Capítulo 6

Por haber sido ese mi primer baile no había sido tan malo: había conocido a mi ídolo, había conocido a un amigo de mi cuñado, con el cual había bailado toda la noche y había salido por primera vez a un baile. Con Daniel no dialogamos mucho, tuve la sensación de que era tímido como yo.

Cuando finalizó el baile me despedí de él y al hacerlo, me preguntó si iría al próximo baile. Le contesté que no sabía, porque en realidad había ido a ese porque quería conocer a mi ídolo. Nos fuimos caminando con mi hermana y su novio hacia dónde estaba estacionado el ómnibus, charlando amenamente.

A mi me dolían mucho los pies pues estaba muy cansada. Además, mientras caminábamos iba pensando que encima faltaba una hora más de pie, pues en el ómnibus no había asientos libres para ir sentados. Subimos al ómnibus e inmediatamente salimos de regreso.

Cuando bajamos en el portón de mi casa, mi cuñado me preguntó qué me había parecido su amigo. Le contesté que parecía una buena persona. Ël me contó entonces, que eran vecinos, que habían ido juntos a la escuela y que además eran amigos.

Estuve a punto de preguntarle ¿por qué me había invitado a bailar a mi?, pero decidirme guardarme la pregunta. En realidad, me quedé pensando si esa invitación a bailar era casualidad o no, pero decidí quedarme con la duda.

Entramos a casa e inmediatamente me acosté a dormir, la noche había sido larga y al mediodía debía levantarme para ayudarle a mi padre en la cancha de fútbol. Mi padre era presidente en un club de fútbol, y los domingos cuando había partido de fútbol yo iba a  ayudarle a cobrar entradas. Ese domingo había fútbol, por lo que significaba que no había siesta.