Narra Matt
Maldito lunes
¿A qué clase de persona se le ocurrió que el lunes debía ser el único día de toda la semana en el que amanece lloviendo y dan ganas de quedarse en cama?
Me levanto por el irritante sonido de la alarma que tengo programada en el celular, y como soy Matthew me caigo de la cama al enredarme con las sábana y cobijas en las que estaba envuelto. -Mierda, vaya forma de comenzar el día- me digo a mí mismo mientras camino en dirección al baño.
Me baño con rapidez y me visto con un jean, camiseta negra, zapatos de mismo color y por agregado una camisa de cuadros. Desayuno con un par de frutas y salgo de casa en dirección a la escuela... y he de admitir que tengo una combinación de nervios y temor.
Oh, ¿y eso por qué?
Tú mejor que nadie sabes la razón de ello
Déjame adivinar, nuestra querida chica bipolar, ¿acerté?
¿Por quién más sería? La verdad es que hoy pongo en marcha mi plan maestro "enamorando a la bipolar sin morir en el intento"
He descubierto que lo tuyo no son los nombres, solo espero que al menos tu plan tenga algo de sentido común.
¿Qué dices? Si mis planes siempre salen de maravilla
Ohhh claro, como la vez que le escribiste por primera vez a Juliette, que claramente no terminaste estampillado contra los lockers.
Esa fue una simple falla en los cálculos, nada de qué preocuparse.
Llego a la escuela y noto que Juliette habla animadamente con Phillipe, mientras que un hombre alto y corpulento vestido de negro no le quita la mirada de encima, ¿quién es ese?
Narra Juls
Me encontraba contándole porqué rayos traía conmmigo a un guardaespaldas al francesito cuando siento un par de brazos a mi alrededor a modo de susto -¡Bu!- grita quien reconozco como el idiota de Müller.
¿Podrías dejar de llamarlo idiota? Él es guapo y para remate te quiere
Pego un brinco del susto, y en menos de lo que me esperaba, el aludido se encuentra en el piso siendo bloqueado por el hombre que Kurt me puso de sombra -quien por cierto se llama Mike- y no encuentro de otra que llamarlo idiota y comenzar a reír a carcajada limpia.
-Ya Mike, puedes soltarlo, es un amigo- le digo cuando mi risa cesa, este automáticamente se disculpa y ayuda a Matt a levantarse del piso, quien por cierto está pálido.
-¿Quién carajos es él?
- Se llama Mike, es mi sombra por ahora
- ¿¡Y necesitas a un maldito karateca como sombra!?- dice alterado, a lo que el francesito y yo reímos y Mike resopla
- Al parecer sí, aunque si me hubieras hablado esta semana hasta de pronto sabrías algo de lo que pasa
Narra Matt
¡Alerta Roja! Te está echando en cara tu idiotez , BIP BIP BIP
Ya lo sé, déjame pensar
¡No tienes tiempo para pensar! ¡la perdemos!
- Eh sí, lo siento por eso, yo... estuve ocupado con tarea esta semana
- Ohhh claro, hablas como si no supiera que esta semana no podían dejar tarea por el problema de los maestros
¡Mierda! Ya sabía yo que no servías para improvisar, pero esto ya es el colmo genio
- Perdoname, la verdad es que... - traté de decirle, pero antes de que pudiera completar la frase, ella ya se estaba llendo notablemente molesta.
Vaya manera de cagarla
Ohhh cállate, tú fuiste el que dijo que no lo pensara
Las clases pasaron bastante lento, y a la hora del almuerzo me senté con Paul -mi mejor amigo por si no lo recuerdan- y realmente no hablamos de nada interesante, eso sin contar que estuve la mitad del tiempo mirando cómo ella reía a unas cuantas mesas de distancia.
-Oye, amigo
-¿Ah?
-De verdad estás idiotizado por ella
-Oh vamos, no es para tanto
-¿No? Hace 2 minutos te pregunté qué clase teníamos ahorita y me respondiste "Juls"
- Cállate mejor
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Al día siguiente...
Narra Matt
Me despierto de un ánimo increíble porque hoy es el día en el que mi plan va a funcionar sí o sí.
Me he aliado con el francesito y Chris -bueno, el último un poco a regañadientes- para que esto no se vaya al carajo como ayer.
Un baño por aquí, desayuno por allá y estoy listo para salir; beso en la mejilla a mis padres y salgo de la casa.
Ejem... ¿no se te queda algo?
Mmm nop, tengo mi maleta, estoy completamente vestido y tengo mi celular en caso de cualquier cosa... ¡Mierda! El regalo
Entro corriendo a la casa mientras mis padres me ven un tanto perdidos, subo a mi habitación, agarro el detalle y vuelvo a salir de casa, golpeándome contra un sillón de la sala en el camino.
Hombre, eres deprimente
No más que tú
Llego a la escuela, y diviso a Juliette -quien de nuevo va acompañada por el tal Mike- hablando con Phillipe frente a su casillero. Esta vez decido no acercarme ya que si quiero que mi sorpresa no sea un completo fracaso debo asegurarme que no se encuentre enojada conmigo hasta entonces.