Mi primer amor

Miguel

Siempre estuve enamorada del amor, creía desde pequeña que como pasaba en las historias a pesar de los problemas siempre la princesa encontraba a su príncipe, más adelante la chica de lentes y la más fea se encontraba al playboy de su colegio, instituto, universidad, etc. En conclusión hasta el más mujeriego se enamora; Y así sucesivamente llegué a la conclusión de que todas encontraban a alguien que les hacía olvidar las penas y vivían felices por siempre, pero como todo cliché, todas y absolutamente todas las historias de amor tienen un final feliz, cruda equivocación, pero esa conclusión errónea no era la parte más letal del asunto sino mi propia psicología construida desde la niñez, la vida hasta ese momento me había enseñado, el dolor no es malo estar sola sí, tu no vales nada mira lo bruta que eres, ¿no es lo que te repetía tu madre?, no sabes ni donde estas parada, eres una mosca chismosa, si no valía nada solo me falta alguien que aun así me quiera, lo único que me queda de valor es la virginidad y la esperanza de una vida feliz con un hombre a mi lado sin eso nunca seré feliz, sin eso nunca podré ser feliz.

_Francesca has visto que chicos más guapos están en esta especie de novela amor y pasión.

_sí y cualquiera podría ser el hombre de nuestras vidas

_Pero yo estoy enamorada de Miguel

_El no te va a ver a menos que te crezcan los pechos milagrosamente _ que mal, quien me podría querer entonces me dije a mi misma.

Me había fijado en Miguel desde que estaba en primer grado y él nunca me hizo caso a pesar que yo a veces tanto lo miré, y la mayoría del salón me molestaba ya con él, a él parecía no importarle es más muchas veces ni siquiera quería acercarse ni toparse conmigo, hasta que un día cuando cursaba ya sexto grado…

_Francesca no crees que podría hacer algo con el cerco de madera de mi casa para poder salir con las chicas del barrio.

_si podríamos mover el palo para el costado y salir total estamos delgadas y lo máximo que podría pasar es que…

De repente choqué con alguien y solté mi carmín por el choque, intentaba amarrarme el cabello pero se soltó y me vi parada cara a cara con Miguel no lo podía creer, allí estaba yo con las mejillas más rosadas que nunca he de suponer porque al final solo sentía que mis mejillas ardían y mi corazón latía de la emoción y él estaba frente a mi observándome con una mezcla de incertidumbre y atención sorprendentemente nada incomoda como el solía verme, paso seguramente medio minuto en el que nos quedamos viendo yo ni sabía que decir me quede muda ni una palabra salía de mi boca, pero luego él bajo la mirada y vio mi carmín en el suelo y lo recogió y me lo dio, yo lo recibí y sonreí diciendo

_ Gracias

_te queda bien el pelo suelto

Dijo y siguió jugando con sus compañeros a tirarse papelitos con ligas, el sentimiento se me quedó grabado todo el día no podía dejar de sonreír. Pasaron los días y cada día que pasaba pensaba en cada día que acercan el final de poder apreciar a Miguel. La promoción próxima de sexto y yo seguía sin atraer su atención. Contadas fueron las veces que compartí palabras con él, de las más significativas en las que poco a poco conocía un poco más del enigmático Miguel, sabía que era muy extrovertido y le gustaba siempre correr y jugar a perseguir a la mimosa Kiara, si había algo en ellos a mi corta edad poco a poco ya iba desarrollando aquello que muchos llaman el sexto sentido y cada día que pasaba se notaba más y más su atracción hacia Kiara, hasta que ella en cuato grado desaparecio de nuestras vidas al cambiarse de colegio, asi quinto pasó casi volando y llego sexto, el momento en el que por primera vez en esos 5 largos años el me noto, no a la mosca chismosa o a la compañera que se sentó con el por medio año de 5to grado, vio en mi algo diferente, este primer encuentro con el casi primer amor que nunca pudo ser, no fue por diversas razones, pero la principal era porque siendo humana aun creía ser una pobre mosca sin aparente valor, y todo porque así me hicieron creer que era y el recuerdo perduró por mucho tiempo más. 

Flashback: 

la venganza puede ser tan divertida como una comedia.  

_Francesca ¿cuál crees que sea mi color resaltante de labial?

_¿para qué? ¿para que te lo pongas en el colegio? deja de pensar en tonterias y piensa en lo que vamos a hacer con respecto al romance entre Kiara y Miguel, imaginate semejante mala suerte te ha tocado, ahora resulta que nuestra enemiga mortal tiene sus garras puestas en él.

_ no tengo ni la menor duda Fran, fijate que se sonrien entre ellos y seguramente quien sabe ya esten saliendo juntos, si hasta juegan en el mismo equipo a la topadita. 

_ ya pensaremos en algo, por el momento hay que terminar de copiar esta clase que bastante atrasadas ya estamos... _ no terminaba de mencionar la alerta Francesca que la profesora ya había borrado la primera fila de la pizarra.

termine totalmente agotada por la escritura super veloz que le metí al acabar la clase puesto que era la última clase Silvia me prestó a regañadientes, pero no podría volver sin haber escrito la clase porque al día siguiente teniamos control semanal de las clases de Historia. después de tato esfuerzo salí suspirando del salon con mis cosas todas metidas lo más rápido posible de repente escuche en un rincon a un grupo de chicas que eran de quinto grado un grado más arriba que nosotros, hablaban sobre el respeto hacia las mujeres y de como los hombres no debían intentar maltratarnos porque las mujeres valiamos mucho, de repente se me prendió el foco de la venganza, y hable con la que al parecer era la dirigente de tal manifestación. 




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