Arcania : El Principe Exiliado Y La Heredera De Fuego

CAPITULO 34: Luces

Capítulo 34: Luces

Cuando desperté Aideen estaba acurrucada a mi lado y mientras me intentaba levantar ella abrió los ojos, rápidamente entramos en pánico al no poder encontrar a Hana y Fred. Aideen grito con desesperación el nombre de ambos pero nadie contestaba, no sabíamos si debíamos quedarnos ahí o buscarlos por nuestra cuenta. Finalmente decidimos buscarlos, se me ocurrió la idea de dejar un rastro de maleza congelada por donde veníamos para así volver o que Fred y Hana los siguieran hasta encontrarnos. Caminamos durante mucho tiempo pero no había ningún rastro de ellos.

- ¿Dónde se habrán metido?

- Ni idea, pero algo no se siente bien- menciono Aideen mirando detenidamente a su alrededor

- ¿Qué quieres decir con eso?

- No lo sé con exactitud, pero creo que no debemos bajar la guardia

La intuición de Aideen fue acertada, mientras seguíamos nuestro camino dos personas desconocidas aparecieron, un chico y una chica, la chica era delgada, ojos verdes y vestía un pantalón con una blusa ceñida, el chico era fornido no usaba más que unos pantalones, un chaleco y sus ojos eran de color gris. Podrían parecer normales pero había cosas que no encajaban una que ese lugar se supondría estaba deshabitado y dos ambos tenían el cabello negro.

Aideen apunto con el arco y les pregunto quiénes eran, pero no contestaron. La chica le lanzo a Aideen una bola de fuego, en su sorpresa no pudo defenderse y tuve que intervenir, congele aquella llameante esfera y se vaporizo en el aire. Posteriormente el chico nos lanzó un rayo que fue detenido por Aideen y su espada, pero también recibió un poco de daño.

- ¡¿Que está pasando aquí?! ¡¿Acaso son híbridos?!– grito Aideen confundida

- No lo creo, nunca había visto a alguien como ellos -

Aideen daba casi todos los golpes y me defendía, una vez acostumbrado a la idea de que ellos podían utilizar esas habilidades, pude estar a la par. Aideen redirigía el fuego de la chica hacia ella misma o a su compañero, mientras que el otro le atacaba a distancia, ella podía esquivarlos fácilmente pero difícilmente podía atacarlo, yo intentaba ayudarla, le cubría las espaldas creando estalagmitas y arrojando dagas de hielo.

- Son muy lentos, se ve que no han tenido un entrenamiento adecuado – Aideen parecía confiada.

- Dilo por ti, yo de verdad creo que es difícil.

- Solo no estás acostumbrado a pelear con más de un oponente con habilidades diferentes

Ambos chicos se molestaron porque nos pusimos a hablar mientras peleábamos, estaba claro que ganaríamos el encuentro. El chico comenzó a molestarse y logro expulsar una gran cantidad de rayos, todos alrededor terminamos siendo expulsados al aire por él, después de recuperar la conciencia la chica estaba al lado del cuerpo del chico que al parecer había fallecido, lloraba incesantemente a su lado. Cuándo nos acercamos ella se molestó y comenzó a lanzar fuego indiscriminadamente y descontroladamente que gran parte de la maleza se predio en llamas.

- ¡Mueran!, ¡desaparezcan ustedes quienes nos desprecian y humillan!

- ¡Ya basta! ¡quieres quemarlo todo! – le grito Aideen

- Lo hare si es necesario- dijo la chica con lágrimas en sus ojos

De pronto mientras nos atacaba dejo de respirar, estaba claramente ahogándose, movía sus manos intentado abrir su garganta y después de forma casi inmediata tuvo una auto combustión y se convirtió en cenizas frente a nuestros ojos. Aideen cayó al suelo impresionada por lo que había visto, yo me encontraba en shock y no sabía qué hacer, ahí frente a nosotros yacían personas que habían sido traicionadas por sus habilidades. Apagamos el fuego que se había creado y enterramos los cuerpos. Decidimos regresar por donde habíamos venido por si Fred y Hana habían regresado de algún modo.

El camino fue silencioso, era casi de noche y Aideen había encendido su mano para guiarnos, pero después se incoó en el suelo.

- Todavía no puedo creer nada de lo que pasamos- miraba atenta la llama que tenía en sus manos.

- Tendrá alguna explicación y lo averiguaremos luego, por ahora hay que encontrar a Hana y Fred.

La poca luz que quedaba de la tarde desapareció y se volvió oscuro, Aideen seguía hincada en el suelo mirando el fuego.

- Ella se incendió ante mis ojos, nunca había presenciado algo así

- Aideen deja de pensarlo, concéntrate en nuestros amigos, puede que necesiten ayuda

Pero Aideen estaba ida, puse mis manos sobre las suyas las cuales sostenían el fuego y trate de verla a los ojos.

- Aideen, necesito que reacciones, Fred y Hana nos necesitan, yo te necesito, debemos seguir y encontrarlos antes de que algo suceda.

Finalmente Aideen se incorporó y trato de despejar su mente, ella guiaba el camino y no bajaba la guardia. Nunca había congeniado bien con ella, era brusca, mandona y se alteraba con facilidad, pero también me había ayudado bastante aun después de lo sucedido con Fred y ahora estaba seguro que si ella no estuviera conmigo habría sido capturado o asesinado, no paraba de pensar en eso mientras miraba su espalda  y como su rizado cabello se movía mientras avanzaba, de forma involuntaria tire de uno de ellos. Ella rápidamente se volteo y casi me atraviesa con la espada.

- ¡¿Qué es lo que te pasa?! ¡¿Pude haberte matado sabes?!



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En el texto hay: dioses, habilidades especiales, aventura y amor

Editado: 29.04.2020

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