La reunión se llevó a cabo con celeridad, toda la que se pudo. Sebio Rú presentó a todos pero Eilar solo se quedo con los nombres de quienes ya conocía, bueno y uno más. El tipo flaco se quedó parado al lado del anfitrión en todo momento.
—El es Ko. —Lo presentó el Rú—. Lo único que necesitan saber de él es que esta a mi servicio directo. No pertenece al circulo, oficialmente, solo le dimos una insignia para evitar problemas. Les pido de la manera más atenta que no lo divulguen. Solo les digo esto porque formaremos un equipo y no deben haber secretos entre nosotros.
Los ojos de la caballero se desviaron hacia Mark pero rápidamente corrigió y volvió a mirar a quien hablaba. Ko siguió en su posición el resto de la reunión. A veces ni siquiera recordaba que estaba ahí.
—Ya que nos conocemos todos. — Continuó el loran—. Tenemos que hablar de la estación de almas. Ya saben que esta bajo ataque. Mande a el hechicero Meikeito de avanzada para que resistan hasta que lleguemos, pero no he recibido ninguna señal de él.
Aquello fue recibido sin mayor aspaviento. La única que hizo una exclamación preocupada fue Yukineito.
—El resto del consejo y yo sospechamos que los tienen incomunicados. Si es así solo tenemos que romper el bloqueo. Ko se infiltrara en las lineas enemigas para comunicar el plan. Atacaremos desde ambos lados para abrirnos camino y eliminar al enemigo.
—¿Qué pasa si no es así? —Interrumpió la mujer axrat.
El Rú la miró, soltó un suspiro y siguió ablando.
—En tal caso están todos muertos y nosotros vamos a compartir su destino.
Ninguno de los presentes se alarmó por esa declaración. Todos los ren del circulo están preparados para eso. Sebio siguió ablando.
—De cualquier manera, es muy poco probable que eso ocurra. El equipo que custodiaba la estación son todos de nivel dos, su líder es nivel uno. Ademas mande al hechicero por que el puede sanarlos, por no hablar de su capacidad. Incluso si se tienen que quedar aislados en la estación, tienen buenas reservas de comida. El único problema seria el agua, pero no más de lo que representa para todos.
Una vez concluido ese asunto, el hombre negro hizo un recuento de todo lo que iban a transportar. Comida, armamento de repuesto, y de más. También abordo el tema de gastos, logística. Fue la hora más tediosa que Eilar había tenido que soportar en mucho tiempo. Al terminar nadie puso objeciones.
La reunión siguió un tiempo más considerando la paga extra a cada uno de los ceros. Eso fue bastante interesante. Veinte monedas de oro para cada uno de los ren, incluido el hechicero. Ademas había un bono de una moneda de oro por cada sombra eliminada. Los dos axrat sonrieron y se chocaron las manos saboreándose ya el dinero.
Cuando el Rú estaba por despedir a todos, Mark tomó la palabra.
—Tengo entendido que fuimos diez los convocados. Incluso contando al hechicero, a usted y a su… guerrero, aún faltan dos ceros.
La caballero se pregunto de donde había sacado esa información.
—Sí. —Respondió Sebio—. Los otros dos nos esperan en ciudad Hat. Ellos son… especiales. Ahora, si no hay nada más que considerar; declaro finalizada esta reunión. Mañana tendrán el día libre mientras concluyen los preparativos. Aún así les sugiero que usen ese tiempo para prepararse, partiremos en cuanto todo este a punto. Pueden retirarse… Solo una cosa más. No tomen alcohol o nada parecido, ni siquiera si su organismo puede soportar grandes cantidades.
Las miradas de los presentes se repartieron entre las dos mujeres togos.
Al día siguiente todo fue bastante normal y el grupo partió cerca del medio día. Siguieron el camino que todos conocían como “el eje” A medio recorrido entre Zin y Hat había una ciudad pequeña que no estaba afiliada a la unión. Era un buen lugar para pasar la noche, si podías llegar claro. Debido a la hora de partida, el anochecer los agarró a cincuenta kilómetros de Zin, más o menos…
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Editado: 30.06.2021