Punta Dorada, febrero-marzo 2013
El muy temprano primer matrimonio de Enzo parecía haber añadido seriedad a su persona, de manera que los miembros menores de la penúltima generación de los Del Piero-Genovesse de quienes solo distaba unos cinco o seis años, solía pensar en él como en un individuo mucho mayor de lo que era. Por lo anterior, y como Nino respetaba mucho a sus mayores, no se había molestado por la interrupción del anuncio de su boda y salvo por lo que había dicho a Gianni, había guardado silencio, pero una vez pasada la conmoción Enzo se acercó a él.
Los demás que en verdad parecían haber puesto en pausa la sorpresa por el anuncio de Nino, recordaron el asunto al escuchar a Enzo y se armó el gran alboroto. Los Rossi más jóvenes y que ya tenían alguna confianza con Ana, estaban asfixiándola tanto a ella como a Nino entre abrazos y bromas, mientras Damila intentaba abrirse paso hacia su amiga y Arezio hacia su hermano.
Ciertamente a Kelly le gustaba mortificarlo, pero en realidad en ese momento se sentía dichosa al verlo feliz, y aunque le extrañaba un poco, porque había pensado que de llegar a concretarse la relación entre Nino y Ana, él encontraría algún motivo para preocuparse, al parecer se había equivocado y el señor abogado no había hallado ninguna razón para mortificarse, y por primera vez se estaba sintiendo feliz por la decisión de alguno de sus sobrinos.
En medio del alboroto que tenían los chicos, Enrico le había dado con el codo a Damila tirándole las gafas, por supuesto esto no había sido intencional, pero Giulio había enfurecido lo mismo y Albano tuvo que atajarlo.
El escándalo había finalizado con una Ana muy feliz, porque no se había imaginado que se iban a tomar la noticia de aquella manera, y con un Nino todo vapuleado con las ropas manchadas de diversas cosas y un ojo morado cortesía del cariñoso Arezio, pero extraordinariamente contento. Giulio y Ángelo habían sido los últimos en felicitar a la pareja, pues habían esperado prudentemente a que todo el alboroto finalizase y luego pasaron al salón donde todos podrían brindar por el futuro enlace con algo más de orden.
Aunque esa noche se retiraron tarde, Ángelo despertaría a la desusada hora de las cuatro de la mañana, pues Kelly parecía estar teniendo una pesadilla, de modo que se apresuró a sacarla de ella.
En ese momento Ángelo recordó que no había tenido oportunidad de informarle lo que le había dicho Luciano, y aunque luego había pensado en esperar a que fuese absolutamente seguro que ya la chica no corría ningún peligro, decidió decírselo en ese momento para tranquilizarla.
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Los próximos quince días serían muy difíciles para Ángelo, porque independientemente de si la boda era de un chico o una chica de aquella familia, Kelly igual se lo tomaba como un asunto personal, la cuestión era que en esta oportunidad y siendo que no estaba en las mejores condiciones de salud, él tuvo que ejercer su autoridad para detenerla la segunda vez que perdió la consciencia sin motivo aparente, y aunque su negativa a dejarla hacer nada más, fuera esto lo que fuere, le generó la ira de su mujer, Ángelo se mantuvo inconmovible.
Aunque Damila no era muy afecta a aquellas carreras, Ana era su amiga, y queriendo o no, tuvo que embarcarse en la aventura de los preparativos para disgusto de Giulio, que habiéndose visto obligado a diferir su propio anuncio de boda, ya de por sí no estaba del mejor humor, pero si a eso le sumaban que Damila casi no tenía tiempo para él, es fácil deducir que aquel individuo estaba que mataba gente.
Pero aparte de lo anterior, hubo otros motivos para que Damila decidiese prestar la mayor colaboración a su amiga, como por ejemplo que Ana no tenía madre, en segundo término, la chica le había contado a Damila y a Francesca que estaba embarazada, y por último, que tanto Nino como Ana le habían pedido que fuese la madrina de su boda, de modo que con las cosas así, Damila estaba muy atareada y Giulio queriendo asesinar a Nino.
Afortunadamente Nino estaba tan emocionado que no notó la actitud hostil de su primo, pero como no todo podía ser bueno, faltando solo unos días para la boda, Giulio cometió uno de los peores errores de su vida, y que apenas un poco después, comprobaría que podía costarle su propia felicidad.
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Editado: 24.04.2022