Influencia

Cena conmigo.

Después de que Miguel se fuera quedó en su oficina revisando unos papeles mientras esperada a que Nicole regresará y así poder mencionarle la invitación que les habían hecho sus amigos.

Se quedó pensando por un momento en todo y en nada, hasta que su mente se enfocó en la mujer que momento atrás había estado allí teminando con la poca paciencia que tenia. Le impresiona como aún con el paso del tiempo sigue siendo capaz de irrítarlo tanto, pero le impresiona aún más que con el carácter que posee no ha dicho o hecho nada demasiado agresivo como ella solía llamarlo, lo cual no es nada sencillo con una mujer tan molesta como ella, en cierto punto prefiere controlarse a gritarle todo lo que se merece y al día siguiente tener que soportarla a junto a su hermana que es igual de irritante, si podía evitar tener que lidiar con ellas lo haría, pero no sé lo ponía para nada sencillo, lo más probable era que en ese mismo momento estuviera yendo directo a casa de aquel hombre para contarle todo, ¿Por qué cuando quieres sacar a alguien de tu vida se aferra en quedarse?

En lugar de seguir perdiendo el tiempo pensando en eso se dispuso a trabajar en aquellos papeles esperando a que Nicole volviera. Los minutos pasaban y no regresaba, primero diez, veinte y luego treinta. A ese punto comenzó a desesperarse por lo que decidió ir a buscarla, al salir de su oficina todo estaba más silencioso de lo normal, lo cual le pareció extraño, no fue hasta que llegó a la al de descanso que encontró a gran parte de los empleados de aquel piso observando algo mientras se podían escuchar un sin fin de disculpas.

No entendía que estaba ocurriendo y todos estaban tan concentrados en aquello que no se percataron de su presencia, entre todas las voces pudo escuchar a Nicole defiendo “estoy bien”  eso fue suficiente para querer saber que estaba ocurriendo.

— ¿Qué está pasando aquí? — todos guardaron silencio casi de inmediato girando hacia él mientras los veía en espera de una respuesta.

Fue entonces que se hicieron a un lado para que pudiera ver lo que ocurría, Nicole estaba en el suelo con una taza hecha pedazos a su lado, su ropa ahora estaba cubierta de café.

— ¿Quién hizo esto? — dijo mientras la ayudaba a levantarse.

— Lo siento, yo...

— Fue mi culpa — dijo Nicole interrumpiendo — estaba distraída y tropecé, lo lamento no quería hacer este desastre.

Mentiría si dijera que cree en las palabras que acaba de decir, sabía que se están haciendo responsable para que no tener que reprender a linda por su descuido y no le gustaba para nada que hiciera eso, pudo darse cuenta en su mirada de desaprobación.

— Alguien hágame el favor de llamar al intendente para que limpie esto. — señaló la taza hecha pedazos — Nicole, ven conmigo, ahora.

Su tono de voz no era grosero peor tampoco del todo amable como el que solía usar con ella y pudo notarlo, así que decidió ir con él sin decir nada más, mientras se alejaba pudo escuchar como linda le susurraba un “gracias” lo cual confirmaba sus sospechas poniéndolo aún más molesto.

Al entrar a su oficina de recargo en el escritorio mientras ella cerraba la puerta, él solo la observaba, su ropa estaba cubierta de aquella bebida. Cuando supo que tenía su atención hablo antes de que ella siquiera intentara hacerlo.

— No puedes hacer eso, Nicole. — su semblante se encontraba totalmente serio.

— Lo siento, fue un accidente. — no estaba entendiendo en su totalidad a que se refería y pudo ver en su expresión que no estaba satisfecho con aquella respuesta.

— No puede culparte para evitar la sanción de alguien más, Linda debe hacerse responsable sin importar que tan grande o pequeño de su error. — fue ahí donde supo a lo que se refería, sabía que no puede mentirle cuando ya conoce la verdad, él estaba molesto por ello, podía notarlo en su voz — quiero que me digas que sucedió.

— Estaba distraída contestando una llamada de papá mientras iba por un café, ella iba saliendo apresurada con el suyo, dijo que tenía un contrato importante que terminar, en nuestro descuido chocamos y caí, lamento el haberte mentido. — no dijo nada, solo la observaba igual de serio que antes. — ¿Estás enojado conmigo?

— Sí lo estoy, te pudiste haber lastimado, ambas. — más que molesto sonaba preocupado, se acercó a él para tomar su mano mientras dejaba un pequeño beso en su mejilla — necesitará más que eso para que te perdone.

— ¿Cómo que?

Se quedó callado unos segundos mientras pensaba que podría pedirle, ella solo miraba atenta, fue entonces que recordó la invitación de Miguel.

— Ven a cenar conmigo y quizá lo olvidé — se encogió de hombros restándole importancia mientras fingía molestia.

— De acuerdo.

Solo le sonrió en respuesta. Esta vez fue ella quién tomo la iniciativa y dejó un pequeño beso sobre sus labios, la diferencia era que ahora tenía un embriagante sabor a café que ocasionaba que le gustaba aún más.

Estuvieron trabajando el resto del día hasta que el sol comenzó a ocultarse, la hora de irse había llegado, antes de ir a cenar llevaría a Nicole a su casa para que pudiera quitarse la ropa que aún se encontraba cubierta de aquella bebida.

Antes de salir de la oficina Nicole lo atrapó entre sus brazos impidiendo que siguiera caminando, no dijo nada, solo correspondió a su abrazo, coloco su mentón sobre la cabeza de la castaña, debido a la diferencia de estatura quedaba a la altura de su pecho, podía escuchar los latidos de su corazón.

— ¿Ya no estás molesto conmigo?

— Por supuesto que no.

No podría molestarse en serio con ella, por lo menos no por ahora.

Al salir de la oficina Andrew se despidió como normalmente lo hacía, con un buenas noches para todos en general, en cambio Nicole se había demorado un poco más despidiéndose amablemente como solo ella sabe hacerlo, por lo que decidió adelantarse para llamar a Miguel y confirmar que irían.




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