-Hanon, no conocía ese lado de ti - dijo Antonio, al momento que me miraba de pies a cabeza.
-Pudrete! Y deja de mirar, o yo misma me aseguraré de dejarte ciego.
-Que agresividad, tranquila floresita, que yo no seré una abeja más que te zumbe, ya tienes dueño, y yo respeto eso.
-¿Pero que idioteces dices? Yo no tengo dueño, pero aún así déjame en paz.
-Pero Marco dijo...
-Disculpa, ¿yo que dije? - lo interrumpió.
-Nada, yo me largo. - dijo al mismo tiempo que se alejaba de nosotros.
-¿Le has dicho algo a Antonio? - pregunte mirándolo a los ojos.
-Solo lo necesario para mantenerlo alejado.
-Gracias, pero se cuidarme sola.
-No lo dudo, pero deberías tomar en cuenta la protección masculina, no se, una pareja que te defienda, no siempre puedes tener todo bajo control.
-Discúlpame querido, pero no me hace falta - deje a Marco, para buscar a Giselle, ella estaba recargada en uno de los árboles que se encontraban cerca de la fogata que los Melowa no hace mucho habían prendido. -¿ Y bien? -pregunte para lograr apartar su vista del celular.
-Oh! Perdona hermosa, estaba distraída.
-Sì, de eso ya me di cuenta, por cierto bonita ropa. - dije mientras miraba el hermoso vestido que había logrado diseñar con la misma tela que a mí me habían dado, solo que yo lo estropee todo.
-Gracias, igual tu.
-¿Sucede algo? Te noto muy apagada.
-Sabes, me arrepiento de algo - dijo mirando al cielo.
-¿De que?
-De haber pensado que el venir aquí sería buena idea.
Giselle se miraba muy triste, auque ella siempre era muy positiva sobre todo lo que le pasaba, y se mostraba alegre yo sabía que no lo estaba, ella no me había dicho nada pero me había enterado de todo, sabía que había salido con Antonio en secreto, sabía que el muy imbecil le rompió el corazón, y lo que más me dolía, sabía que ella no quería que yo lo supiera, era una impotencia no poder hacer nada, y a pesar de todo lo peor era que ella aún lo quería y que tenía la esperanza de que volvieran, por eso había insistido tanto en este viaje, era algo difícil que regresaran, y más porque Antonio no parecía tenerla en cuenta. - Yo desde un principio no quería venir.
-Lo se. - me miró y me dedico una sonrisa que yo sabía que era falsa. - Iré a caminar un poco, no hace falta que me acompañes... No, mejor dicho no quiero que lo hagas.
-Pero Giselle yo...
-Solo haz eso por mi. -dijo mientras me daba la espalda y caminaba en dirección opuesta a la mía.
Estaba claro para mí, ella estaba molesta, desde que empezó todo lo de la excursión Antonio me había estado molestando más de lo normal, y eso la hacía pensar que yo le gustaba, aunque no sé cómo podía llegar si quiera a imaginarse que a mí me gustaría alguien tan asqueroso como ese pobre imbecil, perdón Giselle por expresarme así de el, pero era la verdad, eso es lo que era.
Aunque no podía negar que tal vez si tenía la culpa, debi haberlo golpeado desde el inicio, para que me dejara en paz, talvez,no lo sabía, necesitaba despejar mi mente, así que me acerque a la fogata donde estaban todos los del clan conversando, entre ellos estaba el profesor, se veía que se estaba divirtiendo al hablar con ese tal Torutzu.
Dude si debía acercarme más, pero al ver a Sindellya continúe, y me senté a su lado.
-¿Se puede saber que festejan? Los veo muy juntos a todos.
-No es nada de eso, es solo que nos preparamos para la despedida de ellas.
-¿Ellas? -pregunte con curiosidad.
-Las chica Luna
-¿Quienes son? ¿porque las van a despedir?
-Son chicas que conocen a los dueños de esta tierra y se dice que mantienen relaciones muy íntimas con ellos, por esa razón, son las protegidas de la familia. No lo tomes a mal,despedir no es lo que tú crees, es cómo hacer una reverencia.
-¿Son realeza? -pregunte extrañada.
-No se que es eso, pero se dice que cada luna llena, ellas llevan sus mejores vestimentas, de un blanco que refleja la pureza de sus almas, y que caminan bajo la brillante luz de la luna, hasta que uno de los hombres de la tribu Tokolmeru, se interese en alguna, llevandosela con el, es así como mantenemos un tratado de paz.
-¿Y que pasa con ellas?
-No vuelven jamaz, a cada una de estas doncellas se les da tres oportunidades de ser elegida por los Tokolmeru, si pasando las tres lunas llenas ellas vuelven son degradadas a chicas normales, es decir que su alma no era lo suficientemente pura para ellos, aunque algunas pueden ser maldecidas por los dioses, privandolas de procrear, y eso en nuestro clan es lo peor que pueda pasar, porque una chica que no puede dar a luz, no es una buena conyugue.
-¿Que dioses?
-Los Tokolmeru, tienen una relación muy estrecha con los dioses, ellos son: Riasky, dios de los alimentos, Mesoleth, dios de la paz, Goth, dios de la lluvia, pero tambien de la muerte, y Doyht, diosa del amor y la fertilidad, así que si haces enojar a los Tokolmeru, también molestas a los dioses.
-Eso es... Muy interesante. - si que estas personas siguen viviendo en el pasado.
-Si, pero eso no lo es todo, asi como hay luz también hay oscuridad.