Carol, Román y Adrián fueron hasta el apartamento 10, el de Leonardo y Karina. Tocaron la puerta y le preguntaron si habían visto a Tatiana.
—No la hemos visto ¿Ocurre algo? -pregunta Karina interesada.
—Es que llegamos de las compras y ella no está y no conoce nada por aquí -responde Carol.
—Puede que salió ha hacer algo -responde Leonardo.
—¿Una chica perdida? -pregunta de repente Marcela saliendo a la entrada donde estaban hablando ellos.
—No, mamá. Ella es mi madre Marcela -la presenta Leonardo.
Román tomó a Leonardo por el brazo y se lo llevó a un lado, separándolo de los demás.
—Oye, Leonardo, tengo entendido que tú mamá no sabe nada sobre lo que somos.
—Apareció de repente de visita. No puedo correrla.
—No la dejes salir del apartamento o verá cosas que no debería -le aconseja Román.
La razón por la que se creó el edificio Oblivion para seres mágicos y sobrenaturales, era para que puedan ser ellos mismos y no tener que ocultar lo que son.
—Espero poder lograrlo.
—Avísale a todos por el grupo de whatsapp del edificio para que se comporten -comenta Román- Aunque no estoy seguro que puedan hacerlo.
Román se quedó pensando y se acordó de alguien que podría ayudar a buscar rápidamente.
—¡Maribel!
—¿Qué sucede con ella? -pregunta Leonardo confundido.
—Ella y Alex tienen cámaras por el edificio 《y a veces muñecos espiando》 piensa Román sin decirlo en voz alta a causa de la presencia de la mamá de Leonardo.
Se despidieron de Leonardo, Karina y Marcela y se dirigieron al apartamento 25, el de Maribel.
—Que sorpresa es verlos a ustedes aquí -los recibe Maribel.
—¿Puedes ayudarnos? -pregunta Carol- No encontramos a Tatiana y queremos saber si está en el edificio.
—A la orden -responde con un saludo militar.
Entran todos al apartamento de Maribel.
Katia su espíritu familiar se encontraba en su camita acostada en forma de cobaya. Adrián se agacha y la acaricia.
—Hola, Katia -le dice él.
—Hola... Adrián -responde Katia con timidez. Ella era muy tímida y más cuando la veían tanto
Entraron al cuarto de cámaras de seguridad. También había una pantalla enorme que se utilizó para encontrar a los miembros del clan Asha.
—Actualmente por las cámaras de seguridad de los pasillos no se ve. O está en un apartamento o salió del edificio -dice Maribel revisando ahora las grabaciones anteriores- Aquí está, salió del edificio.
Vieron a Tatiana en el recibidor hablando con Bruno y saliendo del edificio.
—Debemos preguntarle a Bruno a ver si ella le comentó a donde iría -dice Carol exaltada. Se encontraba muy preocupada. No entendía la razón por la que ella tendría que haber salido.
Carol, Román, Adrián, Maribel y Katia fueron hasta el recibidor a buscar al portero.
—¡Bruno! -dice Maribel asustándolo.
—¿Por qué todos vienen así?
Todos se reunieron frente al escritorio de Bruno. Se sentía en un interrogatorio.
—Yo no he hecho nada malo. Lo juro -comenta él preocupado.
—¿Has visto a Tatiana? -pregunta Carol.
—Sí, salió hace unas horas. Dijo que tenía una diligencia.
—Le dije que no saliera.
—¿Sabes a donde podría ir? -le pregunta Román.
—Puede que a su casa. No encuentro motivo para haya ido a otro lugar -responde Carol pensando.
En ese momento Tatiana entra al edificio junto a Deyfras. Todos voltean al instante a verlos. Ella se sentía incómoda a tener todas las miradas encima.
—Tatiana. Me tenías preocupada ¿Por qué saliste? -pregunta Carol ya frente a ella.
—Necesitaba algo que deje en la casa. No quería molestarlos.
La vista de Carol se fue directo a Deyfras quien la saludaba con la mano izquierda.
—¿Y él que hace aquí?
—Es una larga historia. Hablamos en el apartamento -interviene Tatiana.