En el apartamento se sentía una gran tensión en el ambiente.
En ese instante Tatiana tomaba una siesta, Damián había salido, Román estaba en el trabajo, así que Deyfras y Carol se encontraban solos en la sala. Él veía televisión y ella leía una revista.
《Genial, estoy solo con la amargada esta. Es extraño, pero quisiera que el angelito pendejo estuviera aquí, con él no se sentiría tan incómodo el lugar ¿A dónde se habrá metido? Cuando se le necesita nunca está, que inútil》
—No puedo creer que Tatiana confiara en ti -dice de repente Carol tomando a Deyfras por sorpresa.
—Yo también la quiero proteger -responde él con un suspiro. Tanto tiempo que había pasado y Carol le seguía teniendo desconfianza.
—Pero tú eres el causante de todo y te seguiré vigilando.
Ella lo señala con una cara de pocos amigos. Él ya no tomaba enserio sus amenazas, entendía que Carol se preocupaba por Tatiana, pero ya estaba harto de que continuara agarrándolo contra él por cualquier cosa.
—Lo que quieras. Ya cansas con eso. Deberías es estar pendiente es de tu novio -replica Deyfras- Los hombres se aburren de las mujeres amargadas y regañonas.
—Eso no te incumbe.
—¿Tú si te puedes meter en mi vida, pero yo no en la tuya?
—En todo esto está involucrada mi amiga, así que yo tengo derecho a opinar -replica Carol lanzándole la revista.
—Ni siquiera Tatiana discute ni se queja tanto como tú y ella es la que realmente está afectada en este asunto.
—Tatiana es muy buena y no quiero que te aproveches de ella. Ya lo hiciste desde el principio y por eso estamos aquí.
—Ella ya me perdonó.
—No le quedo otra que aceptar la situación en la que la metiste.
—Yo no voy a lastimarla. Si vamos a convivir debemos llevarnos bien -dice Deyfras- Incluso Damián es más tolerante y eso que es un ángel y yo un demonio.
—Convivir entre nosotros será muy difícil. Tú no me agradas.
—En ese estamos muy de acuerdo -Deyfras agarra la revista que ella le había lanzado- Existen demonios por todos lados.
—Pero ninguno de ellos me han hecho daño a mí o a mis amigos, tú sí.
—¿Conoces a la modelo que está en esta revista? -señala la portada donde aparece una hermosa mujer rubia de ojos violeta y amarillo, quien vestía un largo vestido azul y sostenía un perfume para damas de la marca "Clase A" al cual hacía publicidad.
—Alana Murcia, es muy conocida por representar marcas importantes.
—Ella es una demonio.
—No lo creo, ella es tan bella y simpática -Carol se puso pálida- Tiene un rostro tan dulce.
—Su verdadero nombre es Agares, es una duquesa que lidera la segunda legión ¿Te sorprendió? Hay más demonios y ángeles conviviendo con los humanos, muchos más de lo que crees.
Carol no sabía que decir, estaba consciente de que existían demonios viviendo en la tierra, pero no esperaba que alguien tan famosa y a la que ella admiraba tanto fuera también un demonio del infierno.
Ello no dijo nada y se fue a la habitación que compartía con Tatiana.
La puerta del apartamento se abrió y apareció Damián quien regresaba del apartamento de Adrián, se había emocionado al encontrar a un ángel que estuviera viviendo en la tierra como si fuera un humano común y corriente. Le preguntó muchas cosas de las que tenía dudas y Adrián le respondió todo como si se tratara de un niño pequeño que apenas conocía al mundo.
—¡Regresé! No se imaginan lo mucho que aprendí hoy, no puedo creer todo lo que han hecho los humanos sin ningún tipo de poder.
—Cosas que deberías haber sabido antes de venir y perderte en la tierra -contestó Deyfras con una sonrisa. Ahora se daba cuenta que ese ángel cambiaba la tensión que existía en ese apartamento con su entusiasmo para todo 《Aunque me cueste aceptarlo, me alegro de que él viva aquí. Molestarlo me quita toda la amargura que tenía encima》
—Yo no me perdí, sólo no sabía donde me encontraba.
—¿Eso no es... exactamente lo mismo?
—Para mí no -responde Damián con orgullo.
Carol salió de la habitación con su uniforme del trabajo, unos pantalones negros y una camisa blanca con una corbata azul.
—Me voy a trabajar cuiden bien de Tatiana.
Ambos asintieron con la cabeza. Y Carol se despidió y se fue para el trabajo.
Unas horas después Tatiana se despertó y fue a la sala. Deyfras y Damián jugaban un videojuego (que se habia comprado con la tarjeta de crédito de Rolando)
—Estás haciendo trampa. Un ángel no debería hacer eso, te irás al infierno -reclama Deyfras.