Una princesa es la hija de un rey.
Si el rey es bueno, ella es una princesa noble y virtuosa.
Si el rey es malo, ella sigue siendo una princesa, pero corre el riesgo
de ser igual a su padre o peor.
Los hijos somos el reflejo de nuestros padres.
Mi padre es bueno, es el rey bueno que veran en esta historia,
por consiguiente yo deberia ser una bella princesa.
Sin embargo no lo soy y él lo sabe.
Él sabe que si se rinde no habrá nadie más dispuesto a
salvarme.
¿Podra vencer el amor de un Padre -solo uno- la maldad
que crece en su mayor tesoro: Su hija? ¿El amor es más fuerte cuando
es mutuo? ¿Quiza exista un amor que se entregue sin reservas?
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N O T A
Te recomiendo abrir tu corazon y dejar a un lado la razon.