Tatiana vestía un corto vestido naranja claro. Paseaba muy contenta junto a Deyfras.
Desde que empezó toda esa locura no se había sentido tan relajada y normal. Ahora se daba de cuenta lo maravilloso que era el exterior.
—Gracias por aceptar que saliera a pasear.
—Mientras esté a tu lado nadie podrá percibir el aura del feto que llevas en el vientre -le responde Deyfras muy tranquilo.
Le agradaba verla tan emocionaba.
Le parecía un perro que por fin sacaban de paseo después de días de encierro.
—Pero ¿no será sospechoso que un demonio esté cerca de una humana?
—No es tan extraño que los demonios nos relacionemos con humanos. Y aún no se te refleja el embarazo. Y necesitas salir, llevas mucho tiempo encerrada y no hablo sólo del apartamento.
—Tienes razón, llevo años encerrada sin darme cuenta. ¿Por qué no me hablas de ti? -pregunta Tatiana con mirada curiosa.
—¿De mí? -su pregunta le sorprendió bastante.
—Sabes todo de mí. Fuiste mi confidente emplumado.
—Mi vida no es tan emocionante -contesta Deyfras.
—Vienes del infierno. Debes conocer muchas cosas que yo desconozco.
—Cambiaste mucho a como te conocí.
—Tomé una decisión. Volveré a ser la que era antes. Una mujer fuerte que realmente vive su vida. Además, voy a tener una nueva vida que cuidar -responde ella tocándose su vientre con sus manos- debo ser fuerte.
—Mi familia es noble y adinerada. Mi abuela se llama Amaltea y fue la anterior señora del infierno.
—¿Cómo que anterior señora del infierno?
—Era la que mandaba antes del señor Satanás -le dice Deyfras.
—¿Satanás no siempre lo fue?
—Olvida todo eso lo que te han contado, porque la mayoría no es cierto. Los demonios no somos inmortales, también morimos y envejecemos. Con una diferencia con ustedes los humanos de unos miles de años. Como unos 8 mil años es nuestra esperanza de vida.
—¿8 mil? Eso es demasiado -se sorprende Tatiana.
—Para ustedes los humanos, para nosotros no. Satanás lleva como 3 mil años como señor del infierno y es por eso que es el único que ustedes conocen...
Deyfras se detuvo pendiente de unos policías, periodistas y gente alrededor de un lugar. Algo había sucedido allí.
Al preguntarle a varias personas pudo saber que fueron encontrados torturados y asesinados los responsables (o algunos de los responsables) de las desapariciones y asesinatos para sacrificios de brujería.
Aunque la policía pensaba mantenerlo en secreto, por las redes sociales se filtró toda la información con imágenes incluidas.
Tatiana había escuchado las noticias de los secuestros de personas para rituales satánicos. Eso le dio un horrible escalofrío en el cuerpo.
—Hay cadáveres adentro -comenta Deyfras concentrado.
—¿Cómo sabes?
—Los demonios tenemos una gran percepción, aunque si tuviera el poder innato de Andromalius fuera más fácil.
—Explicate, por favor -dice Tatiana sin entender.
—Andromalius es un líder de una de las órdenes de legiones demoníacas. El poder innato es la habilidad especial con la que nacemos los demonios, tenemos un gran control y al usarla no se gasta magia, a diferencia de nuestros otros poderes que si lo requieren. Los ángeles también lo poseen, ellos lo llaman bendición divina.
—¿Cuál es el tuyo?
—Cambio de forma -contesta él.
—¿No es algo común entre los demonios?
—Pero tienen un límite de tiempo y se gasta magia al hacerlo. Yo puedo durar años con una forma que no es mía.
—¿Está es tu forma original? -pregunta Tatiana con interés.
—Sí, así puedes ver que rasgos puede tener nuestro hijo o hija. ¿Deberíamos pensar en nombres?
—No deberías decir eso aquí.
—No te preocupes. Tengo vigilado el lugar y no hay ningún peligro, sólo el tonto angelito cerca, pero no se le puede llamar amenaza -dice Deyfras con tranquilidad. Para él, Damián sólo era un ángel que no tiene ni idea de lo que hace.
—¿Un ángel?
—Un ángel que tiene la misión de encontrarte a ti y a mí.
—¡Si es un peligro! -se altera ella.
—Si lo conocieras pensarías todo lo contrario. Ni siquiera es un custodio y fue enviado a la tierra sin ningún tipo de experiencia. La única forma de que te encuentre es que yo se lo diga.
—¿Desde cuándo?
—Ya hace como un mes, pero es sólo un idiota. No tienes de que preocuparte -comenta Deyfras.