“Adiós”

Tal fueron nuestros silencios...

No hace falta que me digas o te diga que hicimos mal y saber que no fue suficiente.

Adiós mi amor, nos llenamos de temores y quedan los recuerdos hermosos, que ya no pueden regresar.

Se deteriora nuestras historia pasada… adiós te digo y mis lágrimas empapan el suelo. Me siento mi peor enemiga.

Seré la guardiana de tus sueños.

Tu rostro lejano me persigue, no encuentro sosiego.

Hacia donde voy, nadie lo sabe.

Estoy despierta, comprendiendo que mi mundo se derrumba en mi interior.

Sigo respirando por inercia.

Rezo porque este corazón roto pueda seguir latiendo, alejando tu presencia.

Fuiste mi pasado, te desvaneces en mi presente y ya no serás parte de mi futuro.

Sin ti mi espíritu murió, abandonada sin aliento.

Sin ti mi alma murió, desterrando mis emociones y la sombra de los temores reapareció.

Veo tu rostro y sé que te preguntas si cometimos un gran error al separarnos.

Intento continuar como si nunca te hubiera conocido.

Dejando atrás esa noche de ensueño, al encontramos por casualidad.

¿Destino? Destino desalmado, absurdo y embustero que destruyo mis ilusiones.

No es mi intención retenerte... me cuesta tanto dejarte ir.

No quiero enfrentarme a este mundo, que se transforma en encierro...

No quiero enfrentar esta realidad lejos de ti.

Pero debo dejarte caminar solo...

Siempre estarás en mis plegarias.

Cada día a pesar de que quede incompleta.

En cada momento, cuando cierre mis ojos quedaran los celestiales recuerdos.

Adiós mi vida, adiós mi cielo...

Y adiós te digo mi amor... tú mi principio y última etapa de mi vida, conmigo quedarás.