Hannah
Metí la galleta lentamente a mi boca, bajo su mirada oscurecida y su sonrisa torcida.
Las galletas con chispas de chocolate son mis favoritas, pero en este momento no se me antojaba comerla.
Así que obligue a mi cuerpo recibirla. No quería enfadar a Ian y que con eso llegara hacerme algo como lo de la tarde.
Fuera de eso ya casi terminaba la galleta, estaba a la mitad. Mire como su mano empezó a dibujar círculos en mis muslos, un escalofríos me invadio.
No me toques.
Quería gritarselo y bajarme de encima de él. Estoy muy incomoda. Bajo su mirada me metí el ultimo pedazo de galleta y sacudí mis manos lentamente. Algunas migajas cayeron en mis piernas.
Ian puso la vista ahí y tomó un pedacito de galleta para después comerserlo. Estaba divirtiéndose conmigo.
La garganta se me ha secado, estaba buena la galleta pero siempre es mejor acompañada con leche.
- ¿Terminaste? - su sonrisa y brillo en los ojos no se iba. Asentí en respuesta.
Mis brazos los tenía alrededor de mi, dándome un abrazo. Él fue subiendo las manos por mis costados. Mi corazón empezó a latir más rápido, no me moví, pero si empezaba a inquietarme.
Lo miraba a los ojos, que se encontraban dilatados. Sentí como una mano viajó hasta mi nuca y la otra en mi espalda baja. Me tense completemante.
Con la mano que tenía en mi espalda baja me empujó hacia delante, intente detenerme poniendo resistencia, pero gruño y empujó más fuerte, haciendo que mi cuerpo quedara inclinado con mi cabeza pegada a su pecho.
Esta posición no me gustaba para nada así que volví a intentar despegarme pero me presionó con sus brazos y me estrujo.
- Hoy quiero dormir así - su voz sonó somnolienta, seca. No objete nada.
Esta apunto de dormirse, una vez que lo haga me quito de encima suyo.
Ese era mi plan...de pronto sentí como se movía hasta quedar completamente acostado. Tragué saliva.
Pasaban los segundos, mi corazón amenazando con salirse, tenía mucha impotencia y el cosquilleo en mis piernas solo lo empeoraba. Así que como pude las estire y me quedé viendo a la puerta de mi cuarto rogando que ya se durmiera.
Minutos más tarde...
Tengo recargado un lado de mi cara en su pecho, su respiración ya es más lenta, el moviento que causa me está arrullando. Bostezo y parpadeo, quiero dormir. Ya se, pongo cada uno de mis brazos a los costados y me impulsó para levantarme. Me alegre tanto que ya pudiera salir de encima suyo...aborten la misión siento sus brazos tensarse y me vuelven a pegar a su pecho.
Se ha levantado.
- ¿Por qué no te has dormido? - cierro los ojos cuando escucho su voz ronca y molesta.
- No...no pue-puedo d-dormir - le confieso temerosa. En respuesta consigo un gruñido de fastidio.
Ay no, ya se enojo.
Quita un brazo de encima, ¿Qué va a hacer?, todo el sueño se ha ido de una, estoy alerta a sus movientos.
Cada segundo que pasa me mata, mi respiración se está agitando y no entiendo porque.
- ¿Puedes dejar de respirar así? - ignoro sus palabras, pero al instante abro mis ojos cuando siento la cobija encima, nos tapa a ambos y vuelve a abrazarme - Duermete gatita ya es muy tarde...
Al finalizar sus palabras empieza con sus caricias en mi espalda, pasa su mano de arriba hacia abajo. Mi cuerpo reacciona a ellas con un bostezo.
Quiero dormir, pero mi mente no me deja. No deja de repetir lo que pasó en la tarde. Casi fui violada en un sillón por un loco enfermo. En ese momento me sentí inútil, por más que quise defenderme no tuve el valor. Recorde la vez que estábamos en su cuarto y le rasguñe la cara y como consecuencia obtuve esto.
Así que como una vez leí y me dijo mi psicólogo...si una persona empieza a gritar, golpear o ponerse agresivo, tú debes hacer lo contrario, nunca ponerte a gritarle o dar pelea, solo lo empeora y puedes salir lastimada.
Y he notado cómo Ian reacciona cuando me niego o reprochó algo, su semblante cambia, sus ojos se oscurecen, aprieta sus puños y gruñe...con eso tengo suficiente para ser sumisa ante él. Porque él es hombre y yo una mujer, el tiene más fuerza que yo...y se nota que es capaz de golpearme si no se acatan sus órdenes. Le gusta sentir poder y si con eso evitó consecuencias desagradables...puede que llegue acostumbrarme.
Vuelvo a bostezar, ya estoy calientita, su cuerpo me transmite calor. Me acurruco mejor y empiezo a reproducir en mi cabeza las melodías de piano.
Tin..tin..tin..
***
Estaba soñando con mis padres, yo me encontraba en un bosque corriendo, escuchaba pisadas detrás de mí, me estremecía cada vez que una rama se rompía al pisarlas, estaba sudando y tenía sangre por diferentes partes de mi cuerpo. Ahí es cuando mis padres me susurraban "corre mi niña, no dejes que te alcanze", empecé a llorar y me detuve. "No princesa no te detengas, sigue mi amor", quería hacerles caso, seguir corriendo y huir pero mis piernas no reaccionaban..."gatita", esa palabra se repetía una y otra vez, cada vez más fuerte y como si eso fuera suficiente empecé a correr...¡Hannah!
- ¡Ahh! - desperté de golpe gritando, sentía mi cuerpo sudado. Mi corazón martillaba en mi pecho.
- ¿Hey ya paso, te encuentras bien? - la voz de Ethan me hizo volver, no recordaba que estaba a mi lado. Ya para este entonces me tenía en un abrazo de oso, no paraba de temblar - Solo fue un sueño feo...tranquila.
Me acariciaba la espalda, tenía mi cabeza escondida en su cuello. El sueño vuelve a mí y empiezo a llorar, ¿Por qué no les hice caso?, ¿De qué estaba huyendo?, ¿Qué hacía en un bosque?, esas y muchas más preguntas venían, la mayoría fueron acerca de mis padres por eso sollazaba.
- Shh tranquila...no pasa nada - escuchar a Ethan hablar no me tranquilizaba, ¿y si de él huía?
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posesivo y controlador, trastorno de identidad disociativo, dolor golpes sufrimiento
Editado: 16.12.2019