Entre acordes de guitarra

Prólogo

A veces pasa. Pasa que las casualidades no son tan imprevistas como creemos. Que todo en esta vida, en realidad, se trata de causa y efecto. Que tus deseos, esos que lanzas sin sentido al cielo, son más escuchados de lo que pensabas —incluso si con el tiempo ya te habías resignado a olvidarlos—, si la fuerza con la que los anhelas en algún momento sobrepasa los límites que conoces. Todos queremos que alguien nos ponga sobre aviso de lo que está por pasar, pero sencillamente no ocurre, así que toca esperar a que suceda.

Últimamente he estado pensando mucho —lo que es gracioso, porque nunca pienso—: y llegué a la conclusión de que infravaloramos más de lo que deberíamos el poder de nuestra mente y la ley de la atracción. Y no. No soy el tipo chiflado vestido con andrajos que deambula por las calles gritando: ¡El fin se acerca, el fin se acercaaa! Porque la verdad solía no creer en esas tonterías de que atraes lo que piensas; de que lo que ha de ser, ha de ser. Pero luego de haber esperado tanto tiempo por un cambio, de haber soñado con un cambio…

¡Bam!

¡Caos!

¡Destrucción!

¡Penumbras!

¡La humanidad como la conocemos…! Okey, sólo bromeo, eso no es cierto. Pero algo sí lo es: en un abrir y cerrar de ojos, es tanto lo que pasó que ni siquiera fui capaz de saborear ese instante que lo cambió todo. Ahora, no sé cómo terminará todo esto.

La vida quita tanto como pone cada cosa en su lugar. Es totalmente impredecible. Así que, toma un consejo —de parte de alguien que una vez le echó sal a la mezcla de panqueques en lugar de azúcar, claro que sí—: ten paciencia y pase lo que pase, no pierdas la fe. Lo digo en serio, pase lo que pase. También prométete a ti mismo lo siguiente: volar alto con la cabeza; pero los pies siempre mantenerlos en la tierra.

Un pensamiento de Carl Gustav Jung dice: “Hasta que el inconsciente no se haga consciente, el subconsciente dirigirá tu vida y tú le llamarás destino”. ¿Verdad que está genial? Lo leí en un estado de Facebook.

No sé hacia dónde voy, cuál es mi destino, ni si podría atribuirle a esa palabra el porqué de una serie de sucesos que han ocurrido cuando menos lo esperaba y que me han dado los empujones que necesitaba para decidirme a ir por lo que quiero. Había pedido por ellos toda mi vida desde mi cama, cada noche antes de dormir a cada estrella fugaz que observaba a través de mi ventana. Lo único que sé, es que mi nombre es Thiago Chase. Y esta es mi historia.

 

***
💙💕💙



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En el texto hay: humor, musica, amor

Editado: 11.02.2022

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