De Un Sueño a la Realidad

Capítulo catorce: La respuesta del subconsciente.

Cuando Matt murió, Christian tenía nueve años. El veintitrés de diciembre del año 2004, el señor que informaba sobre el clima había advertido sobre una tormenta de nieve; Matt, Christian y Robert veían las noticias y tiempo después, apareció Naomi y les apagó la televisión.

      —Es víspera de navidad, háganla feliz. Coman galletas —dijo y dejó la bandeja llena frente a ellos.

      Naomi llamó a Brad, quien organizaba su cuarto y le dijo que había preparado galletas, por lo que el pequeño bajó corriendo las escaleras y sorprendió a todos comiendo de la mayoría.

      —Wow, wow. Ten paciencia, saltamontes —había reído Matt y con él, Christian también—. Puedes atragantarte.

      El castaño recordaba perfectamente lo feliz que se sentía esa tarde. Jamás había estado tan feliz un día antes de la navidad, hubo muchas donde Matt estuvo fuera, debido a que realmente no estaba en Chicago. En esos días lo tenía y definitivamente no lo iba a dejar ir.

      El resto del día se la pasaron jugando Mario Kart y comiendo galletas. Hasta que llegó la noche y sus padres tuvieron que salir a una fiesta con compañeros de trabajo de Robert, como todas las noches antes de navidad. Los tres hermanos se despidieron y por supuesto, Matt quedó como su niñera.

      —Cuando diga que es hora de dormir, chicos, es hora de dormir, ¿comprendieron?

      Christian y Brad se miraron mutuamente y luego volvieron a ver a su hermano mayor.

      —¿Y si no nos dormimos? —preguntó el menor de todos.

      —Pues, me enseñaron a luchar, así que —Matt tomó a Brad y lo cargó, poniéndolo sobre su hombro mientras el niño reía—, los haré dormir, pequeños malhechores.

      Luego de eso vieron televisión y fue cuestión de tiempo para que ambos niños se quedaran dormidos. Matt los subió a la habitación, primero Brad, luego Christian. Se quedó un momento con ellos y luego dejó besos en sus frentes, diciéndoles que los amaba mucho. Entonces salió de la habitación y cuando cerró la puerta, escuchó el ruido de los pasos de alguien. Matt cerró los ojos y suspiró, realmente no quería creerlo, pero entonces, cuando se giró y lo vio, sintió mucha nostalgia.

      —¿Por qué? —preguntó el rubio, preocupado y su amigo soltó una sonrisa—. ¿Por qué lo haces?

      —Tengo que hacerlo —su voz era frívola y diferente, aunque Matt la había escuchado anteriormente, había visto esa actitud hace mucho tiempo atrás—. No me queda otra opción. Tengo que volverme fuerte. Ser capaz de hacerlo, así no sentiré nada porque realmente no importará.

      —¿Tú…? ¿Tú mataste a Alex? —volvió a preguntar, esperanzado de que negara.

      —Debiste presenciarlo —una risa se escapó. No era su risa y Matt no podía seguir escuchándola—. ¿Sabes? Era muy bueno en combate cuerpo a cuerpo, pero con sólo un disparo en su pierna quedó completamente débil, ¿puedes creerlo? Sólo bastó con poner mis manos en su cuello.

      —¿Así fue? —Matt tragó en seco—. ¿Qué acaso no te pidió que te detuvieras? ¿No intentó decirte que todo eso estaba mal? —realizó la última pregunta entre dientes y con voz baja, no queriendo gritar para no despertar a sus hermanos.

      —Oh, claro que sí. Pidió mucho que no le hiciera daño, que yo no era yo, blah, blah —hizo muecas a medida que hablaba y luego volvió a poner una expresión seria—. Adivina quién sigue muerto.

      —Seth… escúchame. No tienes que hacer esto. Podemos buscar ayuda juntos —Matt sonrió ligeramente y volvió a tragar saliva, sólo para pasar el nudo en su garganta.

      —Lo siento, Matty. Es demasiado tarde —respondió y casi a la misma vez lanzó una navaja hacia el rubio, la cual esquivó, agachándose.

      El arma cayó al suelo y Matt miró a Seth, luego ambos miraron la navaja, la única iluminación que tenían eran las luces navideñas de afuera. Se miraron de nuevo y entonces Seth comenzó a correr y Matt se levantó justo a tiempo para detenerlo, lo golpeó en el abdomen y el pelinegro gimió y se dobló en dos, cubriéndose la parte que le dolía.



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En el texto hay: romance juvenil, primeramor, amistad

Editado: 19.02.2018

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