Por ultima vez

Efímero

 

 

¿Por qué me enamore de Dominick? Nunca antes me lo plantee y eso que vivimos juntos más de un año y que nuestra relación como novios duro casi 3 años. Pero ahora, a mitad de la nada, vestidos de novios y con su mano en mi cintura se porque me enamore. Su sonrisa y esa mirada tan intensa. La misma que me regalo cuando nos conocimos. Él alguna vez mencionó que había sido amor a primera vista, cuando sus amigos le preguntaron cómo fue que se enamoró de mí. Aquella fue la respuesta más romántica que jamás imagine escuchar y la que me convenció de que era el indicado para dar el sí.

―No ―aseguro apartándome. Olvidándome de los recuerdos traicioneros que me confunden.

Retrocedo y me inclino, quitándome los zapatos. ¿Qué cosas estoy pensado? Esto no está bien.

―¿Estás loca? ―pregunta horrorizado.

―Sí, lo estoy ―murmuro de malas, echando a caminar.

―Silvia.

―Solo camina ―mascullo sin detenerme.

―Te harás daño. ―Si te miro, más me lo hare. No puedo seguir queriéndolo, ¿Verdad? Bueno, supongo que sí. Por eso no he dado vuelta a la página, pero no puede ser. Justo ahora buscamos a su prometida, a la que ama y con quien seguramente una vez que se arreglen las cosas se casara. Me pregunto, ¿Cómo se enamoró? ¿Fue a primera vista?

―¿Por qué no negaste lo que grite en la iglesia? ―pregunto cambiando de tema. Se adelanta y se inclina delante de mí.

―Sube.

―No…

―Sube o te llevo en brazos. Tú decides. ―¡Mierda! Dudosa observo su espalda. No es buena idea. No debería.

―Pero…

―Sube. No te confundas, simplemente no soy un gilipollas para permitir que camines descalza. ―Buena respuesta.

―Opino lo contrario. ―Vuelve la mirada, fulminándome―. Está bien, está bien. ―Paso mis manos por su cuello y tirando de ellas, me hace caer por completo sobre su espalda. Se pone de pie, pasando sus manos por debajo de mi trasero. Cierro los ojos, ignorando lo que siento.

―Has subido de peso ―murmura levantándome.

―Deja mi peso en paz ―protesto y siento como ríe―. ¿De nuevo riéndote de mí?

―No ―afirma sin ocultar su risa. Por alguna razón, me contagia y yo también sonrío.

Esta es la peor de las locuras que he hecho desde que tengo uso de memoria. Ni siquiera cuando me escape para ir al concierto de Bon Jovi, resulto tan alocado. Y eso que casi terminamos en la cárcel. Eso sin contar lo confusa que me siento ante la situación. Quizás es solo el recuerdo de los viejos tiempos lo que me agita. Daría todo porque fuera así y no lo que estoy pensado.

 

****

―¿Sabes que tardaremos más de una hora en llegar? ―dice en voz baja.

Sonrió ante su expresión de pánico. No deja de mirar al resto de los pasajeros, que son completamente ajenos a nosotros. Salvo porque al vernos subir, nos vieron con admiración o con una risilla divertida, ahora han perdido interés y se dedican a lo suyo. La mayoría a dormir.

―Sí, lo sé ―digo cruzándome de brazos y recostándome en el asiento―. Solo disfruta el viaje, señor Dominick. ―Pone los ojos en blanco y niega.

Son las 5 pm. Tengo dos horas para resolver esto y tomar mi vuelo de regreso a casa. De donde no debí salir.

 

****

Su cabeza golpea por tercera vez mi hombro. Se ha quedado dormido desde hace un rato. Me he divertido viéndolo mecerse de un lado a otro, pero creo que será mejor dejarlo así o continuara moviéndose.

¡Dominick! ¡Dominick! Realmente tengo curiosidad por saber qué fue lo que paso aquel día. Pero él parece haber perdido el interés. No ha mencionado nada. No ha mostrado interés en dar una disculpa, ni siquiera un gracias por ayudarlo. Nada.

No debería estar haciendo esto, pero creo que él es mi último pendiente y como lo más probable es que esta sea la última vez que nos veamos. No quiero que cuando escuche mi nombre tenga ganas de maldecirme, por haberle arruinado la vida. Como yo lo hago todos los días. Así que debo hacer que las cosas se solucionen con la plástica y poder irme en paz.

En paz… hasta ahora no había pensado seriamente en eso. Ni siquiera cuando Mani lo dijo, pero supongo que debo comenzar a hacerlo. Cierro los ojos, luchando con las ganas de llorar. ¿Qué diría si lo supiera? ¿Me pediría perdón? ¿Mentiría y me diría que me amó? No, es mejor no saberlo. He agitado demasiado el pasado, no debo hacerlo más.



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En el texto hay: boda, encuentro, verdades

Editado: 18.03.2018

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