Luego de sacar mi carro del estacionamiento, me acomodo la chaqueta y me rocío perfume.
Cuando llego a la dirección que me envió Rafa, siento que mi cuerpo se relaja. Es viernes, mañana comienzan las vacaciones de verano en la universidad, y como guinda del pastel, mi jefe me ha dado dos días libres. Tengo que aprovechar ese arrebato de generosidad. Ese hombre no da ni los buenos días.
Me quito los Ray-Ban y apago el reproductor. A veces hace falta vivir cosas nuevas para dejar de sufrir…
Subo unos escalones y puedo ver a las personas reunidas a través de la ventana. Todos hablan animados y tienen una bebida en la mano. Tres son mujeres, cosa que agradezco, ya que esto es nuevo para mí.
Cuando toco la puerta caigo en cuenta de que tengo muy poca información sobre cómo debo comportarme, aparte de que debo presentarme ante los involucrados. ¿Qué demonios estoy haciendo yo en una reunión, dando mi consentimiento para tener una noche de poliamor?