El sonido chillón de la alarma la despertó, gruñendo se levanto, no quería levantarse estaba soñando muy bonito hasta que la malvada alarma sonó arruinando su sueño.
Soñolienta entro al cuarto de baño, se lavó la cara y los dientes, después se despojó de su ropa y se metió a la bañera, abrió los grifos con forma de flor; el agua caliente comenzó a caerle al cuerpo, estiro la mano para que el bote de jabón corporal comenzara a filtrar jabón en su mano.
Adoraba ese jabón, miel y almendra, se lavó y después se puso el shampoo.
Una ves limpia, salió envuelta en una toalla rosada, busco un vestido negro de manga hasta los codos y a las rodillas, sacó un conjunto de ropa interior y se dispuso a vestir.
Hortensia entro con su desayuno, un cóctel de frutas, fresas, kiwi, uvas verdes sin semilla ya que odiaba sacárselas, durazno, piña y por último cerezas, todo junto en un plato de vidrio hondo, con yogur natural y avena.
— gracias
Agarro el peine para comenzar a desenredarse el cabello, mientras hortensia acomodaba su cama.
— ¿cuándo vienen mis padres? –pregunto.
— no le se mi niña, tu madre no me dijo nada y sabes que tu padre no da explicaciones a ninguno del servicio.
No estaba sorprendida, sus padres estaban ocupada como para ponerle atención a ella.
Se hizo una cola mientras se veía los pequeños rasguños de la huida, esperaba no volver a toparse a esas personas jamás en su vida.
Pero algo le decía que volvería a ver a ese tal Aleksei, ya que estaba dispuesta a saber todo sobre su hermano costase lo que costase.
Iría al colegio a rehogare sus calificaciones, estando sola en su habitación investigo sobre los nuevos cursos de arte que habría en el colegio para verano, navego por el internet un buen rato hasta que se aburrió.
Apago su Mac, busco un bolso de su closet de bolsas y eligió uno, guardó su iPhone, su cartera y otra cosas un importancia, se puso unas zapatos bajitos y una ves lista salió de su habitación.
Las sirvientas iba de arriba abajo trabajado para mantener la casa limpia, decir casa se quedaba corto, más bien la mansión como la de toda familia adinerada.
Salió y fue al estacionamiento subterráneo de la casa donde estaban los coches de sus padres y los de ella, recordó que había dejado su Audi en la cabaña de su hermano Billy cuando fue secuestrada por esas personas.
Agarro la camioneta azul rey de su padre ya que no la usaba dudaba que se diera cuenta o le daría igual, metió su bolsa en el asiento del copiloto y subió al del piloto, arranco y salió de ahí.
No podía negar que estaba nerviosa y miedosa en todo el transcurso de la ida al colegio, era normal, después de ver que tipo de perdonas la habían secuestrado y manipulado la situación a su antojo.
Cuando supo que no la volverían a secuestras ya que ningún carro sumamente sospechoso la seguía se relajó hasta el punto de que aflojo su agarre en el volante de la camioneta.
Su iPhone sonó y contesto sin ganas.
— ¿en dónde diablos estas Maya? Marque a la ama de llaves y me dijo que saliste, ¿se puede saber a donde vas?
— hola mamá –saludo como si ella lo hubiera hecho cosa que a su madre le irritaba– voy a colegio...
— bueno, espero que no estés mintiendo Maya... Tu padre levanto una denuncia sobre tu asalto, de ahora en adelante tendrás a dos guardaespaldas no queremos que un escándalo sobre ti salga sería horrible para el apellido Balfour.
— lo siento —susurro ante el regaño de su madre– ¿cuándo vienen a casa?
— en un mes, estaré patrocinando el desfile en París y tu padre tiene unos negocios que concluir con nuevas empresas, a demás encontramos a un chico que es ideal para ser tu esposo ya lo conocerás.
— bien...nos vemos —colgó.
"Esposo" no quería un esposo y menos aún chico que fuera seleccionado por su padres pero si se negaba la regañarían y quizás la corrieran.
Su madre controlaba cada parte de su vida hasta el más mino detalle, lo que se ponía o que comía, tenía prohibido salir sin avisar, no podía comer grasas, podía ir de vacaciones pero con niñeras para que la controlarán, no podía tener novio ya que su padre lo había dejado claro el eligiera al hombre con el que ella se iba a casar.
Maya no tenía vida propia, estaba encerrada en una jaula de oro pero seguía siendo un a jaula al fin de acabo. No tenía vos ni voto con sus padres, tenía que acatar las órdenes al pie de la letra.
Estaciono en su lugar correspondiente, cada estudiante tenía un apartado en donde estacionar, apago la camioneta y agarro su bolso, salió del interior del coche y puso seguro.
Camino despacio hasta llegara a la entrada, saludo a profesor de lengua y fue a servicios estudiantiles para recoger su boleta, Margarita no estaba de bien humor ya que la fulminó con la mirada.
— paso la fecha de entrega, señorita Balfour
— lo siento....estuve de viaje –mintió, no le iba a decir "fui secuestrada por los amigos de mi hermano".