Pasión, amor y deseo

Capítulo: 28 “Capítulo Uno de un Idol”

- Los imbéciles grabaran su primer capítulo de la vida de un idol, como si ya lo fueran. – Comentó con una burlesca sonrisa. Pues desde esa vez que lo hicieron quedar mal ante los presidentes se prometió hacerles su vida en la empresa y ahora en la escuela su peor pesadilla. Nadie se había atrevido a humillarlo como lo hicieron, él siempre era el centro de atención y nadie le quitara su lugar, él nació para brillar y ser alabado.

- Ya cálmate, de todas formas nadie los verá, además tú ya eres popular ¿Por qué te molesta que ellos se vuelvan famosos? Tu eres actor y ellos cantantes, son caminos distintos, no tienes por qué pelearte con ellos. Solo déjalos ser. – Comentó Xue Yang, quien todavía se encontraba incapacitado, las heridas se habían sanado casi por completo, solo quedaban alguno que otro hematoma disipándose y una que otra dolencia, intento hacer un movimiento, pero un dolor hizo que se frenará e hiciera una expresión antiestética, su amigo lo vio y se cruzó de brazos.

- Por querer hacerte el héroe terminaste como una mierda, eres un completo estúpido. – Dijo el joven de ropas verdes limón, el contrario se volvió al sofá a descansar, mientras negaba divertido.

- Ya te lo dije que no fue solo por eso. – Contestó indiferente mientras cogía su celular, le habían mandado un mensaje. Al leerlo, una sonrisa se formó en sus labios, un brillo ilumino sus ojos. “Iré a visitarte por la tarde, te llevare un poco de sopa”, Qi Rong al ver la mirada de bobo de su amigo no tuvo que pensar para saber de quien se trataba. Se sentó a su lado con el ceño fruncido, luego en un rápido movimiento le arrebato el celular.

- ¡Devuélvemelo! - Gritó con el ceño sumamente fruncido, el contrario retrocedió tres pasos, con una expresión recia a dárselo.

- Dámelo o te juro que lo lamentaras. – Escupió cada palabra, su mirada se volvió peligrosa y amenazante. Lo miro desafiante, “diciéndole que se atreviera” mientras apretaba con mayor fuerza el aparato, una sonrisa fría se formó en la boca de Qi Rong, pues lo estaba retando sin miedo a lo que le fuera a suceder.

-Debo contestarle. – Respondió molesto, no quería lastimar a la única persona que lo entendía y la única que lo aceptaba como era. Aceptaba su pasado y su presente, era el único que no lo señalaba ni lo quería encerrar. Gracias a ello, su relación se solidifico, aunque a veces discutían siempre terminaban perdonándose, como si nada hubiera pasado.

-Ni a mí me contestas tan rápido desgraciado. – Contestó con una sonrisa victoriosa, le aventó el teléfono y se fue a la cocina, Xue Yang lo atrapo en el aire y de inmediato contesto. “Gracias, pero no tienes por que esforzarte, te estaré esperando.”

Después de unos minutos salió Qi Rong de la cocina con una copa de vino, al ver que su amigo ya se había tranquilizado se fue a sentar al lado de él. Sin embargo, al instante que se sentó una mano delgada había apresado su cuello en un fuerte agarre, volviéndose casi sofocante. El joven se estremeció ante la falta de oxígeno, dirigió una mano sobre la otra, intentado retirarla, pero esta agregaba mayor fuerza, el joven de ropas verdes miro fijamente a los ojos del contrario, el otro le devolvía la mirada desafiante, como si lo retara a que pudiera retirar su mano de su cuello, el joven continuo mirándolo sin poder retirar la mano que lo estrangulaba, sus pulmones comenzaron arder, aunque intentará abrir su boca no podía conseguir oxígeno, sus pupilas se empezaron a dilatar, su visión se tornaba un poco borrosa, mareado decidió la derrota, dejo de intentar arrojar la mano de su cuello y con palabras carcomidas le pidió que lo soltará.

-Xue… Yang… suél… ta… me. – Pero el contrario parecía perdido, su mirada fijamente viendo el cuello de su amigo a punto de romperse por la fuerza que ejercía, como si quisiera quebrarlo en un solo movimiento, incluso el sudor se deslizo por su espalada, sin embargo, al oír las palabras de su amigo su mirada cambio, volviendo en sí.

Después de soltarlo, el chico logro respirar, luego tosió varias veces, su rostro rojizo y marcas de dedos imprimidas en su delgado cuello.

-¿Ya tomaste tus pastillas? – Preguntó entrecortado y con lágrimas queriendo deslizarse de sus cristalinos ojos.

-No, se me acabaron, Son Lang fue por ellas. – Contestó volviéndose a sentar, indiferente a lo sucedido, Qi Rong se tranquilizó y volvió tomar del vino, Xue Yang prendió su laptop y se dispusieron a ver el capítulo de los integrantes de Lotus Pier, pues el joven de verde quería ser el primero en verlos hacer el ridículo, tal vez esta vez sería más vergonzoso que en su primera presentación.

Mientras que, en la empresa del Receso de las Nubes, dos hombres discutían que ropas debían usar los jóvenes de Lotus Pier en la filmación de hoy.

-Ya te lo dije, ¡La camisa de cuadros no les queda a ellos! – Gritó mientras negaba con la cabeza de un lado a otro.

-¡Que sí les queda! ¡Van a tono con su color de piel! – Contestó de igual manera, los jóvenes solo veían desinteresados a los otros dos que discutían arduamente, y a otro hombre que dormía cruzados de brazos en un sillón, mientras esperaba al joven que quería vestir a los cantantes con mallones ajustados y una camisa de manga larga con escote en pecho, abdomen y espalda, el cual solo habría unas cadenas decorando, con accesorio de aretes, collares ajustados y unas pulseras gruesas. En sí de una forma extravagante pero sexy.

Mientras que Mo Xuan Yu quería vestirlos de traje ajustado de colores fosforescentes y sandalias, de accesorios unos aretes grandes y docenas de pulseras.




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