Son incontables lunas las que te llore.
Muchos soles deje correr perseverando tu esencia.
Me duele tanto, indagar y no encontrarte.
Vivir sin ti... hundida en el lodo.
Te tengo atrapado entre el albor de mi vida y la nebulosidad de mí fin.
No hay palabras, ni perdón.
Engañada en la bruma de las memorias.
Eras mi refugio, tu mirada dibujada destilaba mentiras.
Solo pedazos y relámpagos que me brindabas por tu parte.
Rezo al terminar el día rutinario, para que esta herida cicatrice.
El oasis de mi amor, mi utopía se desvaneció.
En este mundo irreal, eras lo único verdadero.
Eso pensaba, eso creía y eso sentía.
Eras la luz de mi vida...
Eras la voz de mi alma...
Eras la conciencia de mi mente....
Y queda un pasado.
En el que solamente formas la palabra "eras"
Sin rencores, sin justificaciones, me alejo y te dejo en un rincón...
Entre sueños rotos y dolor...
Entre sueños y despedidas...
Entre sueños y fantasías lejanas...
Es muy tarde, ahora interpreté que solo fuiste un sueño.
Y de los sueños, siempre hay que despertar.