De camino a casa no hubo ni una palabra de mi madre, creia que estaba enojada. El ambiente silencioso e incomodo me revolvía el estómago, me sentia como un pájaro en una jaula.
Las palabras se quedaban atoradas en la punta de mi lengua, no podía articular nada para romper el hielo, miraba a mi madre al volante y a mi hermana en el asiento del copiloto, cerré mis ojos y decidí que tomaría una siesta antes de llegar a casa, cerré mis ojos y poco a poco sentí como mi cuerpo se relajaba, los sonidos se desvanecían y un sentimiento de calma recorría alalrededor de mi.
Abrí mis ojos y levanté mi mirada, estaba sentada en el medio de un bosque, el césped estaba húmedo. El ambiente se sentía lúgubre y misterioso, como una pesadilla sin fin, tenía ese sentimiento de miedo pero a la vez de curiosidad, ¿ qué hacía aquí? ¿Como porque estaba en este lugar?, no recordaba absolutamente nada. Mire a mis alrededores los enormes árboles cubrían casi por completo el cielo. Rápidamente me levanté mientras sacudia mis rodillas, tenía un vestido blanco hasta la rodilla y andaba descalza ¿Cuando pasó esto ?, habían muchas preguntas sin resolver; Se podía notar que era de día aún, mis nulos instintos de supervivencia me decían que tenía que caminar, tal vez podía encontrar alguna salida, así que lo hice, caminé lentamente por el césped húmedo a paso lento, era muy incómodo caminar por el pasto con mis pies completamente desnudos.
Camine por un buen rato, el escenario se repetía sin ningún cambio, árboles y árboles sin fin; hasta que encontré una pequeña cascada y en medio una piedra muy grande, el lugar era hermoso como un cuento de hadas, el agua muy cristalina y el césped muy verde. Decidí acercarme pero por cada paso que daba volvía a sentir ese sentimiento de miedo, por alguna razón no podía detenerme, mi cuerpo se movía solo hasta ese lugar, intentaba gritar pero no podía hasta que llegue a la orilla.
Había un cuervo; el cuervo estaba posado en la enorme roca en medio del agua, parecía herido, se podían escuchar sus quejidos desde mi distancia, por alguna razón quise ayudarlo. Entre al agua lentamente y comencé a nadar mientras más avanzaba podía sentir Como mi cuerpo se volvía pesado y me costaba más poder seguir, mi respiración empezó a agitarse al igual que mi corazón pero algo me decía que tenía que llegar a esa piedra, hasta que por fin antes de de caer por el cansancio pude tocar la roca y salir del agua hasta donde estaba el cuervo.
Me acerqué lentamente a él para no asustarlo, el cuervo se dio la vuelta con sus ojos en mi, su plumaje negro parecía irreal, Pero lo que más me llamo la atención eran sus ojos; ojos de un color rojo carmesí. Me agache para poder cargarlo, cuando lo sostuve en mis manos no pude dejar de verlo, era hermoso,pude sentir Mucha calma al tenerlo cerca de mi.
Pude notar como el viento empezaba a soplar de una manera más fuerte, los árboles empezaron a moverse al ritmo del viento, parecía que iban a caer. Mire a mis alrededores y el lindo escenario de cuento de hadas que había presenciado al principio, ya no estaba, el césped estaba marchito y la cascada empezaba a desvanecer. El cuervo se alteró demasiado haciendo que accidentalmente lo dejara caer al suelo, mi mirada se dirigió al cielo, montón de plumas Negras caían de el. A lo lejos pude escuchar como varias personas se acercaban más y más. Coloque mis manos en mis ojos esperando a que esto pasara pero cuando volví a abrir mis ojos ya no había cascada, ya no había agua cristalina, ya no estaba el cuervo. Las personas que habia escuchado anteriormente estaban rodeandome no las podía ver mis ojos estaban borrosos pero tenia la sensación de que estaban ahí obsevandome.
-Mia.....Mia, ¡Despierta ! Ya estamos en casa- decía mi hermana sacudiendome un poco para que despertara.
Restregue un poco mis ojos y mire hacia el frente, Estaba sentada en el asiento de atrás del auto,efectivamente todo fue un sueño, pero no me quedé tranquila, me había dejado un mal sabor de boca como que mi subconsciente trataba de decirme algo.
Entre a la casa seguida de mi hermana, busqué a mi madre en su habitación quería hablar con ella y pedir disculpas por causar alboroto en la cena, subí las escaleras en rumbo a su habitación, toque la puerta y la abrí lentamente, ella estaba limpiando su maquillaje.
- Madre...¿podemos hablar ? - pregunte.
Mi madre dirigió su mirada invitandome a entrar
-Claro, ¿que sucede?- respondió.
- ¿Estas enojada?- Dije con un tono de angustia.
- Claro que no, ¿porque debería?- dijo sarcástica.- me pareció muy divertido lo que pasó, claro que......tenía que mantener mi perfil-
- ¿Estas segura ? - respondí
-Claro, no te eches la culpa, son cosas que pasan- dijo guardando sus joyas en una cajita de vidrio.
- Madre, Catrine y Anne son brujas, me habías dicho que solo irían personas "normales", lo malo es que la peor impresión se la llevaron ellas, quien sabe si hablaran mal de mi y tendré una reputación muy mala antes de entrar al mundo de las sombras - Dije con tristeza
- *suspiro * No te preocupes por la reputación que otra gente te da, la reputacion que realmente importa es la que tú te das a ti misma. sabes ya es muy tarde tienes que ir a dormir tienes clases mañana- dijo con una Pequeña sonrisa en el rostro.
- Supongo Tines razón, despejare mi mente e iré a dormir, buenas noches- dije y camine afuera de la habitación de mi madre.
Senti un gran alivio al saber que no estaba enojada conmigo por el pequeño circo que formé anteriormente, Sin embargo no estaba tranquila por lo que Anne o su madre dirían de mí. Me dirigí a mi cuarto para dormir, tomé una ducha larga con música , salí y me puse una pijama, antes de acostarme encendí un incienso para relajar la vibra a mi alrededor, me acosté en la cama con mi vista hacia el techo, mañana indagaria más acerca del sueño que tuve anteriormente solo para verificar si es algo de lo que debería preocuparme.
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Editado: 07.11.2020