FLASHBACK
NICHOLAS.
Hace cuatro días…
Busco en la desordenada cesta de Karol su ropa sucia para lavarla. Entre ésta hay hasta peluches. Meto mis manos más al fondo y junto con la ropa, saco una pequeña libreta bullet journal.
Tomo de la peinadora de la pelinegra una lámpara y me meto en su enorme armario para revisarlo.
Enciendo la brillante torre Eiffel y observo la portada. Es aesthetic y en la parte inferior, en una letra diminuta hay una fecha: 14/02. El mini libro, tiene una especie de candado con combinación.
Pongo la fecha en que conoció a Tomas pero la agenda no se abre. También, la del día en que le hice la broma pero nada. Finalmente se me ocurre colocar la que vi en la portada.
El candado se abre de inmediato.
Aprecio un hermoso dibujo que debajo dice: “Diario”.
Me saqué la lotería.
Le hecho una hojeada a las primeras páginas pero éstas sólo tienen información de hace como cuatro años.
Demasiado, vieja.
Voy a la mitad del diario.
Donde nuestra historia empezó 14/11
El día de hoy no tuve mucho ánimo para levantarme. Destruí el despertador pensando que así me desharía de él pero, no. Mi madre me dio uno nuevo ¡Yupi! –Me río en voz baja- Le agradezco a mi mamá. Ahora que lo pienso, si ella no me hubiera despertado, no habría empezado la historia de mi primer amor. Asistí al instituto como de costumbre y allí fue donde él me sorprendió con un ramo de flores, un collar y unos bombones. Quería ahogarme en azúcar cuando me besó y me pidió que fuera su novia. No fue público pero fue el suceso más bello de mi vida. Hay muchas cosas y sentimientos que no podrían describirse con palabras así que, eso lo guardaré para mí…
Una rara actitud 22/12
Desde hace una semana, mi castaño se ha portado demasiado extraño. Cuando lo conocí, a pesar de ser popular, él era humilde, amable, cariñoso y sociable. Últimamente esas cualidades han disminuido. Me trató como si no me conociera en frente de sus amigos.
Bipolar 27/01
Hoy hemos peleado. No entiendo cómo él puede atreverse a humillarme en frente de Connor, Olsen y Derricks. Hacía varios años que no lloraba de la rabia. Jamás creí que se repitiera, y mucho menos por causa de mi novio. Los cuatro estaban hablando y yo me acerqué para saludarlo. Iba a darle un beso pero empujo mi rostro. Me sentí tan ofendida y humillada. “No puedo creer que llegarás a hacerme esto –dije mientras las lágrimas llenas de rabia se desbordaban por mis ojos, largándome”…
Qué maldito.
Doble cara 07/02
Mi “novio” se comportó demasiado dual el día de hoy. Al estar con sus supuestos amigos, ni me miró y cuando ellos se fueron, se sentó conmigo en la cafetería y me trató como si nada hubiera pasado. Incluso me besó. Estuve muy feliz cuando eso ocurrió. Fui tan estúpida…
No digas eso, mi amor, por favor.
¿Qué te pasa a ti, vale? –Pregunta mi mente extrañadísima
¿Qué me pasa a mí, vale?
Sólo Dios sabrá.
Hecha pedazos 14/02
Estoy hecha pedazos. Hoy hice lo que jamás creí que llegaría a hacer; terminé a Allen. Me cansé de sus cambios de personalidad, de su falso amor, de sus maltratos; porque también me maltrató, más que todo verbalmente, una sola físicamente. Odio en quien se ha convertido; ese no es el castaño que yo conocía. Ya ni siquiera lo reconozco. ¿Será que tenía vergüenza de mí porque no era una chica rica? –Claro que lo eres. Eres más rica que comer con los dedos –susurro para mí mismo. Dioss, límpiame ¿Qué rayos estoy diciendo? *Continuando* ¿rubia oxigenada, plástica, operada, estúpida y zorra? ¿Por qué él tenía que haber sido mi primer amor? Ahora que lo pienso, eso ni siquiera fue amor, no lo fue en lo absoluto.
Nunca escuché a Harry y sus sermones llenos de celos. Debí haberlo hecho pero ya es demasiado tarde.
Sólo me queda sufrir. Dormir, llorar, llorar y dormir.
Esa es la última página de su diario. Cuánto debió haber sufrido mi pelinegra, por culpa de ese desgraciado, infeliz, bipolar, maldito, malnacido- *La voz de mi mente me interrumpe*
Aguántalo… -dice eliminando los mil insultos que le tenía al estúpido ese de mi mente.
No me cabe en la cabeza cómo alguien puede atreverse a lastimar un corazón con tanta pureza.
No debiste leer ese diario, Nicholas. Acabas de firmar tu acta de defunción –dicta mi conciencia.
Sí. Estoy firmando mi acta de defunción. Me he causado mi propia muerte.