Besos Sabor A Vainilla

CAPÍTULO 11

ULISES

Me levanto de la cama son las 6:50, he dormido 50 minutos extra.

Aún tengo tiempo, pero es que anoche después de su llamada el sueño decidió ausentarse. Me quede pensando en la osadía que tuvo al llamar tan noche, o mejor dicho en el porque respondí, fingiendo no conocer su número telefónico. O tal vez, solo tal vez me quede pensando en la sensación de escuchar su voz feliz y a la vez avergonzada, todo el mundo le pide ser perfecta y eso está claro que no se puede, fingir agota y ella lo está por ese lado.

Me ducho, bajó a la cocina y me preparo un sándwich.

Tomó las llaves de la motocicleta hoy no quiero ser chófer de nadie, bueno a excepción de ella. Además de que tengo tiempo sin usarla y ya hace falta sentir el frío viento matutino calarse en los huesos, es adrenalina pura.

La arrancó y en menos de lo habitual estoy en su casa.

—Buenos días, ¿Qué le paso al auto? —se preocupa más por el auto cuando yo no dormí más que hora y media. «y ella como va a saber eso y de cuando acá nos molesta desvelarnos».

—Pues el decidió quedarse a dormir cosa que algunos no pudimos. —le suelto y suelta una risa.

—Lo siento, en verdad te lo recompensare después. —dice y se acomoda el casco.

Levanto las cejas y una sonrisa sale de mí.

—Claro, que vas a recompensarlo.

—Claro que vas a cobrar, malo sería sino.

se monta con tanta delicadeza.

—si quieres, te puedes tomar de mi, por si te da miedo. —le digo.

—espero que no, así que andando.

creí que tendría miedo o pánico a las motos, pero me sorprende más que siento un vacío en mi ser y me siento desilusionado, nadie me dice que no.

Llegamos a nuestro destino, se quita el casco y su cabello estalla alrededor de su cabeza lo ignora totalmente. Y eso me causa gracia, su cabello me gusta tanto, es como ella no se esconde y se hace visible cuando menos te lo esperas.

—Vaya si que sabes ser compañía en una moto. Primera vez que no termino con la piel magullada o con rasguños.
—Las chicas que subes quieren llamar tu atención O bien son novatas.
—¿Y tú no?

—¿Yo qué?—me mira con duda.
—¿No eres novata?

se ríe delicadamente.
—O eso, no para nada.
—Y yo pensando que sería el primero.
—Tuve en el colegio un novio que le gustaba conducir puras motos, era obvio que me enseñó a montarlas.
—Vaya, y yo pensando que sólo habías tenido al innombrable.
—Pues pensaste mal, además te recuerdo que también tengo un hermano, que en su época de adolescente tenía una. Lamento decepcionarte.
—¿Decepcionarme?
—Pues sí, por no ser tú el primero, pero no te aflijas ya veremos en qué eres el primero.

me palmea el hombro.

—Te veo después. —me dice y se va con el teléfono en el oído, ha recibido una llamada.

—Hola guapo, ¿listo para mañana? — dice Alina.

—Pues digamos que sí. —avanzó y ella se me pega.

—veo que no has traído el coche, te ves más sexy en moto, más rudo. —suelta sin ninguna pena. —Ya tenías tiempo sin traerla. ¿la impresionaste?

—Gracias, no lo había notado. ahora si me permites tengo clases que presenciar, nos vemos. —no le respondo lo ultimo, vaya dolor de cabeza.

—Eres difícil con todas, pero al parecer ella es la excepción. —me dice de repente.

me detengo y me doy media vuelta, ¿Qué carajos?

—¿Disculpa?

—Te conozco, en ningún año de estar aquí has subido a una chica de la universidad a tu auto, no has tenido una conversación con ellas, pero sobre todo no nos regalas sonrisas de verdad. eso sin duda la hace a ella la excepción.

—¿sonrisas de verdad? ¿excepción? Alina ¿no?, es hermana de mi mejor amigo tengo que tratarla bien.

—Esa sonrisa que te llega hasta los ojos y te hace resaltar esos hoyuelos, esa que le dedicaste cuando se quito el casco, Excepción. y esa excusa de que es hermana de Isma, no te la crees ni tú. Creí que la impresionada sería ella, per sabemos que es difícil de conquistar, lo que no analice fue que tú serías el sorprendido. Quiero ver esto.

—Que tengas buen día, Alina. — retomo mi camino y no puedo evitar pensar.

No está mal Alina, incluso me llama la atención pero no es que quiera tener algo con ella y vaya y le cuente todo a Emma, no es que me importe, pero no quiero que Ismael se entere de que su hermana sabe lo que hago en mis intimidades. Alina se ve de que es de esas amigas que cuentan hasta el mínimo gesto, ¿me conviene? sí, no echaría mentiras en lo que dijera, pero el problema está de quién es mejor amiga. «¿De cuando acá nos importa lo que piensen de nosotros?»

A veces pienso que así como es de conservadora Emma; aún sea virgen, pero también es de una mente totalmente abierta, aunque también con el imbécil de novio que tiene está para dudarse, en todos los aspectos debemos ser caballeros pero hay unos en los que el título se debe dejar de lado. Me detengo cuando soy consciente de lo que vengo pensando. A mi que me importa la vida sexual activa o inactiva de ella.

La mañana se va eternamente y hoy no podré ir a ningún sitio con ella por dos razones:

Una tengo que acabar unas maquetas y prefiero hacerlo aquí y dos Lana llegará en unas horas y después de insistirme acepte ir a cenar con ella. No sé por que no se queda más tiempo en México, o viaja a otros lados, es una joven que su único oficio es el de viajar y despilfarrar billetes, sus hermanos ya tienen todo bajo control ella al ser la menor tiene menos responsabilidades (por no decir ninguna). Así que mi tiempo hoy no será mío.

Le marco para avisarle pero no lo toma. Después de cuatro llamadas lo hace.

Hola, te veo en tres minutos me quedé charlando. —me dice.

—No hay prisas, al contrario hoy no seré yo quien te lleve, lo hará mi chófer está estacionado junto a la moto así que te guiarás por ello.—no dice nada.

oh, no te hubieras molestado en enviarlo pude haber pedido un taxi. —dice molesta y agitada, debió correr,—no me cuelgues por si no me quiere subir.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.