Ha pasado un mes desde aquel día que he conocido a ese chico pero verdaderamente sé que no lo conozco, solo lo he visto, quizás ni siquiera lo vuelva a ver y estoy aquí pensando en si volveré a verlo.
Pero llego el momento de volver a ese lugar y ver que pasará conmigo, iré después de salir de la escuela, como por eso de las 7:30 de la noche, no iré sola me acompañara mi madre... De repente llegó el momento, en el que puse pausa a mi vida y me le hice la siguiente pregunta a mi subconsciente:
—¡Daniela! ; Exclame en mi mente. — ¿Por qué estás pensando en si volverás a ver a aquel chico cuando tienes novio?. Sacudi mi cabeza de izquierda a derecha, solo para quitar esa pregunta de mi mente.
Que extraño ¿no?, pensar en alguien que sólo has visto una vez teniendo una relación... Lo sé, la llamé "curiosidad del momento", no es que aquel chico me haya gustado o que esté provocará algún sentimiento en mi, ¿o sí?...
Más tarde, al llegar a casa saludé a mi madre y le dije:
— ¿Iremos a dónde ya sabes?
Madre: — ¡Sí!. Así que cambiate para irnos y ponte suéter.
Subí corriendo las escaleras de casa y me cambie cuanto más rápido pude, tomé un pans y una playera, me puse tenis y baje corriendo las escaleras, mientras gritaba:
— Lista, ¡Ya vámonos!.
Mi madre agarro las llaves, cerró la puerta y nos fuimos.
Una vez en el camino mi madre dijo: — Sólo preguntaremos cuándo puedes iniciar, no es que te vayas a poner hacer algo hoy.
Lo que mi madre no sabía es que yo moría de nervios, y no por que no supiera bailar (a pesar de mis dos pies izquierdos) o lo que me dijeran, sino que yo estaba nerviosa por querer ver al chico de esa vez.
Llegando al lugar, el ruido era más intenso que el de la primera vez, tocó mi madre la puerta, casi tirando de ella y bajaron corriendo de nuevo, era la misma chica que nos decía
—¡Hola, buenas noches, pasen!. Con una sonrisa enorme en el rostro.
Agradecimos al mismo tiempo y está vez al subir esas escaleras y voltear al mismo lado, había tantas personas que no logré encontrarlo y por su fuera poco mi altura no me favorecía en lo absoluto.
Sé acerco el hombre del nombre que no había escuchado, se acercó y cerró la puerta para bajar un poco más el ruido. Y así es, ¡Oh decepción, para mí! ; pensé yo, mientras mi madre platicaba yo prestaba tanta atención a la canción que estába sonando, que no prestaba ni un poco de atención cuando escuché a lo lejos el...
—¡Entonces que te parece Danny!.
De inmediato desperté de mi distracción y dije
— Sí, esta bien. Mientras hacía una risa apenada.
Madre: —¡Me parece muy bien, entonces ya que inicie el Miércoles!
— Sí, esta perfecto y le presentó a su maestro para que todo lo que quiera ella, sé lo haga saber a su maestro.
Entonces mi cara cambió de aburrimiento a una de sorpresa... Realmente estaba en estado de shock.
Nos despedimos y volvimos a casa, mi madre parecía ansiosa, mucho más que yo pues ahora tenía dos enormes dudas, el chico y el maestro que tendría.
Así fue como tuve que esperar un largo día. La canción que sonaba era esta.
-Flightless bird- American Mouth.