Ashley

Capítulo Seis

Pase lo que quedaba de la tarde jugando con Daniel y el pequeño Luke en la playa, hacía tiempo que no disfrutaba una tarde con tanta risa. La verdad que el pequeño es un terremoto, todo el tiempo quería meterse al agua y cuando Daniel le decía que no porque quería descansar igual iba corriendo. Algunas veces iba yo a sacarlo porque se notaba que Daniel estaba cansado, también jugamos a armar castillos de arena cosa que a ninguno se le daba bien pero las carcajadas que daba Luke recompensaba la frustración que me daba el no saber hacer casillos. 

Cuando estaba anocheciendo Daniel me invita a cenar con ellos a un pequeño restaurante que está en el pueblo, al parecer salir a cenar fuera todos los sábados es una tradición que tiene con su hijo, sin importar la fecha excepto los días que hacía mucho frio porque no quería que el niño se enfermara.

Con gusto acepte la invitación porque sabía que si me quedaba iba a pensar en cosas que me pondrían mal y llorar hasta lograr dormirme.

-¿Te parece si en una hora te esperamos en la puerta?-dice Daniel ya con todas las cosas que había sacado en las manos.

-Me parece-le doy una sonrisa y después vuelo a mi casa.

Mientras me ducho se me viene una duda a la cabeza. ¿Dónde estará la madre de Luke? Espero que no sea de esas madres que abandonan a sus hijos con su padre porque no sabe cuidarlos porque se ganaría mi odio sin conocerla. No entiendo como hay mujeres que les hacen eso a sus hijos así como también hay hombres que lo hacen. Creo que un hijo es algo realmente hermoso, sin importar tu situación en el momento porque si realmente lo amas lo aceptas y logras salir adelante. Si hay situaciones en la que no sabes que hacer, se aprende porque nadie nació sabiendo ser madre o padre. 

Cuando salgo del baño me cambio. Me pongo un vestido largo estilo veraniego de color azul con detalles en zic zac blancos, que en el momento de empacar no sabia porque los guardaba pero ahora agradesco haberlo hecho, unas sandalias de tiras sin tacon, me desenredo el pelo y lo dejo suelto, me dejo la cara al natural sin maquillaje. Me coloco un poco de perfume mientras me fijo la hora. Solo quedan cinco minutos así que recojo mi bolso y rápido bajo.

Justo cuando termino de cerrar la puerta con llave escucho la vocecita de Luke hablar con su padre, cuando voy hacia su casa él me ve.

-¡Ash!- grita con emoción.

-¡Luke!- imito su emoción y el corre a darme un abraso que sinceramente me toma por sorpresa y por la cara que puso Daniel deduzco que a él también y eso me pone un poco incomoda porque para ellos prácticamente soy una desconocida y ellos igual para mí. Aunque desde el primer momento en que los vi a los dos juntos por primera vez sentí una conexión extraña. 

-¡Ey! campeón ven a subirte al auto- el pequeño me suelta y va hacia su padre que estaba al lado del auto. Después de asegurarse que esté bien sentado y de cerrar la puerta me mira y me regala una pequeña sonrisa.-Te ves bien.

-Gracias-no sé si fue un cumplido pero por las dudas le agradezco igual. Daniel va hacia la puerta del copiloto y la abre dándome entender que es mi turno de subir- Gracias, no hacía falta que lo hicieras.

-Lo sé, pero a mí me gusta ser caballero-dice antes de cerrar la puerta. Lo veo rodear el auto y se sube al auto, se pone el cinturón y cuando esta por arrancar me mira.-ponte el cinturón.

-Oh, no me había dado cuenta.- el sólo me da un asentamiento con la cabeza y pierde su vista en la calle.

Luke, detrás nuestro, empieza a hablar de una película de dibujitos que había visto hace poco en la casa de su abuela y nuevamente se me viene la duda sobre el paradero de su madre. No se pero al pensar que ella se esta perdiendo días con él me da una sensación extraña en el pecho.

Luego de unos quince minutos andando llegamos a un restaurante que no me acordaba que existía.

Cuando entramos al lugar me quedo fascinada, tiene una decoración primaveral, hay flores por todos lados y eso le da una pizca de vida al lugar, por las paredes hay luces de todos colores que me hacen recordar a la luces del árbol de navidad. Todas las mesas son redondas y en el centro tiene un florero, todas las mesas tienen flores distintas, también tiene una barra con sillas altar alrededor y al lado hay una escalera que deduzco que va a un segundo piso.

-¿Te gusta?- pregunta Daniel mientras nos sentamos en una mesa que se encuentra a un costado del salón y agradezco que estemos hubicados en esta parte porque puedo ver todo el lugar completo.

-¿Si me gusta? ¡Me encanta! – digo emocionada- Nunca habia estado en un lugar asi. Parece como si toda una florería entera se encuentra aquí.

Él me sonríe- La verdad es que esa es la idea, dependiendo de la estación del año el restaurante es decorado. Es realmente un hermoso lugar.

Yo solo asiento mientras sigo mirando todo. A lo lejos noto que hay una puerta que dice “juegos”. ¡Hasta tienen pensado en un lugar para los niños! Este lugar es increíble, algún dia de mis vacaciones de verano tengo que traer a Hanna, conociéndola seguro que queda mas enamorada del lugar que yo.

Una mesera se nos acerca y con una sonrisa ,que hasta me da la sensación que es real, nos entrega la carta y espera para anotar nuestros pedidos. Luke pide una hamburguesa, Daniel una carne al horno con ensalada y yo no se que pedir, todas las comidas que aparece en la carta parece ser deliciosa pero al final termino pidiendo lo mismo que Daniel pero en lugar de ensalada pido papas fritas. Son mi perdición. Una vez que la mesera que retiro el Luke pide ir a los juegos asi que me ofresco en llevarlo hasta que traigan la comida. 




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