Propuesta Millonaria

Capitulo veintidos

Thomas Drew
 


 

Aplastó el trasero en la silla mientras espero a que llamen a Melissa para la ecografía.
 


 

Las manos me sudan, las piernas me tiemblan, he estado toda la semana de la misma manera, no puedo dormir bien pensando en si seré un buen padre.
El tiempo transcurre velozmente, los meses restantes llegarán tan rápido como el embarazo a nuestras vidas.
 


 

En cuatro meses tendremos a un bebé en nuestros brazos, yo no sé cómo carajos cargar uno, tengo muchísimo miedo de tirarlo.
 


 

He leído tantos libros, se todo lo que teóricamente se debería saber al respecto de ser un padre ejemplar, pero ponerlo en práctica me asusta. Ni cuando tenía parciales súper importantes en la universidad estaba tan nervioso.
 


 

- Melissa Drew.
 


 

Ambos nos levantamos ante el llamado de la doctora, tomo la mano de mi mujer y nos adentramos al consultorio.
 


 

- Antes que nada quiero felicitarlos por su casamiento, enhorabuena.
 


 

- Muchas gracias. - respondemos los dos al unisono.
 


 

Luego de una preguntas de rutina le indica a Melissa que se recueste en la camilla, y comienza a aumentar mi desesperó.
 


 

Si es niña será hermosa porque lo más seguro es que se parezca a ella, la llevaré siempre a dónde quiera ir, a lo que se quiera dedicar, la apoyaré, la llenaré de felicidad, aprenderé a hacer peinados solo por ella.
 


 

Si es niño haré exactamente lo mismo, siempre lo apoyaré en lo que quiera, en lo que le guste, iremos a hacer todas las cosas que hacía con mi padre cuando era pequeño, haremos deportes juntos.
 


 

Sea lo que sea lo espero con ansias y miedo a su misma vez.
 


 

La doctora mueve el aparato sobre el vientre de Melissa y la pantalla muestra figuras extrañas, hasta que una pequeña mancha gris, más grande que las otras, se apodera de la pantalla.
 


 

- Felicidades señores Drew, están esperando una preciosa niña.
 


 

Los ojos se me inundan de felicidad, una pequeña en nuestra vida. Con los ojos hermosos de su madre, el mismo carisma que ella, una sonrisa enorme que ilumine mis días.
 


 

Miro a Melissa que está igual o peor que yo, me inclino y lleno su rostro de besos.
 


 

- me estás haciendo el hombre más feliz del mundo, cielo.
 


 

(...)
 


 

Los gritos de Alexa me despiertan a la mañana siguiente.
 


 

- ¡una niña! Joder que ya lo sospechaba.
 


 

Comienza a narrar como loca todo lo que quiere enseñarle a mi hija, me levanto de la cama y mi familia se encuentra allí junto con mis suegros.
 


 

- Más te vale no llevarla por mal camino porque te asesinaré Alexa.
 


 

Se ríe y corre a abrazarme.
 


 

- Felicidades hermano, pero no te vuelvas un viejo sobre protector.
 


 

- Ya lo es con Melissa así que de seguro con la hija lo será más. - se ríe mi madre.
 


 

Camino hacia mi mujer y beso su coronilla. 
 


 

- Debiste despertarme si venía nuestra familia a desayunar.
 


 

- Estabas tan cansado que no quise despertarte, babeabas como un bebé.
 


 

Entierro mi rostro en su cuello y mis manos bajan a su vientre abultado de ya cinco meses.
 


- Más que cansado estoy feliz.

(...)
 


La familia está más eufórica que nunca y mis nervios aumentan con el pasar de los días, la empresa está pasando por demasiados sociedades.

Unir lazos con otras empresas que lo necesiten me encanta pero en estos momentos las reuniones están por reventar mi cabeza.

Estoy diez horas en la empresa, en casa hago videoconferencias, no pierdo de vista a Melissa que también se la pasa trabajando, sin esforzarse demasiado.

- ¿Estás cómoda?

La observó acostada, rodeada de almohadas, hay una caja de pizza a su izquierda y la Mac sobre sus piernas.

- Si, estoy revisando unos manuscritos.

Asiento y camino hacia el baño, me quito la corbata y unos brazos acarician mis hombros sobre el traje.

- Estás muy tenso amor.

- Lo estoy.

- ¿Y si te desestreso?

La observó por el espejo, se suelta la bata de seda que estaba cubriendo su cuerpo, a mi vista quedan unos senos hinchados y hermosos, al igual su vientre dónde está creciendo nuestra hija.

Me volteo y comienzo a besarla bajando las manos hacia su trasero, pegándola a mi para que sienta mi erección.

- Te amo.

(...)
 


 

- ¿Pensar contarme por qué estabas tan tenso?
 


 

Suspiro.
 


 

Aveces creo que debió de estudiar para ser psiquiatra, es muy buena escuchando y aconsejando.
 


 

Le cuento detalladamente todo lo que está pasando por mi cabeza últimamente.
 


 

- Thomas comprendo que eres padre primerizo, yo también voy a serlo ¿Pero no crees que si te relajas sera mejor? No quiero que nuestra hija nazca y diga ¡Oh por dios mi padre es un zombie!
 


 

Suelto una carcajada y beso su frente.
 


 

- Te prometo que voy a tratar de relajarme.
 


 

- Eso espero, no parecemos los de hace unos meses, a ti se te está yendo la gracia, me estás aburriendo.
 


 

Me río y eso provoca risa de su parte también.
 


 

- Yo sé que me amas, aunque parezca un hombre serio.
 


 

- Hombre serio o no, eres mío Drew.
 


 



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En el texto hay: amor, miedos, embarazo

Editado: 15.08.2021

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