— Se fue en el helicóptero del corporativo! — lanzó su teléfono con fuerza al piso — es astuta, lo admito, por tu bien espero que no hayas tenido nada que ver con ésto.
— Yo no tenía idea, pero me alegra que se haya ido antes de que tus hombres pudieran lastimarla — me atreví a decirle mirándolo de frente aunque sabía que estaba furioso porque dentro del edificio no podía arriesgarse a actuar de manera violenta.
— No te creas igual de astuta que ella, ahora estás sola y ni tu ni Emilio van evitar que yo sea el accionista mayoritario — rodaron un par de lágrimas por mis mejillas al ver al hombre en el que un dia pensé haber encontrado el amor hablar de esa manera.
— Es solo que no quiero que te expongas haciendo una locura! — le dije — si algo le pasa a Emilio serás al primero que investiguen porque ya hay registro de cargos en tu contra aunque fueron retirados — mi baúl mental no falló en mi intento por hacerlo desistir y después de levantar su móvil se sentó en una de las sillas frente al escritorio y apoyó sus codos sobre éste mientras hacía una especie de mudra con sus manos.
— Mierda, no sé como no vi venir ésto, debí haber dejado que lo mataran desde un principio — soltó y yo me sorprendía cada vez más de las formas en que ordena las cosas el universo.
— Tal vez es momento de que cambies de táctica, después de todo el riesgo que estamos corriendo, lo único que has logrado es tener algo que ya era tuyo, me refiero a mí y a las acciones de tu padre — le dije.
— No empieces por favor, deja de pensar que todavía puedo ser él que era antes, pensé que ya lo habías comprendido. Voy a esperar un poco más pero mis planes son los mismos, toma tus cosas, hoy nos iremos temprano, tengo que arreglar algunos asuntos.
— Aún no es mi horario de salida, yo no soy socia, no puedo salir a cualquier hora — tenía la esperanza de que él se fuera y poder ver a Emilio.
— Por Dios Juliette, no te dejaré aquí y menos sabiendo que Emilio está en el mismo edificio — alegó así que tomé mi bolso y salimos de mi oficina.
Me sujetó de la mano con fuerza y nos dirigimos hacia la salida, estoy casi segura de que mi corazón se detuvo momentáneamente al pasar a un lado de Emilio mientras el conversaba con el ingeniero Estrada, cruzamos miradas pero no pudimos acercarnos ni decir nada, noté cierta expresión en su rostro que le hacía verse aún más atractivo que antes del incidente.
Parecía haberse recuperado exitosamente, tenía ese porte elegante y un tanto arrogante que lo caracterizaba. Quería correr y abrazarlo pero no pude, y él tampoco intentó acercarse. Por un momento sentí miedo de que al haber logrado lo que siempre había querido volviera a ser el mismo de antes y se olvidara de mí.
— Óscar! Juliette! Vengan un momento por favor. — Exclamó el ingeniero Estrada cuando estábamos a punto de salir y mis latidos se intensificaron al quedar frente a el hombre que algún día estuvo dispuesto a escuchar mis extrañas filosofías.
— Hay algún problema ingeniero? — preguntó Óscar evitando mirar a Emilio.
— Sí, verán, ya estoy enterado del problema que hubo entre ustedes, no quisiera que algo así volviera a ocurrir o me veré en la necesidad de prescindir de su colaboración. Somos un grupo serio y no me gustaría que de pronto se presenten escándalos inecesarios. — fue incómodo escuchar aquello pero serviría para calmar un poco la tensión, al menos eso era lo que yo esperaba. — Así que si no les molesta me gustaría que se dieran un respetuoso saludo de mano ya que noté que lo han estado evitando.
Algunos observaban y Estrada esperaba impaciente así que no tuvieron opción, Emilio extendió su mano primero y después Óscar se vió obligado a corresponder su saludo aunque con una evidente expresión de disgusto.
Yo solo me dirigí a ellos para despedirme puesto que Óscar nunca soltó la mano con la que me sujetaba.
Sin duda aquello era algo inesperado pero yo solo deseaba que al final todo saliera bien.
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Editado: 19.10.2023