En cuanto Chloe me llamó avisándome que había cambiado los pasajes, comencé a ordenar mi maleta con la ayuda de Cailín quien se encontraba bastante mal porque me tenía que ir de vuelta a Inglaterra, pero ambos sabíamos que sería así y es por eso que creo que ella no me dijo nada cuando le conté que debía regresar.
–Lo lamento, Blanca nieves. No pensé que me llamarían –Le dije por décima vez,
ella respiró profundo y me regaló una sonrisa triste.
–Lo sé, no importa Caín –Me miró a los ojos. –Sabíamos que sería así, pero ya volveremos a estar juntos todos los días.
–Créeme que he visto casas y departamentos que te encantarán –Le sonreí. –No lo dudo –Besó mis labios.
Esa madrugada del sábado Cailín fue a dejarme al aeropuerto junto a Dante, estuvimos bastante rato conversando y despidiéndonos, sentía que no había podido aprovechar lo suficiente con ella. De hecho llegué al punto de arrepentirme por tener que trabajar en una marca tan importante como lo es NyAn.
CAILÍN TAYLOR
No sentía que fuese algo personal, pero en el momento que me enteré que Caín debía irse por algo de NyAn odié a Chloe, ¿Por qué justo ahora y no una semana antes o después? Lo estábamos pasando bien, y cada día siento que nos hemos estado recuperando más por lo que pasó.
–La odio –Bufé molesta. Rose se quedó mirándome unos segundos y luego resopló. –Sabes que sería así –Me dijo. –En cualquier momento podían llamarlo para algo, ya sabes.
–Pero por qué ahora –Bajé la mirada haciendo el tipo de berrinche que haría una niña de tres años.
–Pero ya sabes que queda poco para que regresen a vivir juntos –Me dio ánimos.
–Ahora puedes disfrutar acá, luego volverás a Inglaterra para trabajar.
–Lo sé. Está bien, iré a darme una ducha.
La verdad no sé si estaba exagerando o realmente se sentía así.
Entré a la ducha aun enfadada porque Caín se había marchado a Inglaterra, intenté relajarme ahí adentro y lo logré, todo estaría bien. Aunque me siento sola sin él, Caín se ha convertido en mi familia y me cuesta mucho dejarlo ir aunque sean algunos segundos.
CAÍN BENNET
–No te diré que esto me vino como anillo al dedo porque no es así –Le dije a Rick en cuanto nos juntamos en la tarde.
–Es algo muy importante para NyAn –Me sonrió.
–Supongo que si –Respondí serio. De otra manera no estaría aquí, pensé.
–Ya llegó la jefa –Avisó Rick mientras miraba su teléfono.
Me quedé sentado mientras le enviaba un mensaje de texto a Cailín, escuché la puerta abrirse y vi a Chloe entrar en la oficina, me saludó dándome su mano y luego lo hizo con Rick.
– ¿Todo bien? ¿A qué hora aterrizaste? –Preguntó dejando su bolso encima del escritorio.
–Hace dos horas –Respondí.
– ¿Desayunaste?
–No, pero no tengo hambre, gracias –Intenté ser amable.
Ella me sonrió y luego se sentó en frente de mí y de Rick. Estuvimos hablando de todos los preparativos para el desfile de modas, lo que debíamos hacer, cuanto duraría aproximadamente y muchísimas cosas más.
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–Esta mierda me tiene algo estresado –Bajé la voz.
Thomas subió su mirada y respiró profundo.
–Tu tranquilo, todo estará bien –Me dijo. –Sólo aléjate de esa Chloe –Hizo un gesto con su mano. –Si haces algo le diré a mi amiga.
–Jamás le haría daño, idiota –Reí.
–Está bien, ahora quiero que te subas al puto escenario y saques todo tu potencial –Me sonrió como si él estuviese a cargo del desfile.
– ¿Cuál potencial, Thomas? –Reí. –Sólo se golpear a tipos en el rostro. – ¡Hemos sido amigo por años y aún no aprendes de mi potencial! –Exclamó –Ya vas a empezar –Rodé los ojos.
–Encárgate de mirar al frente y jamás encorvarte. Muestra la marca en la ropa, es lo que ellos quieren. Asegúrate de mostrar esos estúpidos tatuajes que para algo te los has hecho –Comentó asqueado, Thomas odiaba los tatuajes.
–Gracias, Thomas –Solté una carcajada.
–Estoy en primera fila, adiós inútil –Me guiñó un ojo y luego salió del camarín. Unas chicas entraron a maquillarme luego de unos minutos, se reían de mí porque les decía que no era necesario utilizar tanto maquillaje como lo hacían. Me facilitaron mi vestuario y cuando se retiraron me vestí. ¿Todo para esto? ¿Un short, calcetas y zapatillas? Demonios, hubiese preferido quedarme en casa con Cailín.
– ¿Hola?
–Me veo ridículo –Le dije. Ella soltó una carcajada.
–Tengo la televisión encendida para verte, ya están nombrándote los periodistas. –Saldré dos veces, no puede ser que tengan tanta expectación por ver a ese idiota caminar.
–Debes entender que es muy extraño ver a un tipo que golpea a otros caminando por una pasarela, y de modas.
–No me estás haciendo sentir mejor.
–Te amo –La escuché.
–Yo también te amo –Reí.
– ¿Thomas está contigo?
–No se separa de mí, parece mi novio –Rodé los ojos.
–Es un gran amigo.
– ¿A qué te refieres con gran amigo?
–Porque está ahí acompañándote –Mintió, lo sabía.
–Dime la verdad Blanca nieves.
–Sólo le dije algunas cosas.
– ¿Qué cosas?
–Que evitaras a Chloe, nada grave –Dijo con su voz inocentona.
–Es mi jefa, Cailín –Reí.
–Eso no quita que sea una víbora curvilínea de color moreno –Reclamó.
Solté una carcajada y ella rió junto a mí.
Estuvimos hablando un rato más hasta que entraron a avisarme que era mi turno. Me quedé de pie en frente de la gran pasarela y miré al público, Thomas estaba ahí haciéndome señas de que sonriera o algo así, creo.
–Con ustedes, el máximo exponente de la marca NyAn. Caín Bennet, campeón nacional de boxeo y el favorito del campeonato internacional –Me presentó una chica.
Caminé por la pasarela creyéndome un modelo de estrellato. Thomas aplaudía con euforia junto a otras personas, también recibí muchos flashes en mi rostro que me hicieron perder la noción por unos segundos, pero luego pude regresar.