El Segundo Mejor

Me habían cambiado de escuela, no te podría decir que era algo que llegue a odiar ya que con aun 5 años de edad la verdad que nisiquiera me importaba, la gran dificultad que tuve que lidiar era que ahora estaba en una escuela tipo militar, eran muchos más estrictos, la disciplina era el pan de cada día. No me fue tan dificil adaptarme, estaba en segundo año de escuela y tenía buenas calificaciones, llegué a estar entre los mejores del curso cosa que más adelante se me complicaría un poco. 
Casi a mitad del año, un día lunes me había perdido en la formación, aún no me ubicaba cual era mi fila, por lo que unos niños más grandes que yo me hicieron creer que pertenencia a la fila que estaba a lado de ellos, como no quería seguir estorbando me metí en cualquier fila, para mi mala suerte había un tipo grande que daba muchísimo miedo, desprendía una aura de superioridad hacia los demás cosa que odio de las personas, al terminar la formación este chico me lleva a un lugar donde no habían muchos alumnos solo para sasiar su ira, ya sabes los tipicos niños que se aprovechan del más débil. Quede muerto del miedo, golpeado y con pánico, tanto que me orine encima, pase semanas enteras muy asustado ya que no quería cruzarme de nuevo con ese tipo, y desde ese momento muchos me veían como miedoso y se burlaban de mi bastante, cuando tenía algo me lo quitaban con suma facilidad y solo me tocaba ver, era frustrante, no puedes hacer nada en esos momentos ya que sabes que no eres rival. Así pase todo el segundo año de escuela, cuando me di cuenta ya estaba en el tercer año, el tiempo pasaba rápido y mi suerte comenzaba a cambiar bastante, y como toda escuela siempre hay una chica que llama la atención de tus ojos, era para mi una niña hermosa, me di cuenta que estudiaba alado de mi curso, para mi era GUAO, no lo podía creer, la tenía tan cerca pero, me faltaba valor para poder hablarle, había perdido mucha seguridad en mi, aún así sentía deseos grandes de destacar, quería hacerme notar, que se diera cuenta que soy genial, me uní al equipo de fútbol solo para que me vea, no pude entrar como jugador pero si como portero, me conformaba con tal de que me vea. Había unas olimpiadas por las fechas de octubre, decidí practicar y practicar para que vea que soy genial, claro que sin descuidarme de mis estudios, ya que cuando hable con ella quería que viera que también soy el mejor estudiante de la escuela, me esforcé mucho. Llego el gran día de las olimpiadas, habían varios partidos en el cual, yo iba a tapar en todos. Mis esfuerzos dieron frutos, todo el mundo me veía y solo escuchaba a gente hablar, ES UN GRAN PORTERO, MIRA A ESE NIÑO, NO CREIA QUE DESTACABA ASÍ.... Sentía que lo estaba logrando, sentía que la mirada de esa niña pronto estaría pegada en mi, los partidos avanzaban y llegamos a la semifinal, solo imaginate unos niños de tercer año de escuela ivan a jugar contra niños que estaban en sexto año de escuela, para mi era un, POOM EN SU CARA, di lo mejor que pude tapando, quedamos cero a cero así que nos fuimos a los penales y hay es donde me metieron dos goles y ya no pudimos hacer nada al respecto, perdimos, pero quedamos todos satisfechos de haber llegado tan lejos, quede con muchos rasguños y moretones por los balonazos pero, me sentía feliz, me fui a sentar y los niños me comenzaban a respetar más, y yo empezaba a tener más confianza en mi mismo, pero, quería que me hablara ella, fui a buscarla hasta que la encontré, y fue cuando le hable por primera vez, con muchos nervios le pregunté sobre el partido, me dijo que si lo vio y que me veía genial, no hacía falta decirle mi nombre ya que todo el mundo estaba hablando de mi, del niño portero que llego bastante lejos, le dije que quería ser su amigo, que quería hablar más con ella, me dijo que ella estaba en cuarto año de la escuela y que le daba vergüenza hablar conmigo por ser un año menor, solo me di vuelta y me fui corriendo al baño, no pude evitar llorar, sentía que me se me caía en pedazos todos los esfuerzos que había hecho hasta ese momento, decidí que sería más fuerte, ya no por ella, más bien por mi, estaba arto de sentirme débil e inútil. Casi al terminar el año publicaron notas, y quedé en tercer lugar de los mejores alumnos de mi curso, me sentía feliz pero no satisfecho.
El siguiente año fue uno de estudio y estudio, me respetaban más y mi personalidad tímida cambió a una loca y despreocupada pero aún así con una disciplina bastante elevada por el tipo de escuela en la que estaba, y en este año solo me dedique a estudiar, me metía más seguido en problemas con otros niños pero ya nadie me veia como el menos. Al final del año publicaron notas y empate con un niño, el cual por medio de papeles sorteados decidieron quien sería el primer puesto, por lo tanto mejor alumno del curso, y fue algo que odie, siempre eh tenido mala suerte con ese tipo de cosas y en este caso no fue para menos, saque el papel equivocado haciendome quedar en segundo lugar, fue algo que me lleno de coraje a más no poder.
En todo este trascurso de amor, competencia y esfuerzo se sobrellevaba muchas cosas, mis padres tenían discusiones tan fuertes hasta el punto que se llegaron a separar, como niño la pase realmente mal pero lo supe sobrellevar para continuar estudiando y no bajar mis notas. Antes de haber participado en las olimpiadas me había dislocado el hombro en una resvaladera pero aun así practicaba para portero, y ya volviendo a cuarto año de escuela, el año había acabó y mis padres una vez más tenían otros planes que eran cambiarme otra vez de escuela, ya que como se habían separado, esta vez viviría con mi madre y necesitaban que mi escuela este cerca de la casa, mi padre se fue a vivir a un lugar más alejado, me sentia triste ya que había hecho unos cuantos amigos pero, me sentí feliz de haber disfrutado y de haberme esforzado todos esos años, para bien o para decepciones, haber dado mucho de mi esos años para destacar es un momento de mi vida que no me arrepiento haber hecho.