El agente estacionó el carro a varias cuadras lejos de la lancha. El detective el cuál estaba en el copiloto miró la cabaña, estaba recién hecha y al parecer tenía pocos clientes, el dueño de estás tierras había dado un palo poniendo la cabaña en esta esquina, dónde había una autopista que pasaban muchos autos para arriba salir de la ciudad y para abajo entrar a la ciudad. El carro de los agentes que entregarían el dinero pasó un rato después del otro lado de la calle, el detective y su grupo eran inteligentes subieron en vía contraría sin llamar la atención de los que conducían en la vía correcta.
—Primero que nada quiero que averigüen si su hermano sabe sobre los secuestros que Luis a hecho; más allá de lo que la tv ha informado, cuando ingresen el dinero hablen con él directamente antes de irse. Nosotros nos quedaremos de este lado de la autopista para no levantar sospechas, tenemos un franco tirador disponible con nosotros. Si ustedes ven que necesitan ayuda no entren — Habló por la radio con el agente que estaba encargado del grupo que llevaría el dinero a la casona.
—De verdad que Luis es muy tonto, ese plan es estúpido. Poner en riesgo el trabajo de tu hermano, en caso de que esté no sepa nada de sus andanzas —Comentó Gabriel, viendo cómo recibía mensajes uno detrás del otro de Nikolais preguntando que había pasado.
—No lo sé, algún plan tendrá bajo la manga para que nos la dé tan fácil. Tal vez la llevará junto con el niño a una habitación y mientras la buscamos se irá a buscar el dinero, no lo sé, no puedo pensar como lo hará, talvez simplemente entregará al niño he intentará llevarse a Ángela de rehén.
—Tienes razón hay que tener todo eso pensando, la casona es esa casa de madera que está al lado de la cabaña la lancha.
—Ya veo —Los agentes encargados llevaron las valijas hasta la casona, revisaron el lugar y este estaba vacío con una cámara de seguridad por dentro, los agentes se fueron hacia la cabaña, pero se dieron cuenta que el hermano de este no estaba. Investigaron un poco y supieron que el menor de los hermanos no lo habían visto ni siquiera en las cercanías de esta zona, y el hermano mayor estaba en su casa con su familia, le había dicho al encargado de la cabaña que no podía venir a este lugar hasta qué agarren a su hermano, que debía mantenerse bajo perfil, cada una de esa información la había recibido el detective por radio. Los agentes se fueron lejos y el detective Contreras se quedó junto con su equipo en el carro hasta la mañana del día siguiente.
Luis vio el reloj en su muñeca, las nueve de la mañana, se había quedado dormido en una esquina de la casa cuando Adalia se había ido en la noche, está vez Ángela con la compañía del joven no había hecho dramas por quedarse sola con él. Se levantó y despertó al joven esto hizo que Ángela se despertará también, le quitó el amarre de los pies y lo levantó.
—Debemos revisar si ya pusieron el dinero —Dijo jalando el muchacho por el poloche.
—¿Me vas a dejar aquí? —Cuestionó Ángela.
—Ángela, tengo que asegurarme de que me darán el dinero para poder devolverte mientras tanto solo me voy con él —Esperó que llegara unos minutos más tarde su compañera.
—¿Ya te vas? —Adalia entro a la casa a las once y media.
—Sí, Dale algo de comer a ambos ¿viste las noticias, que hay?
—Nada importante —Sqco unos panes de la mesa y se los pasó uno al niño el cuál lo tomó con ambas manos por el amarre y el otro a Ángela—. Solo que somos famosos los cuatro; mira ahora tengo que salir con esta gorra y este abrigo para que no me reconozcan en la calle.
—Dame las llave del carro —Adalia le entregó el juego de llaves y dicho esto agarró el joven el cuál aún seguía comiendo y salió de la casa, lo subió en el carro aún con los brazos amordazados y empezó a conducir—. Escúchame bien, si haces algo raro juro que te disparo, si intesta escapar juro que te disparo, mira —Sacó el arma—. No estoy bromeando, solo debes revisar si en la casona hay algunas bolsas o valijas negras, si las hay solo la vas trayendo como puedas y la pones en el asiento de atrás y luego entras alante.
—¿Y luego nos dejas ir?
—Tal vez ¿acaso no te gustaría ir a Colombia conmigo y Ángela?
—Ángela me prometió que estaríamos donde mi mamá pronto —Luis se encogió de hombros.
—Solamente si haces bien el trabajo estarás con tu madre —Dijo él aún conduciendo luego de detuvo, esperó que el semáforo cambiará de su color rojo a verde y luego siguió conduciendo.
Un auto negro se estacionó sin entrar a la propiedad de estacionamiento de la cabaña cosa que llamó la atención de los agentes, el detective Contreras sacó sus binoculares para poder ver más de cerca.
—Hay dos personas dentro del carro —Dijo e inmediatamente vieron como una silueta más pequeña salió junto a otra más grande.
—Ahí está, es él. Ese es Luis —Protestó Gabriel—La silueta se la ve viendo a todos lados paranoico, pero sin dar con su carro—. Vez te lo dije es un tonto, ni siquiera se ha dado cuenta que estamos aquí, es obvio que es su primera vez asiendo esto y le irá mal.
—No cantemos victoria todavía, no está Ángela en el carro, tampoco Adalia está en el carro —Comentó el detective Contreras.
—Vamos a seguirle hasta su guarida y luego pedimos refuerzo, pan comido; Créeme al final de este día Ángela y Nikolais se darán un abrazo —Habló por primera vez el francotirador, los agentes afirmaron con la cabeza.
El adolescente subió la última valija a la parte de atrás, eran tres muy pesadas, el chico algo cansado caminó hasta la puerta del copiloto y se vio apuntado con el arma de Luis.
—súbete tranquilo —El chico asustado se subió y Luis lo amordazó otra vez y empezó a conducir, mirando hacia el retrovisor y debes en cuando atrás en casi toda la trayectoria de su camino.
—¿Cuando nos vas a devolver?
—Supongo que ellos creen que lo haré ahí mismo en la cabaña, y pues que te digo cambio de planes.
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Editado: 10.08.2022