Antes del amanecer Julián ya se encontraba de pie realizando sus ejercicios matinales cuando desde el dojo de la casa pudo escuchar como alguien más se había levantado muy temprano para practicar, al acercarse pudo ver a Yuto quien al igual que él estaba manteniendo una dura batalla consigo mismo, al verlo parado en el pórtico le entrega una shinai
En aquel instante Julián pierde el control y tropieza mientras su rostro se tornaba rojo como un tomate, Yuto aprovecha el momento e intenta tocar a Julián con su shinai pero este se mueve rápidamente y termina chocándose con la colección de bokken de su padre al otro lado del salón golpeándose la cabeza.
Julián salió corriendo del dojo y se dirigió al viejo poso para asearse como de costumbre dejando a yuto envuelto en sus propios pensamientos (eres increíble, no corriste o caminaste en realidad fue como si hubieras volado… pero ¿por qué tengo que recoger todo este desorden?)
Ya en la casa Mian lo estaba regañando por haberse demorado tanto, solo alcanzo a comer una rebanada de pan y salir corriendo, ella sabía perfectamente que sería severamente regañado si se atrevía a hacer esperar a la señora Hisui, en el camino y aprovechando lo fugas de la hora Julián utilizo varias técnicas para adelantarse al sol llegando justo a tiempo a la casa de la abuela. “Llegas tarde, por lo visto hoy dormiste de más, dime ¿acaso corriste para llegar a tiempo?”(Me atrapó), “cielos pensé que eras más organizado”.
Por ahora sentémonos a desayunar, estoy segura que nunca has probado este platillo, es un secreto local y Mian es una experta.
La hora del desayuno con la abuela también se pasó corriendo, entre regaños y sermones sobre cómo se debe valorar el tiempo pronto se llegaron las siete y Julián nuevamente estaba retrasado pero la abuela no lo dejo ir hasta que dejó la cocina inmaculada y perfectamente organizada, para cuando el viejo reloj de pared anunciaba las siete de la mañana, nuevamente Julián debió hacer algo más que correr para llegar a tiempo, mientras salía por la puerta la señora Hisui marcaba un número celular.
Al otro lado del teléfono el sonido de la llamada cortándose regreso a la señora Hisui a la realidad, hasta ahora había logrado mantener las cosas relativamente ocultas de los ojos de los miembros del concejo, pero era evidente para ella que si Julián seguía siendo tan descuidado pronto todos en el pueblo comenzarían a hacerse muchas preguntas, preguntas para las que ella no tenía ninguna respuesta. Era hora de hablar con Irene seriamente.
La hora del desayuno para Yuto había cambiado drásticamente desde que Julián llego a la ciudad, usualmente su desayuno estaba listo y dispuesto después de su entrenamiento matutino pero con la llegada de Julián y su extraño horario al llegar a la mesa su desayuno siempre estaba frio y su madre solo se limitaba a decirle “aprovecha el tiempo, no malgastes el mío” esta situación fue tan grave en su rutina diaria que incluso había colocado el despertador más temprano con la intención de poder desayunar algo caliente, pero con el problema en del dojo familiar hoy nuevamente estaba siendo regañado y desayunando frio. (…Julián, me las pagaras…).
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Editado: 13.05.2021