Narra Mike
Como si lo hubiéramos llamado con la mente, la puerta es abierta por el mismísimo Kurt, nuestro jefe, quien posa su mirada en cada uno de nosotros, hasta llegar al pobre Müller.
- Müller, ¿Qué haces por acá? – Dice mientras el aludido pasa saliva nervioso, pero antes que diga algo, porque todos sabemos que dirá alguna estupidez, me adelanto y le explico toda la situación.
Como era de esperarse, por poco echa a Matthew de la casa, pero entre todos tratamos de calmarlo, alegando que Juliette estaba dormida… pero eso solo causó que el jefe lo agarrara de la camisa, para luego llevarlo al sótano y cerrar la puerta.
Se sentó en una silla peligrosamente tranquilo, mientras el pobre Müller comenzaba a sudar de los nervios y nos miraba en busca de algún indicio de lo que pasaría con él. Se podría decir que me apiadé del pobre, por lo que me acerqué al jefe - ¿Qué quieres, Michael? – me dijo seco, se nota a leguas lo molesto que se encuentra – Bueno… sé que no soy quién para decirle a usted qué hacer y qué no, pero, su hija de verdad lo quiere, así se encuentre dolida ahora; y dudo que golpear al pobre chico hasta que caiga en la inconciencia sea lo mejor que pueda hacer – dije pausadamente, asegurándome que comprendiera cada una de las palabras que salían de mi boca.
Sin decirme nada, se acercó a un bastante nervioso Matthew – Según le entendí a mis hombres, tu estarías dispuesto a adentrarte en nuestro mundo con tal de estar con mi hija y apoyarla, ¿me equivoco? – le dijo serio – Si señor – contesto el chico.
- Impresionante, pocas veces había visto tanta lealtad – dijo, a lo que los diversos tonos de rojo se posaron en las mejillas y orejas del chico – en ese caso, mejor esperemos a que Juliette despierte y le contamos todo, ella decidirá, porque tampoco me gustaría involucrarte mientras ella te dedica sus miradas de odio eterno. Pero te advierto, si ella dice que no, yo mismo me encargaré de sacarte a rastras de la casa, y en tu vida volverás a tener contacto con ella, ¿te ha quedado claro Müller? – dijo a lo que el aludido asintió rápidamente.
Esperemos que Juliette no reaccione peor que su padre…
Narra Juls
Me levanto de mi cómoda cama, quien me seguía seduciendo para que volviera a ella, y aunque estuve terriblemente tentada a hacerlo, me contuve y comencé a bajar las escaleras hacia el primer piso.
Mientras bajaba, no podía evitar pensar en lo que había ocurrido hace un par de horas, por una parte, entiendo la razón por la que Matt se fue, no debe ser fácil el enterarte de que tu pareja pertenece a algo tan turbio como lo es este mundo por así llamarlo; pero igualmente creo que salir sin decir nada es un poco hiriente, no me dio tiempo siquiera de respirar.
El silencio reinaba en la casa, algo bastante raro si tenemos en cuenta de que aquí viven más de veinte armarios con piernas, que siempre se empeñan en hacer tanto ruido como les es posible.
¿Y si están en el sótano?
No está de más revisar, supongo.
Al abrir la puerta, me encuentro con nada más ni nada menos que todos los muchachos acatando las órdenes de mi padre. -Quién diría que me encontraría al combo completo en el sótano- digo burlona para llamar la atención de los presentes, los cuales tienen una mirada que no se descifrar. Lentamente todos se abren paso, y no puedo creer lo que mis ojos ven.
Ahí está él. El único que me ha hecho sonreír como idiota mientras muero de un ataque diabético por la ternura.
Está sentado en una silla de metal, al parecer lleva un buen rato ahí por lo que veo. A su lado están Kurt y Mike, quienes observan atentamente todo el panorama.
Matt rápidamente se levanta de la silla al verme, para luego correr en mi dirección y abrazarme con fuerza - Lo siento demasiado, ojitos; el miedo me paralizó y fui un completo idiota contigo - me dice mientras yo simplemente asiento, tratando de asimilar todo lo que acaba de suceder. Pasan un par de minutos hasta que por fin me suelta y me doy la oportunidad de repasarlo con la mirada, grabando en mi memoria cada detalle suyo.
Pero la burbuja de ilusión se me rompe a los pocos segundos - Se podría saber, ¿Qué está sucediendo aquí? - preguntó con voz autoritaria, a lo que todos los muchachos comienzan a salir, dejando solo a mi padre, a Matt y a Mike - cobardes - susurro cuando todos se han ido.
- Más les vale comenzar a hablar
- Bueno... eh, ojitos, cuando me fui del restaurante, pensé las cosas con calma, y descubrí que no tengo idea de qué sería de mí si no te tuviera al lado; sé que suena muy precipitado todo esto, pero estoy perdidamente enamorado de ti, te has convertido en una de las personas más importantes en mi vida y no quisiera perderte por algo como esto. Por esa misma razón, vine acá y les dije a todos que entraría al mundo en el que estás con tal de estar a tu lado siempre, apoyándote y consolándote de ser necesario.
Cuando Matt termina de decir eso, yo me encuentro llorando como una magdalena, nadie había hecho nada de eso por mi jamás… es que ¡aghh! Me dan ganas de comérmelo a besos.