Capítulo 3: Capítulo 3: Falsos cambios

Melissa

Al parecer mis vacaciones de verano van muy bien, empecé a leer libros, especialmente novelas y cuentos infantiles; he salido con Darren y Carla pero no supe más de Juliana o Jenna ¿Dónde se habrán metido esas perras?

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Al parecer las chicas "J" como les decían, se embarcaron en un viaje veraniego por España y algunos países europeos sin haberle informado a sus amigos.

*relajadas en un jacuzzi de un prestigioso hotel español*

—¿Qué habrá sido de las chicas? —preguntó Jenna con pepinillos en el rostro y una toalla blanca que cubría su larga cabellera castaña—.

—Hablas de chicas como si Darren fuese una —respondió Juliana mientras se sumergía en el jacuzzi y cubría su cabello rubio con una toalla— a quien engaño, es una chica en cuerpo de un hombre —balbuceó—.

—Exacto *sonríe* lo que importa es que no sepan donde estamos, podrían molestarse por haberlos invitado —puntualizó Jenna—.

—Así es chica *sonríe* le dejé claro a mis padres que si alguno de ellos pregunta por mí, que les digan que estoy en cursos vacacionales o algo así —dijo Juliana con sarcasmo—.

—¿Te has dado cuenta que somos unas perras con nuestros amigos? —preguntó Jenna interesada—.

—Sí, lo sé —responde con desvelo— que más da, así nos adoran —sonríe y se sumerge bajo el agua tibia—.

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*Alguien toca la puerta principal*

—¿Quién podrá ser? —preguntó María extrañada—.

*María abre la puerta*

—... ¡Oh por Dios! ... e.. ¡Eres tú! —respondió María en shock—.

Nada más y nada menos que su ex esposo y el padre de Melissa, Pedro López.

—María, has cambiado mucho desde que me fui —dijo el alto moreno con ojos aguados y con carita de perro regañado—.

—Pe.. ¡Pero que estas haciendo aquí! —exclamó intrigada— ¡No tienes nada que hacer aquí! —dijo con furor— ¡Tú te largaste desde aquel último día que me golpeaste! —respondió en voz alta y con un tono de furia—.

—Lo sé y cada día me arrepiento de lo que te hice a ti y a nuestra hija *se arrodilla* por favor, ¡PERDÓNAME MARÍA! —exclamó en voz alta aparentemente arrepentido y entre súplicas—.

—No tienes nada que hacer aquí, fue suficiente el daño que nos hiciste —dijo seriamente y sin remordimiento alguno—.

*María empieza a llorar; Melissa oye los gritos y sale de su habitación a ver que ha ocurrido*

Al ver a su madre llorando y a su padre arrodillado ante ella, queda muy sorprendida ante lo que está pasando.

—Pe .. pero ¡QUE ESTÁ PASANDO! *se altera* ¡Qué sucede mamá! —exclamó extrañada— *mira al hombre* ¡Qué hace mi padre aquí! —exclamó en voz alta—.

—*Se levanta* hija, después de tanto tiempo *intenta darle un abrazo* oh hija, te amo, por favor perdóname —dijo entristecido—.

—Tú nos abandonaste, nos maltrataste sin compasión, cómo te atreves a venir a pedir perdón después de todo lo que nos hiciste a mi madre y a mí —respondió entre lágrimas de ira y lamento—.

—Hija, por favor yo las amo, cada día me arrepiento aún más de lo que les he hecho, estoy decepcionado de mi mismo, soy una basura lo sé, pero las amo, por favor perdónenme —dice entre el llanto— siempre te mantenía vigilada, no quería que te hicieran daño, quería acercarme pero tenía miedo de que te alejaras aún más de mí —explicó el hombre—.