Capítulo 8

-L

Justicia.

Justicia.

Justicia.

Esa palabra no salía de mi mente.

¿Enserio lo hizo por eso?

¿Tienes secretos en el bosque?

Sonrio con tristeza.

Demasiados.

Y uno de ellos es él. ¿Donde estás?
¿Vivo?

¿Muerto?

De tan solo pensar en esa posibilidad se me estruja el corazón.

Solo espero que estes bien.

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Agarro el color rojo y pinto las manzanas del arbol. Delineo cada manzana, después agarro el verde y le coloco hojas.

Cuando termino, observo lo lindo que me quedó el dibujo.

Es un bosque con muchas flores y un gran río.

Sonrio.

Me encontré los colores en una viejo cajón y me los quedé.

Es mi secreto.

Escucho pasos que vienen y rápidamente guardo todo.

No puedo dejar que la señorita Elisa los vea.

La puerta se abre de golpe haciendo que yo saltara del susto. Volteo encontrándome la cara de disgusto de la señorita Elisa.

— ¿¡Qué estás haciendo!?

Siento como mi cuerpo empieza a temblar.

— N..na...nada señorita Elisa.— Digo tartamudeando, ella me mira con disgusto para después acercarse lentamente, siento que mi corazón se va a salir de mi pecho cuando la veo acercarse.

Mira alrededor hasta detener su mirada a algo atras de mí.

Mi respiración se tranca y empiezo a sentir panico cuando miro de reojo un color en el suelo.

No.

No.

No.

— ¿Qué tienes ahí?— Dice, mientras se termina de acercar. Me rodea, levanta la madera a donde escondí el dibujo y lo agarra.

Lo observa por unos segundos y después me voltea a ver.

>>> ¿Lo hiciste tú? — Pregunta mientras se acuclilla al frente mío.

Asiento lentamente con miedo a su reacción.

>>> Está lindo.— Dice con una sonrisa.

Me lleno de emoción y le doy una gran sonrisa con la ilucion de que ahora si me quiera.

— ¿Enserio le gusta?— Digo sonriendo.

Su sonrisa de engancha.

— No.— Dice para después romper el dibujo en pedazos.

Siento como lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas.

>>>Está horrible y espantoso como tú.— Me agarra el brazo y me arrastra afuera de la habitación.

Alarmada empiezo a patalear y le suplico que no me haga nada.

>>> ¡¡CALLATE!! te voy a enseñar a no desobedecer me.— Dice llevandome a una habitación a la nunca había entrado.

Agarra unas llaves y las mete en la cerradura, abriendo la puerta. Me empuja adentro de la habitación la cual está toda oscura, escucho sus pasos entrando y cerrando la puerta.

Ahí fue con tan solo ocho años, en esa horrible habitación recibí el primer de muchos de los peores castigos de mi vida.

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Lentamente abro los ojos y me doy cuenta que me dormí en la bañera.

Salgo de esta y voy a la habitación. Abro el armario y saco un pantalón negro, una camisa mangas largas y cuello de tortuga del mismo color. Me lo coloco para después agarrar unas botas negras y ponermelas.

Cuando me estoy colocando en labial rojo, tocan la puerta.

— S.se..se..señorita Black, el desayuno ya está servido. — Siento el temblor en su hablar.

Sonrío.

Me acerco sin que se encuchen mis paso y abro la puerta de golpe.

Brinca del susto y veo como su cara se pone más blanca de lo que ya es. Retrocede hasta chocar con la pared a sus espaldas.

La veo a los ojos y ella huye de mi mirada.

— Lea, deja de asustar a la servidumbre.— Escucho la vos de Kelly. Aparto la mirada para colocarla en Dominic y Kelly.

Dominic tiene una medía sonrisa y Kelly me mira con reproche.

Asiento y me alejo de la chica que no a parado de temblar.Escucho un suspiro de alivio y pasos alejándose rápidamente.

Dominic coloca su mano en mi hombro.

— Más tarde nos acercamos a la cocina para tener un poco de diversión con la servidumbre.— Me susurra, Kelly le da un golpe en el brazo dando a entender que escuchó.

— Nadie va a asustar a nadie. Estamos aquí como invitados.— Dice y se aleja de Dominic, él se acerca rápido a ella agarrándola de la cintura. La tira para atras haciendo que Kelly quede entre la pared y Dominic para después besarla.

Desvío la mirada con una sonrisa, nunca me canso de ver la manera en como se tratan los dos. Dominic ama tanto a Kelly que haría cualquier cosa por ella y viceversa.

A veces imagino que alguien me ame así. Sacudo la cabeza quitando esos absurdos pensamiento, nadie me va amar con las marcas que cargo encima.

Vuelvo la mirada a la pareja cuando ya se están separando del fogoso beso. Empiezo a caminar hacia ellos para dirigirnos hacia el comedor.

— Lea.— Miro a Dominic.— ¿Qué pasó ayer en el comedor?

Sabía que en cualquier momento me iba a preguntar eso.

— Lo lamento, no volverá a suceder. No los quiero hacer quedar mal frente al rey.— Digo de manera cortante. Ellos paran de de caminar, me volteo a mirarlos. Dominic se carca a mi, mirándome de esa manera tan paternal que siento que no merezco. Coloca sus grandes manos en mis mejillas.

— Lea, hija. Nunca nos harías quedar mal, estamos tan orgullosos de ti. De la persona que te has convertido, solo queremos que estes bien y comoda.— Dice mirándome a los ojos. Kelly se acerca y me mira con una sonrisa llena de orgullo.

— Te amamos Lea. Acuérdate que también eres parte de esta familia y así se va a dejar ver esta noche en la fiesta. Eres toda una Black.— Me abrazan y yo les devuelvo el abrazo con un nudo en la garganta.

Agradezco el día que ellos me encontraron porque no sé que sería de mi hoy en dia. Siento que no merezco nada de este amor que me dan, pero mientras pueda los protegeré hasta mi último aliento.