El Poeta Mi Charlotte Y Yo

cadenas y portugueses

Estaba por dormirme, tenia cinco años, mi padre cantaria una cancion que su madre solia cantarle a el, cierro los ojos y mientras espero que suelte ese sonido melifluo de notas uniformemente acomodadas, y poesia, escucho una voz muy baja como si estuvieran susurrando -cuida a tu hermano cuida a tu hermano- abro los ojos y veo a mi padre con la mano cubriendose un agujero en el estomago, que sangra y sangra, mientras mi madre me dice que estare bien.

Entonces desperte, por dios, tenia una jaqueca horrible, y mi primer reaccion es buscar a James, pero no esta, me reintegro y sentado frente a mi esta Albern, -mi hermano, donde esta?- le pregunte con panico, pero no me respondio, asi que le volvi a preguntar, -lo siento muchacho, no lo se- me respondio Albern. 

No sabia que hacer, le habia fallado a mi madre, no protegi a mi hermano como debia ser, pude haber luchado mas, me decia una y otra vez, sabia que ya le podrian haber echo daño o incluso haberlo matado, no me podia sacar de la cabeza el echo de que habia perdido tambien a mi hermano.

estoy acabado pense, en realidad no sabia por que yo aun seguia vivo, por que no me matan y ya, pero no queria morir, por mas desesperado que me sintiera, no queria sentir la agonia, no queria morir. 

horas y horas pasaron, y por cada segundo que transcurria me perdia en mis pensamientos, recordaba el cuerpo de mi padre ya sin vida y me imaginaba a mi madre sufriendo y entonces me ponia a llorar y justo cuando recuperaba la calma un poco, otra vez volvia a recordar todo y apretaba los dientes para despues soltar el llanto.

sin embargo,Albern estaba muy tranquilo, todos en ese camarote estaban desconsolados, sufriendo por alguna razon pero Alber no parecia estarlo, -no tienes miedo, a caso no estas triste?- le pregunte,

 -por que habria de estarlo- me respondio el 

-no has perdido a nadie, no te molesta que estos hombres nos arrebaten nuestras vidas, o a nuestros seres queridos- continuaba preguntandole, pero el solo se me quedo mirando y con su voz gastada por los años y su expresion de gruñon me dijo 

-si me molesta pero hace mucho tiempo que perdi lo que me importaba, el llanto es para los que sufren, yo no sufro ahora-y asi sin mas se recosto hacia un lado.

pasaron los minutos uno tras otro, y ya me habia comenzado a dar hambre, y la sed me estaba consumiendo tanto como la desesperacion y la tristesa, a mi derecha estaba sentado ese chico de piel canela, -¿eras pasajero del Mauretania? - le pregunte, pero solo se me quedo mirando,-¿cual es tu nombre, de donde vienes? - continue preguntandole pero no me respondio. 

-es puertorriqueño, de algun pueblo creo, su nombre es Agostino pero no te entiende, yo hablo su dialecto- dijo un hombre de piel oscura que estaba cerca,

-era de una familia de mercantes que se dirigia a bermudas, pero fueron interceptados por estos piratas, mi nombre es Elon por cierto, entonces eras pasajero del Mauretania,-pregunto- pensé que ese barco ya no existía

Yo solo respondi que si, y después de una pausa le dije-perdi a mi familia-

-todos aqui hemos perdido a alguien o algo- profirio el mientras miraba perdidamente hacia el piso -

 sabes para que nos quieren- le pregunte, 

-se le llama trata de personas- dijo Albern,mientras se incorporaba - o, esclavitud- aclaró 

-asi es, aun hay personas del bajo mundo que compran esclavos- explico Elon, entonces hubo un silencio el cual rompi preguntando -pero ¿por que a nosotros? - 

-pues creo que la suerte no esta de nuestro lado muchacho-  dijo Elon, sin embargo yo no creia en la mala suerte o en la buena suerte.

dos dias despues, sin haber comido nada, el barco se detuvo, apenas y nos podiamos mover cuando nos obligaron a salir, habiamos llegado a tierra, “portugal” , dijo uno de los hombres que nos capturaron, alguien nos compraría  para utilizarnos como sus bestias de trabajo, tras salir del barco en un muelle viejo se encontraban los portugueses, con un camion para transportarnos,

¿estos son todos, los que acordámos?- pregunto un comprador, mientras nosotros estabamos de pie sin camisa ya en el muelles

-así es- respondio el hombre con dientes de plata, y tras unas miradas e intercambio de palabras en portugues, los mafiosos, compraron a seis negros, dos hombres,dos mujeres,y dos chicos, y tras ver a albern dijeron -este anciano debe ser especial- y el hombre con dientes de plata tras darle un golpe a albern dijo -fue soldado- y reafirmo - es cuestion que tengas buenos cuidadores de perros-

 y al parecer el que era el lider de los portugueses, se acerco y respondio-Eu não tenho que me levantar para lutar com cachorros, mas eu preciso deles(no tengo que arriesgarme a batallar con perros,pero los necesito)-

en ese momento ninguno hizo un movimiento, sabiamos que no era una buena idea tratar de escapar, nadie traiamos armas, no podiamos hacer nada. despues de algunas conversaciones en portugues entre los asesinos que nos secuetraron y los mafiosos portuguéses, nos epujaron bruscamente, diciendo que nos dirigieramos rapido al camion, eche un vistazo al rededor y grite -¡mi hermano, donde esta, por favor no debe estar solo! - al parecer yo tambien forme parte de su trato, estaba asustado, y  tras subirme  al camion a la fuerza y con amenazas me senté y estaba furioso y triste, entonces note que Albern se me quedo mirando fijamente y me dijo en voz baja -tienes que ser fuerte, no hagas nada tonto- y recorde las veces que mi padre me dijo esas palabras, muchas veces. Cerre los ojos, tome aire y mire hacia el mar antes que cerraran las puertas traseras del camion. 




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