Día 21 de Mayo de 2016.
Hola, este no es el inicio de una carta, tan soló me voy a presentar como si no me conocieras; me llamó Daniela, prefiero que me digan Danny, se que debería escribirlo con una "n" y con "i" pero está es la forma en la que prefiero que lo escribas. ¿Mi edad? ; 14 años, físicamente soy una persona muy común, no hay algo que me haga extraña del resto, creo.
Te preguntaras qué pasa, justo hoy; he salido a buscar un lugar donde me enseñaran a bailar, para hacer el cumpleaños más inolvidable de toda mi vida. Y llegué justo al lugar dónde yo no pensaba estar, en aquella academia de baile; no he ído sola me acompaña mi madre y mi abuela. Tocan la puerta y yo lo que deseo es estár pegando la vuelta de regreso a casa y muy al fondo se escucha como si alguien corriera de una estampida mientras desgatiñaba fuerte:-¿Quién?, ¡Voy!. Hasta que se abrió la puerta. Era una chica, muy agradable, nos invitó a pasar y ella nos llevó justo a donde debíamos ir. Al entrar, en mi tenía una expresión que ni yo podría describir, escuchaba vociferar a tantas personas que comencé a sufrir una de esas crisis de timidez horrible, he volteado a lo lejos y vi tantas chicos y chicas que verdaderamente no sabía a quién mirar y de repente alguien dijo: — Shhh, ¡Callensé!, y el ruido se acabó....—¡Hola, mucho gusto, soy....! dijo un hombre, no logre entender su nombre, pues lo ha dicho tan rápido, que no preste tanta atención, solo me quedo saludar cordialmente. El aspecto de estas personas me causaba risa, pues estaban tan salpicados de pintura por todos lados, que parecía que no habían tomado un baño desde hace un día, de pronto comenzaron a acercarse a donde estábamos mi madre, mi abuela y yo, se acercaron a saludarnos como si nos conociéramos de años, he visto tantos rostros y me parecieron chicos muy sencillos y agradables.Y a lo lejos dentro del espacio con espejos enormes en el frente, note a dos chicos; que no sé habían acercado para nada, simplemente estaban ahí; pintando una línea morada en la pared. Me causaba tanta incertidumbre saber la identidad de uno de ellos, solo recuerdo que llevaba puesto un pantalón negro, playera negra, una gorra roja con negro y que su complexión es mesomorfa, justo cuando estaba por ver su rostro, un chico de fuera cerro la puerta, dejándome en duda, noto que estaba distraída. Mientras tanto le platicaban lo que hacían en aquella academia de baile, a mi madre y a mi abuela y bueno yo solo reía fingidamente, pues no tenia idea de lo que estaba pasando pero era un hecho que yo estaría de nuevo en ese lugar.
Al terminar de darnos la información, mi madre le ha dicho. — ¡Esta perfecto!, espero que para el próximo mes, ya pueda traerla. —Asintió con la mirada. —¡Claro, aquí esperaremos a Daniela!, dijo el hombre. La chica que nos ha abierto la puerta, nos llevó de nuevo a ella para salir. Saliendo de ahí, le dije a mi madre: —Mamá, ¡Sin dudarlo quiero quedarme ahí, me ha encantado el lugar y el trabajo que hacen!Mi madre ríe. — Y decías que no. — Vuelve a reír. Yo solo sonreí. Por mi mente rondaba el recuerdo del chico misterioso de este día, lo conocí pero no como debía. Así que no podía quedarme así, quiero conocerlo pensé durante todo este día y el resto de ellos hasta que llegará el siguiente mes para conocerlo.