Bueno, antes de que salgan corriendo después de pensar: "bueno, luce interesante, veamos si me identifico", para, acto seguido, pensar: "mejor no lo leo para no abrir viejas heridas" o "qué triste... si quiero algo triste ya tengo mi vida", no estoy aquí para obligarte a que me leas, digamos que escribir esto es una forma de desahogo mío, y de ustedes. Es una historia que me gustaria compartirles para que sepan que no son los unicos, que no somos; que no somos pocos los que hemos amado sin ser correspondidos.
Es una forma de hacer y hacernos comprender los unos a los otros que los sentimientos son complejos y no porque nos digan "¿todavía te gusta esa persona?", "deberias olvidarte ya, es tiempo", vamos a dejar de sentirlo. ¿Qué más quisiéramos nosotros que poder hacer eso, no? Pero no es tan fácil como pinta.
Veo, sinceramente a el amor unilateral, como a el más abnegado y puro sentimiento que existe.
(A los acosadores, por las dudas, esto NO les está dando un permiso, cabe destacar. Obviamente
hay límites que no se pueden traspasar y respetar también es darle el aprecio y amor justo que se
merece la persona a la que se quiere.)
Aclarado este asunto, empecemos la historia.