Salí a caminar al parque, tenía que despejar mi cabeza, saber que decir a mi madre cuando se entere la burrada que estaba haciendo Sofía. Miré a dos niños jugando con su papá, sentía un poco de envidia, yo nunca dije:
- Papá me dio un caramelo
- Papá me llevo de paseo, etc.
Sentí como un par de lágrimas recorrían por mi rostro, dirán que marica o llorón soy, pero un hombre llora cuando está solo, nunca frente a alguien. Justo en ese momento una chica se acerca a mi.
- Te encuentras bien? - me dice ofreciendo un pañuelo
- Mmm, si si, es que, que vergüenza que veas llorar a un hombre - dije aceptando el pañuelo, secándome las lágrimas
- Me llamo Katy no te preocupes, será nuestro secreto - dijo guiñandome el ojo
- Yo Will, más te vale
No sabía que hacia, pero está chica hacia que perdiera la timidez y haga que le hable como una chica cualquiera, estuvimos una hora en el parque platicando, pero no quería que sepa el motivo, por el cual yo estaba llorando, así que cuando ya estaba a punto de irme.
- Cuando nos vemos? Dije con un nudo en la garganta
- Ahh, no sé, mejor dame tu número y hablamos
Me despedí, no sabía que diablos hacia, no queria ni una chica más en mi vida, pero es que ella tenia algo, que llama la atención, pero por otro lado, olvidé por completo de que Sofía se había ido de casa, así que vi como se alejaba Katy, saqué la carta de mi bolsillo.
Decía:
"Babosos, ya estoy grande y lo que hago es quitarles un peso de encima, aparte ya quiero ser independiente, tengo la edad suficiente para poder hacerlo, los quiero mucho, bye"
Sofía