato- explica orgullosa haciendo que cruce mirada con Amanda estallando de risa.
-¿Por qué se ríen?- Mateo llega a mi lado, besando mi mejilla a modo de saludo al igual que con sus hermanas.
-Papá tío Paulin esta en la cocina- Amanda abre los ojos ante la denuncia de la pequeña.
-Gracias nena- Don Bip la besa nuevamente y le entrega un billete de más alta denominación comparado con el que le dio Paulin -¿Y Pulgosin?-
-En la cocina- responde y un grito desde ese sitio llega a nosotros, así como ladridos insistentes.
-¡Perro del demonio!… va de retro satanás, aléjate, shu, shu… no me muestres esos dientes de roedor, no, no mentira, lindo perrito con trastornos patológicos… ¡ahhhh! Sáquenme de aquiiiiii-
Ruedo los ojos al ver la cara de felicidad de Don Bip y más al susurrarle algo a Becky dándole otro billete. Amanda seguro fue a rescatar a Paulin, porque desapareció.
-Muy bonito, hermoso- me quejo mirándolos a los dos que están entre risas -Becky tienes prohibido ver a Maggie por un mes, no puede ser posible que te enseñe esas cosas, tienes que ser una niña, sin mañas, como eres doble agente y encima te pagan cada uno, noooo, eso no se puede así… es que como diría Sor Soledad, esto se lo llevo quien lo trajo, qué se llevo o que llego no sé, pero siempre decía eso cuando se quedaba sin argumentos-