La mujer ya un poco mayor se encontraba en su trabajo habitual, ella era cocinera en la posada del siglo XXI.
Era un día como los demás, aunque ese día no había muchos huéspedes, y la mañana estaba tranquila, sin embargo sin percatarse el comedor se oía como si al menos 100 personas se encontrarán allí.
Rápidamente la mujer se dispuso a preparar el desayuno, ella no se percató cuando había llegado toda esa gente, de seguro era una excursión que recién había llegado por lo cual no se había enterado.
En el momento en el que puso la cafetera en marcha, la llegada de su compañero de trabajo le llamo la atención, el mismo estaba con la cara completamente blanca, y no tenía expresión en la misma, la mujer preocupada le pregunta a su compañero que le había pasado, ¿Acaso tanta era la gente que se encontraba allí?
La respuesta del hombre la dejo perpleja, ya que le estaba diciendo que allí no había ni un alma, que el también había escuchado a la gente, y cuando se dispuso a atenderlos allí no había absolutamente nadie.
La mujer incapaz de creer lo que le estaban contando decidió salir a comprobar aquello que le decía el hombre, ya que no se lo creía, porque aún en ese momento el alboroto continuaba oyendose, pero cuando abrió la puerta de la cosa y recorrió con su mirada el lugar solo vio a una señora rubia sentada en la mesa del fondo, la cual en el momento que la mujer salió por la puerta la miro.
La mujer incapaz de creer lo que veía, decidió pasarlo por alto he ir a prepararle el desayuno a la mujer que se encontraba allí, pero antes de entrar a la cocina volvió la mirada, dándose cuenta que la mujer ya no se encontraba allí.
La mujer frustrada por toda la situación decidió ir a descansar a la habitación para empleados, ya que no había dormido en toda la noche y tenía hasta el almuerzo para descansar aunque sea un poco.
Entro a la habitación y se aseguró de cerrarla con llave, la habítacion era pequeña, solo contaba con una cama y un ropero, suficiente para ellos, ya que solo dormían ahí unas horas y luego volvían al trabajo.
El cansancio de la mujer era tal que en cuanto tocó la cama se durmió profundamente.
En mitad del sueño sintió como algo la tomaba de las piernas y las sinchaba hacia arriba, haciéndola rebotar en la cama, aterrorizada, se levantó prendiendo la luz, viendo allí parada a aquella rubia que había visto en el comedor está mañana.
El susto fue tal que solo atinó a salir corriendo de aquella habitación he ir a la recepción, allí contó lo que le había sucedido, pero la reacción de la recepcionista no fue la que esperaba.
La recepcionista le contó que ella no era la única que la había visto, sino que cualquiera que se haya quedado en el lugar por un largo tiempo había tenido un encuentro con esta mujer, nadie sabe si es buena o mala, lo único que saben es que ha estado allí desde mucho antes de lo que se puedan imaginar.
Buenoo, hoy decidí contar una historia un poco viejita, la cual le sucedió a mi abuela, en este lugar le han sucedido mil cosas más que quiero contárselas pronto, no saben la cantidad de historias que tengo, y ya se que no soy constante pero juro que trataré de subir al menos un capítulo por semana, no sé cuánto durará el libro, supongo que al menos tendrá 30 capitulos, y luego procederé a escribir en otro, ya que no quiero que los libros tampoco sean muy largos para no hacerlos tan pesados, y bueno como siempre les digo, si me quieres contar tu propia experiencia paranormal o enterarte de próximos relatos sígueme en mi Instagram @fiorellatironi, y bueno me despido y espero que tengas DULCES PESADILLAS🖤🖤