Cuando despertó Eloisa, sabía que no estaba en su departamento. Pero no quería ver esa mirada, sabía que estaba en la habitación. Esa fragancia que relacionaba solamente con él. Entrecerrando los ojos, lo pudo ver de espaldas. Por más que intentaba no hacer ruido era imposible.
-Tu silencio es como una estampida de elefantes- aguantando la risa por cómo maldecía al no poder abrir bien los cajones
-Perdón, no quería despertarte - Sin ninguna vergüenza se sentó en la orilla de la cama, sabiendo que tenía el torso descubierto- Pero ya que estas despierta me gustaría saber que paso ayer.
-Se más específico, pasaron muchas cosas.
-Agh- se puso de pie caminando por su cuarto tomando lo necesario para poder alistarse.
Una vez que desapareció por la puerta, Eloisa se puso de pie percatandose que traía el vestido de ayer que estaba más que arrugado. Tomó una playera y nos pantaloncillos que se podrían ajustar de la cintura y que no le quedarían tan grandes.
Tomo un baño el cual hizo que se sintiera mejor y poder enfrentar el interrogatorio que sabía que le esperaba. Estando en la ducha, quiso poner todo en orden, no sabia si habia imaginado a Luis o en realidad si sería. Respiro profundo y se encaminó hacia el comedor.
Cada uno sumido en sus pensamientos uno intentando descifrar qué fue lo que cambió entre ellos y ella esperando el interrogatorio y ambos esperaban responder varias preguntas que daban vueltas en su cabeza.
Cuando todo está dispuesto para desayunar, acordaron sin necesidad de palabras que solo disfrutarán la comida sin tocar temas peliagudos. Sentados uno enfrente de otro, recordaron cómo se conocieron, sus bochornos y en especial no entendía qué estaba cambiando entre ellos.
Terminado todo limpiaron la cocina y lavaron y secaron todo lo que utilizaron para el desayuno, ambos sabían que solo lo hacían para retrasar la plática. Era una incertidumbre para ambos porque sabían que a partir de ahora todo cambiaria. Encontrarán respuestas a preguntas que nunca formularon o se dirían cosas que no pensaban.
-Muy bien. Si pasamos a la sala.- Gilberto fue el primero en romper el silencio, una vez que puso el plato sobre el escurridor.
Se encaminaron los dos en silencio, optaron por sentarse en el sillón de dos plazas, acomodándose para quedar de frente y poder mirarse a los ojos mientras hablaban.
-Hace rato te pregunte que habia sucedido, me dijiste que muchas cosas. Lo medite durante este tiempo y me gustaría saberlo todo - La tomó de las manos, para poder infringir su apoyo a lo que venía - No ocultes nada que me estoy dando una idea de lo que pasaste durante este tiempo.
Tomando el valor que no sabía que necesitaba, opto por decir todo. Cosas que había notado el dia de ayer y lo que pudo entender esa mañana.
-Creo que lo que más te gustaría saber es si era la primera vez que me agredía. La respuesta es no. Fueron varias veces pero esta era la primera vez que lo hacía en el rostro. En ocasiones solo me estampaba en la pared cuando no me vestía adecuadamente o lo dejaba en ridículo con sus compañeros. - Fue contando cada uno de las cosas que vivió con él - Siempre lo perdonaba porque me decía que no volvería a pasar.
-¿Solo hizo eso? porque Luis me dijo lo que vio. Que te encogiste protegiéndote como si supieras lo que iba a pasar - la tomó de la barbilla para que la levantara el rostro y poder ver esa mirada que decía más que sus palabras.
-No - No pudo controlar todo ese miedo, dolor, vergüenza. Muchas emociones se agolparon y la única forma que vio para desahogarse fueron a través de las lágrimas - Me golpeó en una ocasión cuando no quise tener relaciones con él. Cumpliamos un año, fuimos a comer y paseamos por un rato. Se ofreció a llevarme al depa, algo que se me hacia raro porque siempre me regresaba sola o me mandaba en un taxi. Yo me emocione y le propuse que pasara a tomar algo, nos estuvimos besando y ya sabes - Con cada palabra que decía sentía como se sonrojaba, eso nunca se lo había dicho a nadie, pero sabía que una vez que inicio tenía que terminar - Le dije que no quería y que era mejor que se fuera. Esas palabras lo desquiciaron, me tomó de los brazos para pararme y me arrastró a la recamara, me azotó contro la puerta y comenzó a quitarme la ropa.