Breaking Rules N°1

CAPITULO 9

Al bajar, Maya de di cuenta de que la mayoría estaba dentro de la casa, había una segundo casa más chica donde los trabajadores que seguían a Aleksei vivían.

Una cálida mano masculina se posó en su espalda baja dándole escalofríos y haciéndola temblar.

— ¿pasa algo? –aquellos ojos grises se clavaron en ella– ¿Maya?

El calor de esa mirada la calentaba y le había sentir cosas que no conocía. Avergonzada de sus pensamiento, negó y soltó el aire que estaba conteniendo sin darse cuenta.

— No, sólo estoy algo cansada.

Fueron a la cocina donde la encargada estaba sirviéndole un poco de helado en una copa, vio que las dos bolas de helado eran de su sabor favorito. No pudo evitar salir corriendo para probarlo, hacia tanto tiempo que no comía ninguno, su madre le había prohibido comerlo con la excusa de que le haría mal.

Mariana le tendió una cuchara, la acepto y cogió un poco de helado para luego dirigirlo a su boca, gimió maravillada al sentir el sabor de la vainilla con el chocolate, ¡dios! Podía vivir de puro helado y sería feliz.

— pareces que tuvieras un orgasmo, Maya. –pinchó burlonamente Galen– das envidia.

El helado que iba bajando por su garganta fallo en bajar por las palabras de Galen, se ahogó. La carcajada de Galen no hizo más que avergonzarla a límites inimaginables.

Roja a más no poder, noto que Aleksei reía por las palabras dichas por Galen, esto era sumamente vergonzoso.

— yo no pongo esa cara –susurro aún con la cara roja con tomate.

Cuando Galen iba a responderle se escucharon chiflidos y piropos, la mujer rubia que vio por primera ves con Aleksei entraba a la cocina, su vestido rojo se ajustaba como un guante a su figura de modelo, resaltando cada curva y cada atributo, el vestido le llegaba a mitad de los muslos, las zapatillas de plataforma y de tacón de aguja la hacían ver alta, la melena rubia caía en ondas hasta los hombros, su maquillaje era perfecto, en pocas palabras la mujer estaba perfectamente vestida y ni decir de su belleza europea.

Ella le paso, ignorándola como si fuera un insecto insignificante, observo como la mujer enrollaba los brazos en el cuello de Aleksei para luego besarlo.

Frunció el ceño, ¿cuantas mujeres tenía Aleksei? Era peor que un gígolo.

— ¿Que haces aquí Bonny? –Aleksei la alejo de él.

La mujer hizo un puchero mientras le dedicaba una mirada de deseo a Aleksei, maya se sintió incómoda a parte de que no le gustaba ver como esa tipa besaba Aleksei. No tenía que importarle pero lo hacía y no sabía porque.

— ¿No puedo venir a verte?

Maya vio como las manos de Bonny recorrían el abdomen de Aleksei, pero él le quitaba las manos.

— vendrás cuando yo quiera –dijo Aleksei– te recuerdo que ese es el trato entre tu y yo, espero que vayas a la junta.

— imbécil —la réplica de Bonny hizo reír Galen– ¿porqué ella sigue aquí?

La ira de Bonny fue hacia ella, había odio puro y eso le dio miedo, no le había hecho nada para que la odiara.

— No te incumbe –respondió Aleksei con voz fría– vete a la mansión Esmeralda a donde tendrás que esperar con los otros.

— soy tu socia, Aleksei no tu sirvienta –espero Bonny– los demás líderes vendrán y no creo que les guste saber que esa zorrita este aquí.

— Te recuerdo que soy uno de ellos –Aleksei nunca perdía la compostura, Maya vio la ira bullir en los ojos de bonny– recuerda quién manda.

Maya observo como el rostro de Bonny palidecía, y luego retrocedía para irse murmurando palabras.
Aleksei la miro, la frialdad de su mirada le calo, ella no había hecho nada y ya estaba mojado con ella. Iba a decirle que se metiera su enojó por donde más le entrara pero su teléfono sonó y contesto.

— Hola mamá –saludo a su madre aunque está ignoro su saludo.

— ¿Dónde estas? –pregunto su madre irritada– Maya, no vayas a salir como el bastardo de tu hermano....

— No... Estoy en la biblioteca –mintió.

— Eso espero, hoy en la noche abra una fiesta en la casa de los Morrison, pasa a comprarte un vestido.

Ella miraba a Aleksei mientras ella hablaba con su madre.

— ¿Vestido? Si...

— uno decente, Maya. No quiero que mi hija ande mostrando piel como una puta –palabras crudas y crueles– tu prometido estará ahí.

Abrió los ojos, su prometido... Ella no quería prometido, no a un hombre que no  conocía ni mucho menos habían hablado, un desconocido que tendría poder sobre ella.

Asustada miro a Aleksei que parecía observarla intensamente.

— Mamá...yo....

— Está decidido, así que se buena y has lo que te dijo. –su madre colgó sin despedirse, no debía dolerle el desplante frío de su madre pero aún así, le dolía.

Bloqueó el teléfono, nunca serie libre, no cuando ella tenía miedo a estar sola eso le aterraba hasta los huesos.



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En el texto hay: muerte, mafia rusa, romanc

Editado: 24.04.2019

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